Enlace Judío – Un destacado experto en salud que asesora al gobierno israelí previó hoy que una de cada tres o cuatro personas se contagiará con la variante Ómicron de COVID-19 en las próximas tres semanas, al tiempo que alertó sobre la posible escasez de pruebas, informó The Times of Israel.

Según los datos del Ministerio de Salud, el sábado se confirmaron 4,197 nuevos casos, con una tasa de resultados positivos que ascendió al 4.57%. Los contagios diarios en Israel han pasado de menos de 1,000 nuevos casos hace unos 10 días a casi 5,500 el viernes. Los casos activos casi se han triplicado en una semana hasta alcanzar los 31,958. El total de casos confirmados desde el inicio de la pandemia se acerca a 1.4 millones.

Sin embargo, se ha observado un aumento más moderado en los casos graves, pasando de 77 el 22 de diciembre a 110 este domingo. El número de muertes se mantuvo en 8,244. Desde el 21 de diciembre se han producido cuatro muertes relacionadas con COVID-19 en el país.

El primer ministro Naftali Bennett estimó que pronto habrá decenas de miles de contagios diarios. Durante la reunión semanal del gabinete defendió las restricciones de viaje impuestas en las últimas semanas, diciendo que la medida retrasó la llegada de Ómicron y permitió a Israel estudiar los brotes de contagio en Sudáfrica, Reino Unido, Estados Unidos y otros países”.

“Nuestro objetivo es siempre el mismo: permitir que la economía funcione lo más plenamente posible, protegiendo al mismo tiempo a la población más vulnerable”, señaló Bennett, y añadió que el gobierno está discutiendo posibles soluciones a la escasez de pruebas y la saturación de las instalaciones.

Sugirió que Israel podría tener que cambiar las pautas de quién puede someterse a las pruebas debido a una posible escasez, un fenómeno que, según dijo, se está produciendo en todo el mundo.

En un informe oficial entregado al gabinete de coronavirus y en una serie de entrevistas a medios locales, el profesor Eran Segal, del Instituto Weizmann, estimó que entre 2 y 4 millones de la población total de Israel, que es de unos 9.5 millones, se contagiará por Ómicron, pero el número de casos graves simultáneos no superará el récord actual, que es de unos 1,200.

Segal instó a israelíes que no han recibido la vacuna de refuerzo a que las reciban, en base a nuevos datos de Reino Unido indicando que la tercera dosis de la vacuna aumenta la protección contra la hospitalización por Ómicron del 52 al 88 por ciento.

En declaraciones a la Radio del Ejército, Segal dijo que “a partir de un determinado momento,cuando se registren 20,000 o 30,000 casos diarios, nos olvidaremos de las cifras porque no contamos con suficientes pruebas. Los centros de pruebas están colapsando”.

“Lo que ocurrirá, como lo que sucede en todo el mundo, es que las restricciones que en cierto modo funcionaron contra otras variantes simplemente serán ineficaces contra Ómicron, y el freno llegará cuando casi todos los que podrían contagiarse contraigan la enfermedad. Esto llevaría unas tres semanas antes de que las cifras empiecen a bajar”, dijo a Ynet.

Aunque no mencionó el término “inmunidad de rebaño”, sus estimaciones parecen coincidir con las observaciones del director general del Ministerio de Salud, Najman Ash, de que Israel podría alcanzar la inmunidad de rebaño durante la ola de Ómicron, pero que “no queremos que esto ocurra por contagios, sino por la vacunación de mucha gente”.

La lógica es que los infectados con Ómicron son los más protegidos contra un nuevo contagio, y si un porcentaje suficientemente grande de la población está protegida, llevará al fin del brote, al menos hasta que una nueva variante comience a propagarse o hasta que esa inmunidad disminuya con el tiempo.

Mientras tanto, expertos del Instituto Gertner y del Technion en Haifa presentaron varios escenarios al ministro de Salud, Nitzan Horowitz, a funcionarios de la dependencia y a directores de hospitales, el más extremo de los cuales es que el 99% de la población se contagiará por Ómicron.

Incluso bajo este escenario, que requeriría que el número de personas que infecta cada portador de COVID-19, llegara a 3, no se estima que la cifra de casos graves aumentaría de forma similar. En el mejor de los casos, habría entre 1,250 y 1,750 pacientes graves, ligeramente por encima del récord actual. Según estimaciones más pesimistas, habría entre 2,000 y 2,750 casos graves, lo que representaría una enorme presión para el sistema sanitario.

Mientras tanto, los hospitales reportan una sobrecarga debido al brote de gripe existente y el creciente número de miembros del personal en cuarentena.

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