Enlace Judío México e Israel- Entre sollozos, la madre de Karla Naon recordó la carta que le llegó a su hija:

“‘(Tu actitud) transmitió el grito de muchas mujeres y niños que entraron a los hornos.’ Cuando la vi, la leí tres veces y hasta ahorita lloro. Está muy fuerte.”

La carta, cuenta la madre para Enlace Judío, provenía de Yad Vashem México (una Asociación cuya misión es preservar la memoria de las víctimas del Holocausto), la cual iba dirigida a su hija quien, en primera persona, vivió lo que muchos judíos del mundo a lo largo de la historia han tenido que pasar: ser víctimas de comentarios o actos antisemitas (y en este caso de su misma profesora).

Y sin saber lo que significaría para la comunidad judía, Karla Naon había hecho algo significativo: ser la voz de quienes no pudieron alzarla durante el Holocausto por la represión al judaísmo.

-Si hubiera dicho cualquier otra cosa (la maestra), otro chiste, otra cosa, no sobre los hornos ni los gritos, creo que no hubiera pasado esto de la forma cómo sucedió. Es una parte muy dolorosa que no lo abordamos en ninguna casa porque lo tenemos vivo…

Yo creo que Karla —expresó reflexivamente la madre— alzó la voz para cualquier raza, religión, cualquier inclinación sexual, para todo. Fue la voz de mucha gente… levantó la voz para miles y millones de personas.


México se estremeció el día que en una red social se subió el video donde una profesora de derecho contaba un “chiste” que vinculaba la burla con el genocidio causado por el Holocausto en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, donde más de seis millones de judíos perdieron la vida.

Esto no había llamado abruptamente la atención antes, pero esta vez, una alumna judía de esa misma clase, Karla Naon, mostró su desaprobación ante lo acontecido y se retiró consternada del aula virtual, sin saber que el suceso quedaría como un registro del antisemitismo vivo que hay en México.

Este “chiste”, el cual se considera como “solo una broma fuerte o de mal gusto”, en realidad es un discurso antisemita (que muestra hostilidad o prejuicios hacia los judíos, su cultura o su influencia), el cual representa, según investigadores, un síntoma de la situación de discriminación social, racial y religiosa que vive todo el país, un tema del que se ha hablado mínimamente durante cientos de años.

De acuerdo con Olivia Gall, investigadora titular del Centro de Investigaciones Interdisciplinaria en Ciencias y Humanidades de la UNAM en entrevista para Enlace Judío, el antisemitismo en el país es un asunto de desconocimiento sobre el tema, pero todo parte desde que en la educación no hay información que nos enseñe sobre la discriminación, el racismo y antisemitismo que, al final, da origen a una descalificación a los judíos que se les considera radicalmente distintos desde una perspectiva  religiosa, étnica, de origen o, incluso, racial. Pero se habla tan poco sobre este problema que hace pensar a la gente que en México esto no existe.

“En 2018 hicimos una investigación (con un grupo muy grande) sobre educación primaria: racismo y xenofobia en México (basada en los libros de texto). Pero es que no es solo el tema de los judíos y del holocausto, sino que simplemente no hablan de racismo prácticamente en nada. Revisamos libros de texto, incluso alguno que era del periodo Porfiriano, hasta nuestros días.

“¿Y qué nos encontramos? Que, en los libros de texto en nuestro país, a lo largo de la historia, incluso en tiempos recientes, no se les enseña a los niños y las niñas de México que hay un fenómeno mundial, pero también nacional, que se llama racismo, y que esto afecta y hace sufrir a mucha gente”, señaló.

Cuando el racismo y el antisemitismo convergen

El régimen nazi  practicó un antisemitismo a ultranza, que se traduce como un racismo tan radical y violento que llegó hasta a ejecutar en la práctica el intento genocida de desaparición física y cultural del pueblo judío.

Los alemanes fundaban su antisemitismo a través de un discurso racista, el cual decía que “los judíos eran una raza débil, peligrosa e inferior que no pertenecía a Alemania”, por lo que las ideas de Hitler y los nazis eran racistas, según el artículo “¿Es el antisemitismo una forma de racismo?“, publicado en la página web del museo Anne Frank House, en Ámsterdam, Países Bajos.

Por otro lado, en el artículo La Ciudad de México contra el antisemitismo, publicado por el Consejo Para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la CdMx (Copred), relata que el periodista Wilhelm Marr a mitad del siglo XIX fue uno de los primeros en utilizar la palabra antisemitismo, y el primero en definir a los judíos como una raza sin tocar el tema religioso.

