“Me alegra saber que cristianos y judíos, muchos caminamos juntos en la misma lucha contra la intolerancia y el favor de la tolerancia, contra la esclavitud y a favor de la libertad. Contra el odio y a favor del amor. Amor al prójimo” dijo Pilar Rahola, en webinar de KKL.

Enlace Judío México e Israel – Como si nos encontráramos en los primeros años de la Era Cristiana, millones de personas son perseguidas y a menudo asesinadas por profesar su fe en Cristo. Al respecto habló con lucidez y elocuencia Pilar Rahola, en un evento presentado por Keren Kayemet, vía internet, para todo el mundo.

Los cristianos son el grupo humano más perseguido del mundo en este momento, aseguró la escritora y activista Pilar Rahola, en una teleconferencia auspiciada por Keren Kayemet LeIsrael, la tarde de este 13 de enero de 2022, e hizo énfasis en lo absurda que suena la afirmación, ya lejos de aquellos primeros años del cristianismo.

Rahola era escuchada, entre otros, por el embajador de Israel en México, Zvi Tal, por Hernán Felman,  Vicepresidente mundial del KKL, Andrés Slovik y Nissim Shasho, presidente y director de KKL México y  de  Aaron Cortés Hernández, de la Iglesia Cristiana Interdenominacional en México.

Dos caras de un mismo monstruo

La cristianofobia y el antisemitismo caminan de la mano, son “dos caras de un mismo monstruo”, dijo Rahola, quien acaba de publicar un libro en el que realiza un extenso recuento de la persecución que sufren los cristianos, particular pero no exclusivamente en los países islámicos: S.O.S. Cristianos.

Citando cifras de la organización Open Doors, Rahola aseguró que 340 millones de personas de fe cristiana viven distintos escenarios de persecución, discriminación y violencia, que van de lo sutil a lo severo, de ser mirados con recelo a morir como en Nigeria, donde 2,000 cristianos son asesinados cada año por razones de odio.

“Lo primero que me atrevería a decir sobre la cristianofobia es que camina en paralelo al antisemitismo. Son dos cabezas de una hidra monstruosa que tiene que ver con el pensamiento único, con la intolerancia, con el odio a las libertades y con la falta absoluta de respeto a la dignidad del ser humano en su fe, en su creencia, en su voluntad o en su identidad.”

La lista negra

Países regidos por leyes islámicas pero también naciones como la India encabezan la lista negra de países en los que ser cristiano es un peligro mortal. Somalia, Afganistán, Paquistán, Libia, Nigeria… Pero también Corea del Norte, número uno en la lista, donde el culto a la identidad del líder supremo no permite ningún espacio para ostentar otro tipo de fe, ideal o identidad.

Pero no solo desde el islamismo radical o desde la tiranía se ejerce la cristianofobia. Según Rahola, el “progresismo dogmático”, típicamente hallado en la izquierda europea, ejerce un odio no siempre silencioso contra el cristianismo y tiene también claros tintes antisemitas.

Una lucha compartida

“Hoy estamos aquí cristianos, personas como yo, educadas en el catolicismo, por tanto cristiana, pero además, con todo el peso evangélico que nos acompaña y judíos de la mano luchando contra lo mismo y a favor de lo mismo, luchando contra la intolerancia y las ideologías de la intolerancia y luchando a favor del derecho a creer, a ser, a estar y a vivir y convivir en paz.”

Aunque el pueblo judío “no ha tenido ni un año de descanso en el estigma antisemita”, son los cristianos quienes, en número, sufren hoy en día la peor persecución, aseguró Rahola.

Limpieza étnica

“En la India cada día se producen decenas de agresiones a símbolos, lugares o personas que tienen que ver con el cristianismo”, narró Rahola. “Es un tema muy preocupante. Tiene que ver con el ultranacionalismo hinduista de corte, muy antiislámico, por supuesto, pero con el Islam no se atreven tanto. Y entonces se ha demostrado profundamente anticristiano también, porque toda la labor que hacen las comunidades cristianas en favor de los más desfavorecidos va en contra de las clases de clanes y de alguna forma rompe el status quo.”

