Enlace Judío – El primer ministro de Israel, Naftali Bennett advirtió el domingo que los servicios de seguridad están operando “cerca y lejos” para combatir el terrorismo, informó The Times of Israel.

Al comienzo de la reunión semanal del gabinete, el mandatario ofreció un resumen de las operaciones llevadas a cabo recientemente en Judea y Samaria (Cisjordania) tras los atentados en Bnei Brak y Tel Aviv.

“Hoy y ayer realizamos operaciones en Jenin, de donde salió el terrorista que perpetró los asesinatos en Tel Aviv, y durante la noche operamos en Ya’bed, donde creció el terrorista que mató en Bnei Brak”, dijo Bennett.

“Al mismo tiempo, estamos operando en otros escenarios enemigos, cerca y lejos, de noche y de día, para combatir las raíces del terrorismo. Llegaremos a cualquier lugar que sea necesario, en cualquier momento, para erradicar estas operaciones terroristas”, enfatizó.

Bennett reiteró que las fuerzas de seguridad no tienen restricciones en sus operaciones.

“Llegaremos a cualquiera que haya tenido una conexión directa o indirecta con los atentados. El Estado de Israel está a la ofensiva”, aseguró el mandatario.

Además de los atentados de Tel Aviv y Bnei Brak, seis personas murieron el mes pasado en ataques en Hadera y Be’er Sheva perpetrados por ciudadanos árabes israelíes inspirados en el grupo terrorista Estado Islámico.

El gobierno aprobó este domingo la creación de un comité para examinar la cancelación de prestaciones estatales, como pensiones y otros subsidios, a familias de ciudadanos que cometieron actos de terrorismo.

Se convocará un panel formado por los directores de la Oficina del Primer Ministro, el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Bienestar y otros funcionarios para formular una recomendación en un plazo de 60 días desde su creación.

“Estamos decididos a cambiar la ecuación para que no valga la pena participar en ataques terroristas contra ciudadanos israelíes. Proporcionar beneficios del Estado a familias de los terroristas es totalmente absurdo y es hora de reparar la injusticia”, subrayó Bennett.

“El Estado de Israel exigirá responsabilidades a cualquiera que tenga una conexión directa o indirecta con los ataques terroristas”, añadió.

En el pasado se presentó una legislación similar, pero no ha sido aprobada por la Knéset. También es probable que enfrente un desafío en la Corte Suprema de Justicia.

El anuncio y los comentarios del primer ministro llegan tras redadas a gran escala de las fuerzas de seguridad en Jenin, la cercana aldea palestina de Ya’bed y el campo de refugiados de Balata, cerca de Nablus este domingo.

Ya’bed era el hogar del terrorista palestino Diaa Hamarsheh, que entró ilegalmente a Israel y perpetró el atentado en Bnei Brak, cerca de Tel Aviv, el 28 de marzo, que dejó cinco muertos.

Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron que las fuerzas especiales realizaron búsquedas de armas en la zona y detuvieron a ocho palestinos sospechosos de actividades terroristas.

El ejército dijo que las fuerzas encontraron armas y uno o más uniformes de las FDI en la casa de uno de los sospechosos, y en otra se incautó un artefacto explosivo “para ser utilizado en un ataque”.

Durante la redada, palestinos armados abrieron fuego y lanzaron artefactos explosivos contra las tropas, según las FDI. Ningún soldado israelí resultó herido.

El ejército dijo que las tropas también operaron en Jenin y Tulkarem durante la noche, y detuvieron a varios sospechosos de actividades terroristas. El atacante de Tel Aviv salió de Jenin.

En Tulkarem, las fuerzas israelíes devolvieron el fuego después de que palestinos armados dispararan contra los soldados desde un vehículo, dijeron las FDI. Ningún soldado resultó herido en ese incidente.

El Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina indicó que 11 palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con soldados israelíes en toda el área de Cisjordania. Cuatro de ellos fueron heridos por balas reales: uno en la zona de Jenin, dos en Jericó y uno en Tulkarem. Los demás sufrieron heridas leves por metralla o gas lacrimógeno.

Mientras tanto, alborotadores palestinos ingresaron a la Tumba de José, cerca de la ciudad de Nablus, y destrozaron e incendiaron el santuario durante la noche. Las imágenes mostraron a decenas de palestinos entrando al lugar y destrozando objetos en su interior. En las fotos del lugar también se podían ver marcas de quemaduras. La tumba es venerada por judíos, cristianos y musulmanes, y a menudo ha sido un foco de violencia.

El sábado, las fuerzas israelíes allanaron la casa del terrorista que perpetró el atentado en Tel Aviv el jueves por la noche, en el que tres jóvenes perdieron la vida. Según el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, un palestino murió y al menos otros 13 resultaron heridos en los enfrentamientos.

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