Enlace Judío.- Por primera vez, Israel coloca a Estados Unidos en la lista de exclusión aérea, uno de los 10 países países que los ministros votaron el lunes para agregar como destinos designados “rojos” debido a las altas tasas de infección por COVID-19.
Las nuevas incorporaciones a la lista de prohibidos aguardan la aprobación final del Comité de Constitución, Derecho y Justicia de la Knéset.
Los ministros aprobaron la recomendación de prohibir los viajes a Estados Unidos, Italia, Alemania, Bélgica, Hungría, Canadá, Marruecos, Portugal, Suiza y Turquía a partir de la medianoche del martes, publicó The Times of Israel.
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Israel ya ha añadido en los últimos días nueve países a la lista “roja”: Reino Unido, Dinamarca, Francia, España, Emiratos Árabes Unidos, Irlanda, Noruega, Finlandia y Suecia. Sudáfrica y una gran cantidad de otros países africanos se agregaron a principios de mes.
Quienes quieran viajar a países “rojos” deben obtener un permiso especial de un comité gubernamental.
Los israelíes que regresan de esos países deben ingresar en cuarentena en hoteles administrados por el estado hasta que su primera prueba de COVID dé negativo, después de lo cual deben permanecer en cuarentena domiciliaria siete días, aunque estén completamente vacunados.
El ministro de Defensa, Benny Gantz, aprobó la apertura de otros dos “hoteles de coronavirus”, incluido uno para poner en cuarentena a los viajeros que llegan al aeropuerto Ben Gurion, elevando el número total de instalaciones estatales en funcionamiento a cinco. Gantz también ordenó a los funcionarios del ministerio que “se preparen para abrir hoteles adicionales según sea necesario”.
La semana pasada, el gabinete votó para extender las restricciones de viaje actuales, incluida la prohibición de que los extranjeros ingresen al país y el requisito de que todos los israelíes que regresen entrarán en cuarentena durante tres días al ingresar. Las limitaciones ahora durarán hasta el 29 de diciembre al menos.
La aprobación de la lista se produjo cuando la tasa de casos de virus en Israel siguió aumentando, con 1.004 nuevas infecciones diagnosticadas el domingo, según datos del Ministerio de Salud, el nivel más alto desde octubre.
Había 81 personas en estado grave, 51 de ellas críticas. El número de muertos desde el inicio de la pandemia ascendió a 8.232.
El número de reproducción del virus, R, fue de 1,22, habiendo subido de forma constante desde 1 durante los últimos días. La tasa de transmisión se basa en datos de 10 días antes y cualquier valor superior a 1 indica que la pandemia está creciendo.
Desde el comienzo de la pandemia, 5,8 millones de personas en Israel, de la población total de aproximadamente 9,3 millones, han recibido dos dosis de vacuna y más de 4,1 millones han recibido una tercera vacuna de refuerzo.
El ministro de Salud, Nitzan Horowitz, dijo en una reunión conjunta de los comités de Salud y Constitución, Derecho y Justicia de la Knéset el lunes que los padres deben asumir la responsabilidad y vacunar a sus hijos mientras Israel intenta frenar la ola de infecciones, sobrealimentada por la cepa Ómicron altamente contagiosa.
“Estamos ante una nueva situación. Lo que sabemos de la ola Delta [de infecciones] ahora es diferente. Podemos ver en todo el mundo que Ómicron está ganando impulso”, dijo Horowitz.
“La responsabilidad de vacunar a los niños es ante todo de sus padres. El estado no puede reemplazar la responsabilidad de los padres. No podemos tomar la decisión por ellos”, dijo.
Horowitz señaló que COVID-19 puede ser peligroso para los niños, mientras que más de seis millones de niños pequeños han sido vacunados en EE. UU. sin evidencia de efectos secundarios significativos.
El primer ministro Naftali Bennett dijo el domingo que la variante Ómicron, altamente infecciosa, está impulsando la quinta ola de infecciones por coronavirus en Israel, e instó al público a prevenir un aumento esperado en la morbilidad vacunando a los niños y frenando las reuniones, incluido el trabajo desde casa si es posible.
Hasta ahora, se han confirmado al menos 175 casos de Ómicron en Israel, incluidos 40 solo el domingo.
“Creo que dentro de tres o cuatro semanas, quizás antes, veremos un salto en la morbilidad que no dejará lugar a dudas” con respecto a la gravedad del brote, dijo.
Durante este tiempo, es crucial vacunar a la mayor cantidad de personas posible, en particular a los niños, dijo.
“El objetivo es superar la ola mientras se mantiene la economía y la educación en funcionamiento, y el objetivo es vacunar a los niños de Israel”, dijo Bennett.
El primer ministro también instó a los propietarios de negocios a hacer que los empleados trabajen desde casa si es posible, a fin de reducir las interacciones públicas, y la misma medida se tomaría en el sector público. Pidió diligencia en el uso de máscaras faciales y evitar reuniones públicas.
El gobierno introducirá nuevas restricciones debido a la persistente incertidumbre sobre la efectividad de las vacunas contra Ómicron, aunque no especificó qué ha planeado.
La locutora pública de Kan informó que el primer ministro ya pidió que se redactaran regulaciones que permitirán que el 50 por ciento de los empleados del sector público trabajen desde casa.
Además, Bennett quiere expandir el llamado sistema Pase Verde, que limita la entrada a varios lugares públicos a solo los vacunados o recuperados de COVID-19 en los últimos seis meses, o con una prueba negativa reciente, para incluir centros comerciales y tiendas callejeras más grandes, según el informe.
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