Enlace Judío México e Israel – Poema es una promesa de amor, por Jenny Asse Chayo

Cara a cara con el Rey del Universo, en la cumbre de mi sueño, llega el amor a despertarme, en el olvido de los tiempos. Después del límite infinito, arde la zarza en el pensamiento. Es el Milagro del Re/nacimiento, (la zarza dentro de ellos). El sueño del sueño despierto, la Cábala de la Luz, el Verbo Génesis, el pueblo de Dios atento a los signos de lo Eterno.

Miel y leche hay en mis labios, conocimiento dulce de los mares, en el que el Mesías, simple y atento, escucha la voz del surgimiento.

¿Qué hacer? Recibir a Dios con los brazos abiertos, agradecer la luz que llega al pensamiento, invitar a los otros a sumarse a los misterios de la luz que se revela. Toda revelación es una revolución del es/phí/ritu en que despierto.

Rituales de luz y de silencio.
Sombras azules y amarillas.
Voz que es todo y me germina
Dentro, el vientre canta
Hondo el susurro del misterio.
Por las nubes viene el ojo palpitante
Llena la periferia
Párpados distantes, cercan
la obra de un pueblo errante.

Cansados de buscarse
uno a uno entre los pueblos
quieren alumbrarse
intentar los caminos del retorno.
sin la mácula en el alma, perdonados.
Cantan a su Dios y se le entregan
Llega el momento de alumbrarse
Dios al pueblo, el pueblo a Dios,
De una antigua alianza son dos partes.
Anillos en la voz de las colmenas,
templos que se allegan
Expiaciones que terminan poco a poco
el sin sentido comienza a iluminarse.

En el fondo del pozo una protesta
el sueño hondo del patriarca
Vacas flacas comiéndose a las gordas
Vacas gordas comiéndose a las flacas
Hordas de luz el sueño del poeta,
órdenes del cielo en el abismo del profeta
transparencias de luz alegran los renacimientos.
Sálvanos del viento nebuloso, de las voces de todos los tiranos, constrúyenos la casa de todos los cristales.
Casa del monte vuelve a iluminarnos,
el tiempo es una hoguera donde se queman los dolores del pasado, para que sembremos pronto el esplendor de la dicha.

Dos nombres tiene mi silencio,
el vital que me fulmina,
el nombre del Amor que es alegría.

Yoel, Dios está deseando, redimirnos, desde su múltiple silencio bajar a liberarnos de los pueblos, sacarnos de la sed de nuestros enemigos, que reconstruyamos la alegría de los Templos, ladrillo por ladrillo, con los ladrillos del antiguo Egipto, esclavos fuimos, víctimas de las voces ajenas, de los dioses ajenos, víctimas del desamparo de otros pueblos.

Huérfanos en tiempos de la guerra, niños huérfanos, solos y asustados, solos y sin madre, solos y sin viento, pero ahora Dios escucha nuestros ruegos, es momento, es momento!! Sombras en el recinto de nuestras pieles mientras el Eterno llama: Retornen hijos de TeraH, a la Terra del Sin nombre retornen bajo las águilas de la madre, Eterna, la que ha cuidado sus pasos en el exilio, retornen y no teman, retornen, a la escucha de los pasos a la paz de los abrazos, retornen en silencio a la calma del murmullo Eterno.

Es tempo, tempo, tiemplo Templo, es hora de reconstruir el Tercer Templo, con mariposas en las manos, con las alas de todos nosotros, con palomas en el centro de lo labios con gaviotas,

Sobre alas de Águila, retornarán los hijos, con la fuerza oculta de los Mares, con la humildad de las madres de Israel, que parten las aguas con sus lágrimas, rezos, de todas las Estheres, que en Purim comienzan salvamentos, luchas increíbles, santas, madres que sanan a sus hijos con el amor de sus vigilias, sus desvelos, fortalezas inmensas de la fe y de la esperanza en el Creador.

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