La experta señaló también la persecución que sufren los misioneros y otros cristianos que realizan labores sociales en países productores de drogas. Según Rahola, las obras sociales que emprenden los cristianos hacen sentir amenazados a los criminales y los llevan a atentar contra sacerdotes, pastores y líderes religiosos católicos o evangélicos.

El silencio de mundo ante escenarios tan cruentos, dijo la autora, es una forma de complicidad. “Si los datos están ahí, si hemos visto cómo han sufrido limpieza étnica los caldeos, los asirios, los coptos, cómo ha habido voluntad de hacer desaparecer comunidades religiosas que llevan 2000 años de historia a sus espaldas… Muchos de ellos que aún hablan arameo o que incluso, en el caso de los coptos, hablan en el egipcio antiguo, al menos en los rituales religiosos.

Hablamos de comunidades enormemente ricas en patrimonio religioso, en patrimonio de fe y en patrimonio cultural, en patrimonio de la humanidad. ¡Cómo estos colectivos humanos que llevan 2000 años de historia a su espalda, hoy por hoy están en una situación tan crítica y en tantos países del mundo, tan brutal y severamente perseguidos! Y ¿cómo es que no es un escándalo?”

El silencio, esa otra forma de la mentira

Para Rahola, debería de publicarse decenas de libros como el suyo para dar cuenta de una situación inaceptable desde el punto de vista moral. Sin embargo, su libro es noticia justamente porque no abundan quienes hayan dedicado tanto empeño en hacer notar un escenario tan lacerante.

Al igual que la cristianofobia, el antisemitismo, abierto o velado, sigue reinando en el mundo milenios después, y los diarios, los noticieros y los líderes guardan al respecto un silencio equivalente.

“Cuando hablamos del antisemitismo o cuando hablamos del debate sobre Israel, el pueblo de Israel” nos preguntamos “¿cómo es posible que Israel sea una democracia que lucha contra todos los enemigos posibles para sobrevivir, que a pesar de todo ha conseguido ser una democracia solvente, económicamente activa y próspera y que además da una enorme capacidad de bienestar a sus ciudadanos árabes y judíos, pero que vive permanentemente amenaza y hostigamiento?”

Rahola realizó una enérgica defensa de los valores cristianos y judíos en oposición al odio que denuncia en su nuevo libro. “Los valores que hemos heredado los que venimos de la cultura cristiana, que hemos heredado del judaísmo, son valores de luz”, dijo.

“Esos diez mandamientos son la base de la civilización moderna. En realidad son las mismas obligaciones que ya encontramos en las Tablas de la Ley y encontramos (…) y todas las leyes del Levítico. Si tomamos esa cultura judía, que luego también el cristianismo adopta, y esas ideas sencillas y fundamentales, volvemos a fundar la civilización moderna.”

Evangélicos y judíos

Rahola habló de la creciente hermandad entre evangélicos y judíos, de la que este medio ha dado cuenta repetidamente, y la comparó con el odio que ambos grupos despiertan entre sus detractores, ya sean islamistas radicales, intelectuales de izquierda dogmáticos, líderes tiránicos, criminales y otros grupos.

También se refirió a la aparente indiferencia mostrada por los jerarcas católicos frente a la persecución que sufren sus propios adeptos en países donde son minorías. Dijo que el Vaticano es un poder y al poder “le incomoda enfrentarse contra otros poderes.”

“Yo soy del Barsa, Fútbol Club Barcelona. He visto con mucha pena cómo mi equipo ha ido a hacer un partido de la Supercopa con el Madrid en Arabia Saudita, un país donde las mujeres no tienen ningún derecho garantizado”, confesó.
“Pero todos contentos porque el fútbol compra las voluntades y pronto vamos a hacer un gran campeonato en Qatar, país que ha construido sus estadios con esclavitud y por supuesto, además, como bien sabemos, ha financiado y ayudado a” grupos terroristas.

“Este es el modelo que tenemos”, se lamentó Rahola. “Me alegra saber que cristianos y judíos, muchos caminamos juntos en la misma lucha contra la intolerancia y el favor de la tolerancia, contra la esclavitud y a favor de la libertad. Contra el odio y a favor del amor. Amor al prójimo”, concluyó.

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