Aunque ya se ha establecido que la los seres humanos somos todos de una misma especie, la especie homo sapiens, y que, en términos biológicos, las razas no existen, en realidad sí existe porque seguimos viviendo como si realmente estuviésemos divididos por razas inferiores y superiores.

Además, existe una clara  conexión entre racismo y antisemitismo, ya que, al descalificar un segmento de la población por sus pertenencia a una supuesta “raza inferior”, se le rechaza no sólo por sus características físicas, sino por otros de sus rasgos, como su pertenencia étnica, su origen geográfico, sus rasgos culturales o  religiosos.Por lo que enseñar de dónde se origina y cómo se comporta la discriminación y el racismo en México, puede ayudar a entender por qué también se produce el antisemitismo y qué formas adopta este

Un racismo oculto

“En México practicamos toda forma de discriminación, muchas veces sin darnos cuenta de cómo lo hacemos. Y cuando digo que no discriminamos, es porque lo ejercemos al mismo tiempo de diversas formas discriminatorias; y en nuestra vida social la distinción de clase y status socioeconómico se mezcla con la discriminación por aspecto físico, por ‘raza’ (aunque eso no existe)”, entre otras cosas, acusó Federico Navarrete, investigador del Instituto de Investigaciones Histórica de la UNAM.

“Cuando se habla de racismo en México (hasta lo ha dicho Enrique Krauze) aseguran que realmente es clasismo —añadió—. Pero en la práctica ambas discriminaciones se combinan de una manera que no se distinguen. Por ejemplo, el término común ‘naco’ es racista y clasista al mismo tiempo. Y ‘güero’ es una palabra que establece posición más alta socioeconómica, pero que también se asocia con un aspecto físico.”

El racismo es, en todo el planeta, un fenómeno que nació propiamente a fines del Siglo XVIII o principios del XIX, cuando se crearon los Estados-nación modernos.

Pero el racismo en México, comentó Gall, se remonta desde que se funda el país, cuando los grupos en el poder político y cultural construyen un discurso y un proyecto ideológico que reza que este país tendrá, como su esencia étnica y racial, el mestizaje entre “indios” y españoles, lo que ha hecho pensar a la población mexicana que este problema no existe, ya que somos mestizos, por lo que no se ha abordado este tema como una problemática social.

“México nació como un país moderno, con la creencia de que ‘somos un país no racista’. Pero ¿por qué no lo somos? ¿Por qué se nos ha enseñado eso? Porque el sistema educativo nos ha dicho que no puede ser considerado racista un país que funda su identidad nacional sobre la base de la mezcla de sangres y culturas.

“Entonces, cuando México dice que ‘Nosotros no vamos a ser así; vamos a ser mestizo’, toda la población aprende, y por más de dos siglos, que México no puede ser racista por definición. Por ello, ha sido muy difícil decir que “que debajo de ese manto se ha escondido un racismo muy fuerte”, no solo en contra de pueblos indígenas, sino también afrodescendientes y otro tipo de poblaciones y minorías… como los judíos”, explicó la investigadora.

Tan solo la Encuesta sobre discriminación en la Ciudad de México 2017 (EDIS) hecho por el Copred, apuntó que 12 por ciento de la gente opinó que las personas de piel morena pertenecen a un grupo de situación de discriminación. Sin embargo, es importante señalar que los judíos no se encontraban entre dichos grupos, en comparación al mismo estudio del año 2013, en el que se mostraba que la mitad de la capital consideraba que se discriminaba a las personas que profesan el judaísmo. Pero se desconoce el porqué de su exclusión en los estudios más recientes.

El antisemitismo mexicano aún desconocido

“Fue por ignorancia totalmente… En mi caso, el comentario de mi profesora fue por ignorancia —aseveró Karla—. No estoy diciendo que todos los comentarios que provienen de profesores y de las aulas provienen del desconocimiento, porque muchas veces si vienen de antisemitismo, y hay que tratarlo como tal; pero otras probablemente sí son por ignorancia, dado que la gente no sabe en realidad qué fue lo que pasó y el impacto que tiene para nosotros el Holocausto.

De acuerdo con una encuesta realizada por Enlace Judío a 30 personas en Ciudad de México, solo 4 de cada 10 aseguraron que sabían lo que era el antisemitismo. Además, solo la mitad sabía sobre el Holocausto y el problema acontecido en la Segunda Guerra Mundial entre los judíos y los nazis. Aunque, relativamente, más gente, 60 por ciento, conocía sobre el trato que tuvieron los judíos en los campos de concentración

Según los investigadores, los temas del antisemitismo y del Holocausto no se enseñan en México, lo que ha provocado que la gente no crea o niegue lo sucedido. Pero esto ha sido por falta de información desde las escuelas y, en general, falta de memoria histórica en la sociedad

“Sí sentimos que muchos de los comentarios de la negación son sin base; la mayoría no tanto por maldad, sino por falta de conocimiento”, dijo Nina Medrez, presidente de la Asociación Yad Vashem de México, en entrevista para Enlace Judío.

