Enlace Judío – El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, anunció este domingo que el Ministerio de Salud decidió aprobar la aplicación de una cuarta dosis de vacuna contra COVID-19 entre los mayores de 60 años y el personal médico.

La cuarta dosis de la vacuna se ofrecerá a todo mayor de 60 años y personal médico siempre y cuando hayan transcurrido 4 meses desde la aplicación de la tercera dosis.

Expertos médicos del Ministerio de Salud avalaron la aplicación de una cuarta dosis desde hace dos semanas, pero el director general de la dependencia, Najman Ash, limitó su uso en días recientes solo en personas inmunodeprimidas y en instalaciones geriátricas.

Con esta decisión, en medio de un repunte en curso de contagios, Israel vuelve a ser pionero a nivel mundial en la aplicación de dosis de refuerzo de la vacuna COVID-19, como ocurrió con la aplicación de la tercera dosis en agosto de 2021.

“Hago un llamado a todos los que sean elegibles para la cuarta dosis que vayan a vacunarse. Estamos hablando principalmente de los adultos mayores”, exhortó Bennett.

El anuncio fue realizado por Bennett durante una rueda de prensa en la que presentó la situación de Israel ante la quinta ola de COVID-19 en curso en el país causada por la variante Ómicron.

Bennett aseguró que la variante Ómicron es una que se comporta de manera diferente a las anteriores y que esto ha requerido que Israel se adapte respecto a todo lo aplicado en olas previas.

El mandatario reiteró como una buena decisión las medidas tomadas por Israel a finales de noviembre que implicaron la prohibición de ingreso a extranjeros y nuevas restricciones en aislamiento como pasos que le dieron tiempo al país para prepararse ante esta ola de COVID-19.

Indicó que los hospitales se han preparado para un alza en las hospitalizaciones y que ante esto la llegada del medicamento Paxlovid de Pfizer es visto como una nueva herramienta que será útil para el personal médico.

El primer ministro estimó que para fines de esta semana podrían superarse los 20,000 nuevos casos de contagio de COVID-19 en un día y que para el pico de esta ola podría llegarse incluso a los 50,000 casos por día.

No obstante, Bennett reiteró que el objetivo de su gobierno sigue siendo tener abierta y en funciones lo más posible la economía, sin recurrir a nuevas duras restricciones, a la par de ofrecer la protección necesaria a todos los ciudadanos, especialmente, a los más vulnerables.

“Estos números son muy altos, pero la buena noticia que hemos aprendido del mundo es que si uno se vacuna como es necesario, uno está protegido en gran medida de un cuadro grave de la enfermedad incluso si te contagias”, dijo.

Bennett también informó que el gobierno está trabajando para solucionar el problema de la saturación de los establecimientos de pruebas COVID-19 que se ha presentado recientemente a lo largo del país.

Como parte de las medidas para reducir la carga de trabajo en los establecimientos, indicó que se ubicarán estaciones de pruebas en las escuelas dirigidos para los alumnos y el personal docente.

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