Enlace Judío – El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, anunció el pasado 7 de diciembre el fin de la construcción de una barrera subterránea en la frontera con la Franja de Gaza destinada a acabar con los túneles de ataque subterráneos utilizados por milicias del enclave en conflictos pasados, con lo cual se pone fin a un proceso de construcción de tres años y medio, tras su inicio a mediados de 2018, que se estima tuvo un costo de mil millones de euros.

El muro tiene una extensión de 65 kilómetros y cuenta con cámaras, sensores y radares que permitirán detectar posibles intentos de perforaciones y filtraciones. La barrera, que es un proyecto innovador y tecnológicamente avanzado, para los terroristas de Hamás de una de las capacidades que trató de desarrollar y coloca un muro de hierro, sensores y hormigón entre la organización terrorista y los residentes del sur de Israel.

En el año de 2014, el entramado de corredores subterráneos utilizados por Hamás para llevar a cabo ataques en territorio israelí fue una de las razones esgrimidas por Israel para lanzar la Operación Margen Protector, que en 50 días causó la muerte de más de 2,100 palestinos y 73 israelíes. “Esta barrera brindará a los ciudadanos israelíes, una sensación de seguridad, y permitirá a la región continuar su desarrollo, explicó el ministro de Defensa de Israel durante una ceremonia junto a la frontera, en el sur de Israel”.

Es de destacar que más de 1,200 trabajadores participaron en la construcción de la valla, parte de la cual se encuentra sumergida en el mar Mediterráneo e incluye un sistema de armas que se maneja de forma remota.

En este contexto, el 17 de diciembre el embajador de Israel en la ONU, Gilad Erdan, dirigió a un grupo de 12 embajadores de la ONU en un recorrido por la frontera norte de Israel con Líbano para mostrarles un túnel del grupo terrorista Hezbolá hecho para llevar a cabo ataques terroristas en Israel. La delegación compuesta por embajadores de Albania, Argentina, Bulgaria, Croacia, Ecuador, Hungría, Nauru, Palau, Corea del Sur, Samoa, Uruguay y Zambia, recorrió el túnel en la frontera.

Erdan señaló que la visita fue diseñada “para mostrar el plan asesino y extremista de Hezbolá, cuyo objetivo “es excavar en el territorio del Estado de Israel y matar o secuestrar a tantos ciudadanos como sea posible”. Hezbolá lo ha estado planeando durante años, empero, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lo descubrieron”.

Los túneles fueron encontrados y sellados en 2018 y 2019. Los militares israelíes realizan periódicamente recorridos por los túneles de sus fronteras con Líbano y Gaza que representan una seria amenaza para Israel. Israel ha pedido durante mucho tiempo una ofensiva contra Hezbolá respaldado por Irán, una fuerza sumamente armada que se estima posee un arsenal de 130,000 cohetes que pueden llegar a Israel.

Las FDI llevaron a cabo la Operación Escudo del Norte entre diciembre de 2018 y enero de 2019, en un esfuerzo por localizar y destruir túneles cavados por Hezbolá en el norte de Israel desde el sur de Líbano. En total encontraron seis de esos pasajes y los inutilizaron, ya sea usando explosivos o llenándolos de concreto. Los túneles fueron construidos con el propósito específico de no permitir que miles de terroristas de Hezbolá realicen un ataque de infiltración contra objetivos militares y civiles del norte de Israel como una maniobra de apertura sorpresiva en una guerra futura.

En enero de 2020, las FDI comenzaron a instalar una serie de sensores subterráneos a lo largo de la frontera norte para detectar nuevos túneles subterráneos que se excavarán en territorio israelí desde Líbano.

 


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