Enlace Judío.- La Fraternidad Internacional de Cristianos y Judíos, ha promulgado un plan de emergencia en colaboración con sus socios de campo en Ucrania y el gobierno de Israel para ayudar a la comunidad judía local, informó The Jerusalem Post.

“Nuestro objetivo es llegar a todas las personas y comunidades judías que lo necesiten”, dijo la directora ejecutiva de Fraternidad, Yael Eckstein.

“Nuestro objetivo es llegar a todas las personas y comunidades judías que lo necesiten y brindarles alimentos, refugio y cualquier otra forma de asistencia que puedan necesitar, incluida la prestación de servicios de aliá cuando y donde sea posible”, explicó la directora ejecutiva de Fraternidad, Yael Eckstein. “Hemos estado en contacto constante con nuestros socios en toda Ucrania para determinar y satisfacer sus necesidades en rápida evolución”.

La confraternidad recaudó $1 millón en fondos de emergencia de donantes cristianos de todo el mundo para ayudar a la comunidad. Los fondos han sido transferidos a las principales organizaciones de la comunidad judía de Ucrania que están poniendo los fondos en acción.

Los servicios incluyen aumentar el sistema de seguridad de la comunidad, reforzar su sistema de transporte, garantizar la comunicación por satélite, proporcionar provisiones de alimentos y más.

Fraternidad también ayudó a llevar a 75 judíos ucranianos a Israel en aliá a principios de esta semana.

“Como siempre, estamos profundamente agradecidos con nuestros donantes cristianos que apoyan al pueblo judío en tiempos de paz y guerra, en cualquier parte del mundo”, dijo Eckstein.

Una madre y su hija de Ucrania llegan al aeropuerto Ben Gurion la semana pasada por cortesia de la Fraternidad Internacional de Cristianos y Judios. (Credito: IFCJ)

Además, junto con la Agencia Judía, Fraternidad abrió una línea directa de emergencia en hebreo, ucraniano y ruso para atender a los miembros de la comunidad judía en el estado y sus familiares en Israel.

Los números de la línea directa de emergencia están aquí:

La coordinadora de integración de Fraternidad, Evgeniya Zak, cuya familia vive cerca de la frontera, dijo que “estamos muy preocupados”.

Hasta el jueves por la mañana su familia estaba “muy optimista. Hoy, escuchamos la aprensión y el estrés en sus voces por primera vez. En este momento, mi familia, como muchos ciudadanos de la región, se dirige a la frontera polaca. Tengo muchas esperanzas de que puedan cruzar rápidamente la frontera en paz”.

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