Enlace Judío – Al abordar los recientes aumentos de precios en los bienes de consumo, la gasolina y la energía eléctrica, el primer ministro Naftali Bennett prometió este domingo implementar acciones destinadas a reducir el costo de vida en Israel, informó The Times of Israel.

“Una cosa siempre baja los precios y mejora el servicio al consumidor: la competencia”, dijo Bennett durante la reunión semanal del gabinete del domingo, y agregó que tiene la intención de presentar pronto al público israelí un plan integral que reducirá los costos de vida.

“Más allá de cualquier acción a corto plazo que se pueda tomar, la solución radica en identificar aquellos espacios donde no existe competencia y crear competencia dentro de ellos”, dijo Bennett. “Esto requerirá de todos los ministros del gobierno. Necesitamos flexibilizar la regulación y abrir el mercado a la competencia”.

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Posteriormente, el primer ministro se reunió con el ministro de Finanzas, Avigdor Lieberman, y con expertos financieros para discutir los pasos prácticos necesarios para implementar dicho plan.

Luego de la reunión, se decidió que el Ministerio de Finanzas presentará un plan nacional para combatir el costo de vida en Israel tan pronto como la próxima semana.

Bennett asegura que el gobierno enfrenta una oportunidad única de “ser valiente y abordar estas fallas estructurales a largo plazo que han llevado a una década de aumentos de precios”. Agregó que esto esencialmente significa reducir el impacto que tienen los cabilderos y accionistas en el proceso de toma de decisiones.

Pero a pesar de la aparente confianza de Bennett en la capacidad de su gobierno para abordar de manera efectiva el tema candente, algunos ministros han dicho que podría ser más difícil de lo que espera.

El jefe del partido Meretz y ministro de Salud, Nitzan Horowitz, señaló que, si bien la competencia es teóricamente una buena política para fomentar, podría dar lugar a falsos pretextos.

“La competencia también se puede presentar falsamente”, dijo durante la reunión del gabinete. “Actualmente tenemos muchas cadenas de minoristas y no compiten, coordinan precios entre ellas. Supervisar los costos no debe ser una mala palabra”, afirmó.

Lieberman ha argumentado que el costo de vida en Israel es relativamente bajo, en comparación con otros países. “La tasa de inflación en Israel es aproximadamente la mitad de lo que es en países similares, y más baja que la de Estados Unidos y Alemania”, dijo.

En una entrevista concedida a la cadena Kan este domingo, Lieberman argumentó que “Israel está entrando en 2022 en una buena situación. Está creciendo más rápido que todos los países occidentales”.

Sin embargo, admitiendo que la clase media israelí soporta la mayor parte de la carga financiera del país, Lieberman ha declarado que su objetivo es fortalecer la clase media, citando la campaña parcialmente exitosa encabezada por los ministerios de finanzas y economía para convencer a los principales fabricantes e importadores de que pospongan aumentos de precios.

Algunos de los fabricantes y distribuidores de alimentos más grandes de Israel anunciaron aumentos de precios en una amplia gama de bienes de consumo en los últimos meses, incluido Osem-Nestle, así como gigantes internacionales de importación como Diplomat y Schestowitz.

Los aumentos estaban programados para aumentar los costos de productos como la catsup, la pasta, el arroz, los productos de limpieza para el hogar y mucho más en varios shekels en algunos casos.

Lieberman y la ministra de Economía, Orna Barbivai, enviaron cartas de advertencia a los jefes de las principales empresas y minoristas de alimentos en Israel, instándolos a revertir sus decisiones de aumentar los precios de los productos alimenticios este año, citando ingresos financieros recientes y bonos ejecutivos, así como las dificultades económicas generadas por el COVID-19. También advirtieron que podrían echar un vistazo más de cerca a las prácticas comerciales de los gigantes alimentarios.

Las advertencias de los ministros y la presión pública en las redes sociales parecieron funcionar, y varias empresas importantes pospusieron o cancelaron las alzas planificadas.

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