Uno de los pasajes históricos de México que no se habla lo suficiente es sobre cómo durante los años de la Segunda Guerra Mundial, el país le negó acceso al territorio a 27 nacionalidades, pueblos, etnias, religiones o razas que “no eran bienvenidos en este país, porque no era asimilable al mestizaje mexicano”, dijo Gall, quien es doctora en Ciencias Políticas por el Instituto de Estudios Políticos en Francia.

Y entre esos 27 grupos estaban los que venían de China, las personas de piel negra, sin importar su nacionalidad, y gente de todo Medio Oriente, y Europa Oriental: los judíos. “Estos eran los tres grupos más denostados.”

Daniela Gleizer, en su texto El exilio incómodo. México y los refugiados judíos, descubrió cómo en la época del nazismo, entre 1933 y 1945, México, al igual que otros países, solamente dejó entrar de manera legal a mil 850 judíos. Pero esta parte de la historia no se aborda actualmente, que ha hecho que la gente lo olvide.

“¿Qué es lo que hay en los libros de texto acerca de los judíos? —cuestionó Gall—. Pues yo diría que una enorme ausencia. Me acuerdo algún libro de historia o de ciencias sociales en los años 70’ 80’, que les decía a los niños: ‘Ustedes tienen que saber que en el mundo todos somos diversos y que no hay ningún niño o adulto que sea más o inferior a otro. No importa si hablan distintas lenguas, religiones o vienen de distintos países. Todos debemos querernos y ser solidarios.

“De pronto hay mensajes de ese tipo, que debemos respetar la diversidad cultural de este país y étnica, pero se habla mas bien de pueblos indígenas. Pero con respecto al pueblo judío, yo diría que prácticamente hay una ausencia total de educación al respecto”, indicó.

Un párrafo de historia para el Holocausto

Medrez explicó que, en los libros de texto obligatorios, la SEP nunca manejó los temas del Holocausto. “No es que no se supo, porque si revisamos los periódicos de la época, había una cobertura bastante amplia de los sucesos. Sin embargo, si no se concientiza desde chicos, cuando una sociedad permite que parte de su población se margine de esta manera, siempre los resultados son trágicos.

“(…) Yo no sé a qué se debe (que no se enseñe en el sistema educativo mexicano), o a qué política educativa. Creo que la nueva versión de libros de texto gratuitos sí hay una mención, pero no sé por qué no se ahonda en el tema”, opinó la presidente de Yad Vashen.

Enlace Judío tuvo acceso al libro de texto gratuito de la SEP, Historia I (2020), de primer año de secundaria para investigar la información que tenía el capítulo sobre la Segunda Guerra Mundial respecto al Holocausto, y lo que se encontró fue solo un párrafo que decía lo siguiente:

“Al pueblo judío le aplicaron disposiciones extremas: lo humillaron públicamente, lo obligaron a usar vestimenta marcada para reconocerlo, le prohibieron caminar libremente por las calles y se apropiaron de sus propiedades o negocios. Esto culmino con el holocausto, uno de los peores genocidios de la historia contemporánea contra un pueblo. Se calcula que entre 1942 y 1945 fueron exterminados seis millones de judíos.”

Selene es una estudiante de 13 años que cursa actualmente el segundo año de secundaria, y contó para Enlace Judío que lo único que recuerda que le enseñaron en clase sobre este periodo de la historia fue que “mataron a judíos en el holocausto sin hablar de un contexto… Sabía que fueron millones, pero eso fue todo… Creo que es una parte importante de la Segunda Guerra Mundial como para no haber tocado el tema”, expresó.

Se intentó contactar a la SEP para que diera su punto de vista respecto a por qué no se agrega más información del Holocausto en sus libros de texto, pero no hubo respuesta alguna.

Concientización de los niños sobre el holocausto

Medrez explicó que, aunque se perdió un tercio de la población judía, en total fallecieron 80 millones de persona, por un suceso bien organizado, apoyado por los mismos gobiernos de los países, a tal punto que está documentado con textos y fotografías tomadas por los mismos alemanes, por lo que es difícil negar su existencia.

“Nada más se trata de llevarlo al conocimiento de la gente, que esta situación existió. ¿Y cuál es la idea? Tratar de que no vuelva a suceder. Porque si nosotros volteamos la cara para otro lado, y decimos ‘a mí no me toca’, el día de mañana sí. Porque salpica a todos… Si hoy en día tenemos los medios para difundir… tenemos que educar a la responsabilidad, a la sensibilidad de lo que sucede a lado nuestro. Esta parte aún tiene mucho trabajo que hacer.

