Enlace Judío – El gobierno de Israel aprobó hoy una serie de medidas para absorber a nuevos inmigrantes de Ucrania y los países vecinos, que incluyen fondos y recursos adicionales para vivienda y servicios sociales básicos a los recién llegados, informó The Times of Israel.

Casi 2,500 ucranianos llegaron a Israel desde el comienzo de la invasión rusa el 24 de febrero. Otros miles ya han iniciado el proceso de inmigración. Los diversos ministerios recibieron instrucciones de prepararse para acoger a decenas de miles de inmigrantes de Ucrania y Rusia principalmente.

La cancillería y varias organizaciones israelíes han enviado representantes a los países fronterizos con Ucrania para ayudar a facilitar la inmigración de los refugiados que huyen de la guerra. Israel suavizó este lunes sus requisitos de ingreso para solicitantes de ciudadanía a medida que más refugiados llegan a las zonas fronterizas.

Se estima que más de 200,000 ucranianos son elegibles a la ciudadanía israelí bajo la Ley del Retorno, ya sea porque son judíos o porque tienen al menos un abuelo judío.

El plan incluye disposiciones de alojamiento, así como programas de educación, asistencia social y otras cuestiones comunitarias.

El gobierno planea proporcionar estipendios de vivienda a los nuevos inmigrantes, utilizar cientos de viviendas públicas y miles de casas prefabricadas, así como bases militares vacías para alojarlos.

Además, los nuevos inmigrantes de Ucrania y Rusia tendrán prioridad para obtener apartamentos subvencionados destinados a personas mayores.

El gabinete decidió crear un comité de directores generales de las dependencias gubernamentales para impulsar estas soluciones de vivienda. El Ministerio de Vivienda pretende colocar al menor número posible de inmigrantes en viviendas temporales, por lo que tiene previsto ofrecer asistencia para el alquiler a los refugiados que actualmente viven con familiares, así como a aquellos que alquilan en el mercado libre.

Las medidas fueron aprobadas tras una tormentosa sesión del gabinete, en la que la ministra de Inmigración y Absorción, Pnina Tamano-Shete, arremetió contra sus colegas por no ofrecer el mismo apoyo a la población de origen etíope que reúne los requisitos para obtener la ciudadanía israelí, y que intenta huir de la guerra.

“Esta es hipocresía del hombre blanco. Exijo el rescate urgente de inmigrantes elegibles de Tigray y Etiopía, que están en estado de guerra desde hace más de un año”, dijo durante la reunión del gabinete, según los presentes.

La ministra de Economía e Industria, Orna Barbivai, calificó sus comentarios de racistas y le pidió retractarse.

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