Enlace Judío – El profesor Eran Segal, un destacado asesor del gobierno en políticas de COVID-19, dijo el lunes que la variante Ómicron podría marcar el final de la pandemia tal como se ha experimentado en los últimos dos años, informó The Times of Israel.

Cuando el Canal 12 lo cuestionó sobre si Ómicron “acabará al coronavirus”, Segal respondió: “Esa es realmente la gran pregunta a la que todos queremos respuesta. Se puede evaluar que sí, y la esperanza es que sí [lo hará]”.

La variante Ómicron, cuyos estudios han demostrado que generalmente conduce a una infección menos grave que la variante Delta, particularmente entre aquellos que han sido vacunados, ha generado esperanzas largamente esperadas de que el COVID-19 está comenzando a pasar de ser una pandemia a una enfermedad endémica más controlable, como la influenza estacional.

“Pero hemos aprendido una y otra vez, en los últimos dos años, que este virus puede engañar y sorprender. Puede haber variantes adicionales. Pero cuanto más tiempo pasa, mejores son nuestras herramientas para combatirlo”, dijo.

“Tenemos medicinas ahora. Tenemos las vacunas. Habrá inmunidad natural de quizás más de la mitad de la población en Israel y otros países. Todas esas cosas, uno puede esperar, ayudarán a terminar con el coronavirus, al menos como la pandemia que conocemos en los últimos dos años”, agregó Segal.

Los datos del Ministerio de Salud publicados este lunes mostraron 83,739 nuevos contagios confirmados el domingo, rompiendo el récord anterior de casos diarios establecido el jueves, que estuvo cerca de los 75,000. Con más de 437,000 pruebas de PCR y de antígeno realizadas el domingo, la tasa de positividad se situó en el 22.21%.

Por el momento hay 550,751 casos activos de COVID-19 en Israel, con 2,161 hospitalizados, 817 de ellos en estado grave y 165 intubados a ventilación mecánica. Hace una semana, los casos graves eran 459 y hace dos semanas la cifra era de solo 215.

Durante las últimas dos semanas, más de 850,000 israelíes dieron positivo por COVID-19, y los expertos creen que la cifra real podría ser varias veces mayor.

La semana pasada, 126 israelíes con COVID-19 murieron, un aumento del 106.6% con respecto a la semana pasada, lo que elevó el número total de muertes desde el comienzo de la pandemia a 8,481. Hace un mes, el promedio semanal de muertes era inferior a 10.

El domingo se registraron 183 nuevos casos graves de COVID-19, un pico diario durante la ola actual y un máximo no visto desde enero de 2021.

El director general del Ministerio de Salud, Najman Ash, instruyó a los directores de hospitales el lunes a prepararse para un posible retraso en otros tratamientos no urgentes.

En una carta a los directores de hospitales de todo Israel, Ash dijo que deberían estar preparados para una afluencia de pacientes con COVID-19 y deberían despejar las camas para hacer espacio, incluso en las salas que no están dedicadas al tratamiento de COVID-19.

Segal dijo que, si bien cree que Israel se está “acercando el final de esta ola”, la posibilidad de infectarse ahora “es la más alta desde el estallido de la pandemia”. Dijo que contagiarse de COVID-19 “no es inevitable; estos son los días en los que debemos tener cuidado, en particular aquellos que están en alto riesgo”.

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