Enlace Judío.- El aeropuerto de la capital turca, Estambul, cerró debido a las condiciones climáticas mientras equipos de emergencia con quitanieves luchan para llegar a los automovilistas atrapados en las carreteras, informó The Times of Israel.
Los equipos de rescate avanzaban el martes con los esfuerzos para despejar las principales vías en Estambul y sus alrededores obstruidas por una tormenta de nieve masiva que azotó la megaciudad y dejó a innumerables personas y vehículos varados durante la noche en condiciones bajo cero.
Se espera que el fuerte temporal de frío, denominado Elpis, azote a Israel el miércoles cuando el país ya vio caer nieve en las regiones montañosas y del norte la semana pasada, mientras la lluvia empapaba las zonas más bajas.
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Se pronostica que comenzará a nevar en el norte, luego se extenderá hacia el sur durante el día, asentándose en áreas de gran elevación. Se ha pronosticado que la capital Jerusalén recibirá hasta 20 centímetros de nieve.
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— TÜRKİYE GERÇEKLERİ (@MstSelanik) January 25, 2022
Junto con una drástica caída de las temperaturas, también se pronostica que fuertes vientos azotarán el país.
En Turquía, las autopistas y carreteras de la ciudad se paralizaron el lunes después de que la tormenta azotara Estambul, una ciudad de unos 16 millones de habitantes que se extiende a ambos lados de los continentes europeo y asiático, acumulando más de 80 centímetros (31 pulgadas) de nieve en algunas zonas.
Los automovilistas varados pasaron la noche en automóviles, abandonaron sus vehículos para caminar a casa o se amontonaron en los metros y otros medios de transporte público. Unos pocos afortunados fueron rescatados y llevados a hoteles.
El Centro de Coordinación de Desastres de la ciudad, o AKOM, dijo que un sistema islandés de baja presión está detrás del frente frío y las precipitaciones que afectan a la mayor parte del país. La tormenta también causó estragos en la vecina Grecia, entorpeciendo el tráfico en Atenas y dejando fuera de servicio a la mayor parte del transporte público.
Se pronostica que las ráfagas continúen hasta el miércoles. El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, dijo que es probable que haya más nevadas fuertes el martes por la noche.
Los equipos de AKOM y otras unidades trabajaron durante la noche para despejar carreteras y caminos nevados, pero los vehículos abandonados obstaculizaron sus operaciones. El gobernador de Estambul, Ali Yerlikaya, instó a los automovilistas a regresar a sus vehículos y moverlos.
La suspensión de vuelos dentro y fuera del aeropuerto de Estambul el lunes se extendió hasta la 1 p.m. martes (1000 GMT) por preocupaciones de seguridad, mientras que la oficina del gobernador prohibió el uso de automóviles privados hasta la misma hora. El segundo aeropuerto de Estambul, Sabiha Gokcen, operaba servicios limitados.
“Nada se mueve. Los quitanieves ni siquiera pueden alcanzarnos”, dijo Ahmet Odabasi, de 40 años, uno de los miles de viajeros varados durante la noche en una carretera al oeste de Estambul, dijo a The Associated Press por teléfono.
“He estado atrapado aquí durante 12 horas. Tengo suerte de tener gasolina, comida y agua”, dijo el automovilista, que conducía hacia Estambul desde la ciudad de Edirne, cerca de la frontera con Grecia.
El gerente de AKOM, Selcuk Tutuncu, dijo a AP que se han utilizado 40.000 toneladas de sal desde el comienzo de la tormenta.
“En este momento hay más de 1.500 vehículos y más de 7.000 personas trabajando en el campo sin parar”, dijo Tutuncu.
El lunes, las autoridades de Estambul suspendieron los servicios de autobuses interurbanos y bloquearon los viajes a la ciudad desde la región de Tracia, en el noroeste de Turquía.
El municipio ha brindado refugio a unas 1.500 personas sin hogar. Otras 1.500 personas varadas en una terminal de ómnibus por la suspensión de los servicios interurbanos fueron trasladadas a hoteles u hostales.
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