Enlace Judío – Una activista judía de extrema derecha se sorprendió al enterarse que sus padres biológicos son musulmanes, según un reporte del Canal 13 israelí recogido por The Times of Israel.

Or Leibler, de 22 años, se involucró con grupos de extrema derecha tras la guerra de 11 días del año pasado entre Israel y el grupo terrorista Hamás, que gobierna Gaza, asistiendo a protestas organizadas por Lehava, un grupo judío de extrema derecha que se opone a matrimonios mixtos entre judíos y no judíos, y comparte su ideología extrema influenciada por el difunto rabino Meir Kahane.

A pesar de vivir en el sur del país, cada semana paseaba por la Ciudad Vieja de Jerusalén con una bandera de Israel. Su actividad fue considerada por algunos como un intento deliberado de provocación, algo que ella niega rotundamente.

“En esta época, en el Estado de Israel, ser judío es una provocación”, insiste.

Leibler comparte regularmente videos de sus enfrentamientos con árabes cerca de la Puerta de Damasco, una de las principales entradas a la Ciudad Vieja de Jerusalén, situada al sur del barrio de Sheikh Jarrah, que es un punto de conflicto.

“Todo aquel que apoya a Palestina es un terrorista en potencia”, dijo en una ocasión. “Tengo un problema con los palestinos que no reconocen el Estado de Israel… que no me reconocen como judía que pertenece a este país. Los veo como asesinos a todos los efectos”.

En otro video aparece sosteniendo una bandera de Israel, diciendo que “esta bandera representa el amor y la paz”, mientras le dice a un activista árabe cercano que ondea una bandera palestina que su bandera “representa el asesinato y el odio a los judíos”.

“Van detrás de nuestra sangre, es así de simple”, ha dicho.

Or Leibler fue adoptada de recién nacida, después de que sus padres biológicos, al parecer drogadictos, tuvieran dificultades para mantenerla.

“Los médicos tuvieron que limpiar mi cuerpo de drogas durante dos o tres semanas después de nacer”, afirma.

Sus padres adoptivos, una pareja judía del norte de Israel, le proporcionaron una nueva oportunidad en la vida. Comenta que al ser una niña inquieta, hizo pasar un mal rato a sus padres mientras crecía, “siempre buscando nuevas formas de sobrepasar los límites”.

Aunque describe a sus padres adoptivos como “comprensivos y cariñosos”, se fue de casa a los 18 años y perdió el contacto con ellos: “Después de cumplir los 18, decidí que su camino era diferente al mío”, dice.

Fue entonces cuando decidió unirse a Lehava y poco a poco se convirtió en un miembro activo de la organización.

“Siempre me interesaron los videos publicados por Lehava. Quise levantarme y hacer algo”, comenta y afirma que el verdadero propósito de la organización es “luchar contra la asimilación”.

Leibler decidió buscar a sus padres biológicos tras dar a luz a su hijo a los 20 años, durante su servicio militar obligatorio.

“Quería saber de dónde venía”, dijo al Canal 13.

Nada podría haberla preparado para la siguiente reunión que tuvo con su asistente social, quien le dijo que su padre biológico es musulmán y su madre es judía pero recientemente se convirtió al Islam.

“En ese momento, todo mi mundo se desmoronó”, dijo, al darse cuenta de que era una joven de 20 años, que pronto sería madre soltera, y atravesaba una crisis de identidad.

Leibler afirma que nunca ha tenido nada en contra de los musulmanes o del Islam, pero describe su descubrimiento como un golpe a su identidad judía.

“No puedo describir lo que se siente, lo feliz que soy de ser judía. Es algo que sale de dentro y me hace querer gritar: ‘Soy una judía orgullosa’. No es fácil… Me veía en el espejo y decía: ‘No soy musulmana, es imposible que sea musulmana'”, dice.

“Formaste tu ideología, ya sabes hacia dónde vas, hacia la izquierda o hacia la derecha, y entonces te das cuenta: espera, pero yo no pertenezco aquí”.

Finalmente, la joven decidió conocer a sus padres biológicos, con la esperanza de obtener respuestas sobre su pasado, y quizás su futuro.

Sin embargo, no pudo aceptar las diferencias ideológicas. “No era mi lugar”, dijo al describir su primera visita a la casa de su madre biológica. “Me sentí ajena a ella”.

Afirma que abrazó a su padre “por respeto”, pero que “no había nada más allí”.

Más tarde, recordó haber recibido un mensaje de una amiga, diciéndole que su madre biológica había dejado un mensaje en uno de sus videos en TikTok que decía: “Esta es mi hija, me avergüenzo de ella”.

Según Leibler, el comentario la hizo adherirse aún más a sus creencias. “Fue entonces cuando pasé al siguiente nivel, buscando enfrentamientos”, dice.

Sin embargo, tras convertirse en una joven madre soltera dos años después, Leibler decidió que quiere intentar renovar la relación con sus padres biológicos una vez más. Reunirse con ellos y confrontarlos de nuevo, cerrar el círculo.

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