Enlace Judío – El servicio de seguridad Shin Bet y la Policía de Israel detuvieron el mes pasado a cuatro árabes israelíes de la Galilea que fueron reclutados por el grupo terrorista Hezbolá bajo los auspicios de la inteligencia iraní, revelaron las autoridades israelíes este domingo, informó Ynet.

Dos de los cuatro sospechosos se reunieron varias veces en Turquía con contrabandistas de armas y drogas del Líbano que operaban en nombre de Hezbolá, y se les pidió introducir armas en territorio israelí para establecer una célula latente de operativos de Hezbolá.

También se les pidió secuestrar a israelíes y proporcionar información sobre objetivos para ataques con misiles, así como localizar lugares adecuados para el contrabando a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano.

Sultan Atallah, de 55 años, del pueblo de Yarka, y Rami Shami, de 33 años, oriundo de Jadeidi-Makr contactaron a Sami Gizwai, de 56 años, de Yarka, y un residente de 40 años de Akbara para que les ayudaran en sus actividades. Juntos, inspeccionaron la frontera norte de Israel para localizar puntos de entrada adecuados para los terroristas de Hezbolá.

Los cuatro sospechosos fueron detenidos y trasladados al Shin Bet para ser interrogados, indicó la policía.

“Durante la investigación, los sospechosos revelaron la ubicación de una subametralladora MP5”, dijo la policía en un comunicado. “Los agentes encargados de los interrogatorios pudieron formar un caso probatorio contra Sultan Atallah y Rami Shami, sospechosos de contactar con un agente extranjero, servir a una organización terrorista, conspiración, intento de importación de armas y tráfico de armas.

“El sospechoso que les ayudó será acusado de delitos de conspiración y tráfico de armas”.

Según la investigación inicial, Hezbolá reclutó a los sospechosos en beneficio de la inteligencia iraní, utilizando a traficantes de drogas del Líbano que dirigen operaciones de contrabando hacia Israel.

Atallah y Shami, que ya habían sido condenados por contrabando de drogas, contactaron a Hassin Shith, un contrabandista libanés vinculado a Hezbolá quien anteriormente cumplió una condena de prisión en Israel. Ambos se reunieron con él y con otro contrabandista, Akram Shith, en Turquía entre el 23 y 30 de noviembre de 2021.

En la reunión, se les pidió contrabandear armas a Israel y colocarlas en escondites, para ser recogidas por otros reclutas de Hezbolá en Israel. También se les preguntó si podían ejecutar ataques terroristas en Israel de forma independiente.

Durante su interrogatorio, Atallah reveló que Irán pretende transferir armas a “células terroristas durmientes” para atentar contra altos funcionarios, militares y políticos israelíes.

Hezbolá prometió a Atallah grandes sumas de dinero a cambio de secuestrar a israelíes o proporcionar información para secuestros. También se le ordenó localizar lugares “sensibles” en Israel para realizar ataques con misiles.

“Este caso muestra los esfuerzos de fuentes terroristas iraníes por explotar a ciudadanos árabes y drusos de Israel. Hacemos un llamamiento a los civiles que reciben llamadas de terroristas para que informen de ello a las autoridades y eviten una situación en la que se vean involucrados en tales operaciones”, concluyó el Shin Bet.

Atallah y Shami serán procesados domingo, tras una investigación conjunta del Shin Bet, las Fuerzas de Defensa de Israel y la Policía de Israel, dijeron las autoridades.

“Durante el último año, el eje chiíta dirigido por el régimen iraní y sus aliados terroristas en Oriente Medio han promovido activamente los atentados y el contrabando de armas en Israel”, dijeron las FDI en un comunicado.

El ejército indicó que estableció un grupo de trabajo con la policía y otras autoridades para hacer frente a los intentos de contrabando, en medio de un aumento de los casos en los últimos meses.

Funcionarios israelíes han señalado a un alto funcionario de Hezbolá llamado Hajj Khalil Harb como el responsable de coordinar los intentos de contrabando hacia el norte de Israel. Harb, presuntamente un alto asesor del jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, es acusado de dirigir personalmente al agente de Hezbolá que se reunió con ambos sospechosos en noviembre, informó The Times of Israel.

Se cree que, debido a que el Líbano enfrenta a una importante crisis financiera, Hezbolá prefiere armar a otros para cometer ataques en Israel en lugar de una agresión directa en la frontera, según han dicho anteriormente los funcionarios.

En julio, tropas israelíes frustraron el mayor intento de contrabando de armas en los últimos años a través de la frontera del Líbano, según las autoridades.

La policía cree que esas armas se dirigían a organizaciones criminales de la comunidad árabe, donde también estarían disponibles para ataques terroristas en caso de otro aumento de la violencia entre judíos y árabes.

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