Enlace Judío – El ministro de Finanzas de Israel, Avigdor Lieberman, se negó este lunes a condenar las supuestas atrocidades rusas en Bucha y otras ciudades aledañas a Kiev, afirmando que Israel debe defender tanto sus valores como sus propios intereses en medio de la guerra en curso, informó The Times of Israel.

Funcionarios ucranianos dijeron el domingo que los cuerpos de más de 400 civiles fueron encontrados en pueblos alrededor de la capital, Kiev, que fueron recapturados de las fuerzas rusas, calificando los asesinatos como evidencia de genocidio.

En Bucha, al noroeste de la capital, los periodistas de la agencia AP vieron 21 cuerpos. Un grupo de nueve, todos vestidos de civil, estaban dispersos por un sitio que los residentes dijeron que las tropas rusas usaban como base. Parecían haber recibido disparos a quemarropa. Al menos dos tenían las manos atadas a la espalda.

“Hay imágenes difíciles y todos condenamos todos los crímenes de guerra”, dijo Lieberman a la Radio del Ejército el lunes por la mañana, y agregó, sin embargo, que “se trata de acusaciones mutuas”.

Lieberman, rusoparlante nativo de Moldavia, señaló que Rusia convocó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Bucha y acusó a los “radicales ucranianos” de una “provocación flagrante” en la ciudad a las afueras de Kiev.

Rusia está culpando a Ucrania y Ucrania está culpando a Rusia”, dijo. “Condenamos, pero realmente lo que debemos entender es que hay una guerra sangrienta y debemos, por un lado, mantener la posición moral de Israel y, por otro lado, preservar los intereses del Estado de Israel”.

En medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, Lieberman dijo: “Apoyo ante todo los intereses israelíes”, en alusión a las buenas relaciones de Israel con ambos países, así como a la presencia del ejército ruso en Siria, y señaló como su mayor preocupación al acuerdo nuclear con Irán.

En una entrevista más tarde con la cadena Kan, Lieberman dijo que Israel tiene “la obligación de condenar todos los asesinatos de civiles inocentes”. Sin embargo, afirmó, “los medios israelíes ignoran todas las amenazas contra el Estado de Israel”, citando declaraciones de Irán mientras “Hezbolá y Hamás están produciendo misiles y cohetes y Hamás está cavando túneles. No he oído ninguna condena en el mundo sobre eso”.

En respuesta a los comentarios de Lieberman, el embajador de Ucrania en Israel, Yevgen Korniychuk, dijo que el ministro de Finanzas podría visitar Bucha y ver de primera mano las atrocidades en la ciudad.

“Invito al señor Lieberman a venir a Ucrania. Lo llevaremos con un convoy a Bucha y a otros lugares donde pueda ver por sí mismo los cuerpos de los civiles y conocer a las mujeres que fueron atadas y violadas”, dijo Korniychuk en un comunicado. “Tal vez entonces sabrá lo que pasó”.

También el lunes por la mañana, el ministro de Defensa, Benny Gantz, calificó la situación de crimen de guerra, yendo más allá de los comentarios del ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, un día antes.

“Condeno la carnicería de este tipo. Ciertamente es un crimen de guerra”, dijo Gantz a Kan sobre la situación en Bucha, sin nombrar a Rusia como antagonista. El ministro de Defensa señaló que incluso en tiempos de guerra, se deben mantener ciertas normas de conducta.

“Desafortunadamente, los ciudadanos pueden sufrir daños durante los combates, pero no pueden ser asesinados durante los combates”, agregó Gantz, y dijo que la situación en Bucha “parece ser algo muy, muy grave”.

A pesar de las críticas israelíes a la actividad rusa, Gantz sostuvo que las FDI permanecerán activas en Siria, donde Rusia controla parcialmente el espacio aéreo: “Seguiremos operando en cualquier parte del Medio Oriente que necesitemos operar”.

El domingo, Lapid tuiteó que “es imposible permanecer indiferente ante las horribles imágenes de la ciudad de Bucha, cerca de Kiev, tras la salida del ejército ruso”.

Agregó: “Dañar intencionalmente a una población civil es un crimen de guerra y lo condeno enérgicamente”.

El tuit de Lapid no acusaba explícitamente a Rusia de crímenes de guerra. Israel ha utilizado un lenguaje diplomático cuidadoso en relación con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, buscando mantener buenos lazos con Moscú y Kiev.

La publicación de Lapid se produjo horas después de que su oficina se negara a comentar sobre posibles crímenes de guerra rusos, en respuesta a los comentarios del embajador de Israel en Ucrania.

“Profundamente conmocionado por las fotos de Bucha. Matar a civiles es un crimen de guerra y no puede justificarse”, escribió el enviado israelí Michael Brodsky. Pero un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores le dijo a Haaretz que Brodsky había estado hablando por sí mismo y destacó que el enviado “no culpó a Rusia”.

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