Enlace Judío – Políticos de derecha de la oposición y de la coalición criticaron la reunión del martes entre el ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, de acuerdo con The Times of Israel.
La cadena israelí Kan reportó que el primer ministro israelí Naftali Bennett fue informado de la reunión con anticipación y “criticó la intención de Gantz de celebrar la reunión y expresó su resentimiento por la acogida de [Abbas] en la casa de Gantz”.
Bennett se opone a la reanudación de las negociaciones de paz con los palestinos y se ha negado a reunirse con Abbas. Sin embargo, su gobierno se ha comprometido a fortalecer a la Autoridad Palestina y su debilitada economía. Gantz ha dicho que ve al régimen de Abbas como la única alternativa a un Hamás empoderado en Judea y Samaria (Cisjordania).
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El ministro de Vivienda, Ze’ev Elkin, del partido de derecha Tikvá Jadashá, dijo a la estación Radio 103FM que no todos los ministros del gabinete habían sido notificados con anticipación sobre la reunión.
“No habría invitado a mi casa a alguien que paga salarios a asesinos de israelíes y también quiere encarcelar a altos oficiales de las FDI en La Haya, incluido el propio anfitrión”, dijo, refiriéndose a una campaña impulsada por Abbas que insta a que los funcionarios de seguridad israelíes, incluido Gantz, exjefe del ejército israelí, sean procesados por la Corte Penal Internacional como criminales de guerra.
Elkin también se refirió a la política de la Autoridad Palestina de pagar estipendios mensuales a los presos terroristas en las cárceles israelíes y las familias de los palestinos asesinados, incluidos los asesinados mientras cometían ataques terroristas.
Gantz “no tiene margen de maniobra del gobierno para llevar a cabo negociaciones de paz, y él lo sabe”, agregó Elkin.
“No hay ningún plan de paz sobre la mesa; los estadounidenses también lo saben”, dijo Elkin en una entrevista separada con Kan.
Otro ministro de Tikvá Jadashá, Yoaz Hendel, le dijo a Kan que si bien Jerusalén tiene vínculos con Ramallah, él “personalmente no se habría reunido” con Abbas, quien “a mis ojos todavía es un negacionista del Holocausto y está jugando un doble juego muy extraño”.
Kan también citó a ministros del gabinete no identificados que dijeron que la conducta de Gantz “no contribuye a la estabilidad del gobierno”.
El partido de oposición Likud criticó la reunión del martes por la noche, diciendo que “el gobierno israelí-palestino de Bennett está devolviendo [a Abbas] y los palestinos al centro del escenario” y advirtió que “es sólo cuestión de tiempo hasta que haya concesiones peligrosas a los palestinos”.
El partido de extrema derecha Hatzionut Hadatit advirtió sobre una repetición de los Acuerdos de Oslo de la década de 1990 con la Autoridad Palestina, a los que la derecha israelí culpa por los años de ataques terroristas que siguieron.
“Bennett y su gobierno de izquierda están devolviendo a Oslo a la mesa y [Abbas] al centro del escenario”, dijo el partido, después de “10 años en los que la derecha logró hacer [Abbas] irrelevante y persona non grata en el mundo, y para sacar de la mesa hablar de dividir la tierra y formar un Estado terrorista en el corazón de la Tierra de Israel”.
Hamás, el grupo terrorista que gobierna Gaza, criticó a Abbas por reunirse con Gantz, calificando la medida de “reprensible y condenable”.
“Este es un ataque al levantamiento que está teniendo lugar en Cisjordania“, dijo el portavoz del grupo, Hazim Qasim, en una aparente referencia a una serie de ataques recientes contra soldados y civiles israelíes.
Sin embargo, la reunión fue bien recibida por miembros de izquierda de la coalición.
El ministro de Salud, Nitzan Horowitz, líder del partido Meretz, tuiteó que “fortalecer los lazos y luchar por una solución diplomática es un interés principal para ambas naciones”.
La diputada de Avodá Emilie Moatti tuiteó: “Aparte de Hamás allí y el presidente de la oposición aquí, ¿hay alguien más que se esté volviendo loco por la reunión de Gantz con [Abbas]?” Ella elogió a Gantz por actuar para “fortalecer a los moderados y hacer que los extremistas sean irrelevantes”.
El miércoles, la oficina de Gantz anunció varias “medidas de fomento de la confianza” después de la reunión.
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