“Yo no pretendo que niños de primaria se expongan completamente a esta historia gráfica, pero definitivamente tienen que saber cuando lleguen a una edad de secundaria y preparatoria”, acotó.

La madre de Karla narró que cuando ella era pequeña, fue con ella y su colegio al Museo de la Memoria y Tolerancia, en CdMx, y se aseguró de no llevarlos de pequeños “no va a ahorrarles (a los hijos) ningún dolor. Yo creo que fue una parte de la historia que no la puedes quitar, ni tapar con un dedo. Sí sería muy importante la sensibilización de los colegios que son y no judíos.”

Entretanto, Gall aseguró que es raro encontrar información del Holocausto en libros de historia de primaria, así como de judíos, musulmanes o pueblos árabes. “Es una educación poco abierta a enseñar a los niños diversidades, más allá de las que provienen originariamente de este territorio.

“(…) Pero claro que a los niños de primaria se les puede enseñar. ¿Por qué no? Es decir, de manera muy didáctica, pero por qué no se les enseñaría acerca de este sufrimiento humano… Hubo un caso de una niña de nueve años que asistió a una marcha de inmigrantes marroquíes en Francia, le hizo millones de preguntas a su papá porque no se le trataba igual. Y la niña fue perfectamente capaz de entender lo que le afectó o le dolió ese día.

“Y le preguntó a su papá lo más pertinente. Un adulto pudo haber hecho peores preguntas que ella… Es importante que los niños lo conozcan y lo sepan identificar (el antisemitismo y el holocausto) para que estén conscientes, incluso siendo ya más adultos, y sepan cómo poder tratar de combatirlo.

“El caso lo de ver cómo se mira a los judíos en este país, hay una cantidad de prejuicios brutales que no se corrigen en el sistema educativo; no se dice explícitamente, y no se enseña que, como todo prejuicio, esto conduce muchas veces a prácticas racistas. Los niños deberían aprender que eso es muy grave. Pero NO se dice”, aseveró.

Un conocimiento para evitar más violencia

Las expertas concordaron en que es urgente que el estado comience a concientizar a su población respecto al antisemitismo, y la discriminación en general, ya que es la única forma en que se puede evitar de que otro suceso así suceda y se evite mayor violencia en el país.

“No se enseña la terrible discriminación que los judíos han sufrido a lo largo de la historia, el antisemitismo, y el Holocausto, hasta hoy en día. Aunque sabemos que hay muchísimo antisemitismo en el mundo y también en nuestro país. Pero tampoco se les enseña a los niños mexicanos que el racismo es algo muy grave. ¿Qué quiere decir racismo? No enseña eso ni siquiera con respecto a los pueblos originarios o esclavizados que llegaron aquí.”, recalcó Gall.

Y añadió que “siempre ha sido urgente (que se enseñe sobre el racismo y antisemitismo). Nosotros llevamos muchos años diciendo que el racismo es un problema serio que hay que reconocer y hay que atacar… Y aunque no haya tantos judíos en este país, tenemos que crear una conciencia de lo qué es el antisemitismo”,

Yad Vashem, durante 11 años, ha impartido cursos de capacitación sobre la Shoá, el Hemshej y Masbirim, en los cuales participado 700 alumnos en total; además, se ha realizado un programa llamado “Adopta una escuela”, en la que cada escuela de la red judía de México y capacitan a una o dos escuelas para capacitar sobre lo que fue el Holocausto. Sin embargo, Medrez aseguró que aún no es suficiente lo que se ha hecho, y falta por hacer más.

“Yo sé que no vamos a poder llegarles a todo el mundo; sé que siempre habrá algún grupo con quien sea imposible dialogar. Pero hay gente con la que se podrá dialogar —explicó Medrez—. Sí es urgente que se eduque sobre estos temas lo más pronto posible. México tiene gente sensible, perceptiva. La idea es concientizarlos, y a través de ello comiencen a reflexionar sobre su propia vida.”

Sin embargo, de no concientizar a la población “se puede esperar más violencia; porque la gente está enojada. Tenemos que entender que estamos en una situación graves: de muerte, pérdidas, se desarticularon familias enteras; pérdidas económicas. Esto nos puede perjudicar a todos. Estamos a tiempo. Nunca es tarde”.

En tanto, la madre de Karla, orgullosa, asegura que lo que sucedió con su hija es el inicio de un cambio que pueda beneficiar a más personas: “Es un parteaguas no solo para la comunidad judía, es un parteaguas para todas las razas, religiones, para todos”, concluyó.

 

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