Enlace Judío México e Israel / Rab Shlomo Katz – R’ Moshe Chaim Luzzato z “l (1707-1746; prolífico autor reconocido como uno de los principales cabalistas de todos los tiempos) escribe en Mesilat Yesharim (cap. 1) que todo en este mundo, ya sea bueno o malo, es un nisayon, traducido habitualmente como una “prueba”. Si es así, muchos se preguntan, ¿por qué rezamos cada mañana, “No nos lleves a una condición de nisayon / ser probado”?

R’ Itamar Schwartz shlita (autor y orador popular en Yerushalayim) explica: La palabra “nisayon” viene de la palabra “nes”. La raíz común de estas palabras puede tener tres significados: huir (como en Bereshit 14:10 y 39:12); poner a prueba (como en Bereshit 22:1); y elevar (como en Bemidbar 21:8, donde se refiere a un palo sostenido en alto). Estos tres significados, escribe R’ Schwartz, son paralelos a tres etapas en el desarrollo espiritual de una persona.

Al principio del desarrollo espiritual de una persona, ésta debe huir de cualquier nisayon. Debe evitar las situaciones en las que se ponga a prueba su temple espiritual. Es en esta etapa que rezamos: “Haznos estudiantes regulares de tu Torá… y no nos lleves a una condición de nisayón”. Es cierto que incluso ser un estudiante regular de la Torá es un nisayón para la mayoría de las personas. Sin embargo, nuestra oración significa: No pongas ante nosotros otros desafíos que nos impidan dar el primer paso en Tu servicio, es decir, ser estudiantes regulares de Torá.

Cuando una persona se ha desarrollado más, está lista para ser probada de una manera más dramática. Leemos en Mishlei (24:16): “Un tzadik caerá siete veces y se levantará”. En el pensamiento jasídico, este verso se interpreta, no como que un tzadik se levantará aunque haya caído siete veces, sino que un tzadik se levantará porque ha caído siete veces. En esta etapa, las pruebas son parte integral del desarrollo de la persona.

Finalmente, después de que uno ha completado la etapa de ser probado, alcanza el tercer nivel donde ha sido elevado.

R’ Schwartz añade: Estas tres fases son paralelas a las tres etapas del Éxodo y los acontecimientos posteriores. Primero, el pueblo de Israel huyó de Egipto (véase Shmot 14:5). Luego, se prepararon para ser probados al volverse para enfrentar a los egipcios que los perseguían (ver Shmot 14:5 – “Quédate quieto y ve la salvación de Di-s”). Finalmente, fueron elevados al recibir la Torá. (B’lvavi Mishkan Evneh Vol. V, p. 173)

“No podían retrasar [la salida de Egipto]”. (De la Hagadá)

Nuestros Sabios dicen que, si el pueblo de Israel hubiera permanecido en Egipto un momento más, se habría hundido en la puerta 50 de la impureza, de la que no hay retorno. R’ Zalman Sorotzkin z “l (rabino en Lituania e Israel) observa que el Bnei Yisrael alcanzó esa etapa después de sólo 210 años en el exilio. En cambio, el pueblo judío aparentemente no ha caído tan bajo después de los casi 2,000 años en el exilio actual. ¿Por qué?

Responde: La diferencia clave entre nosotros y nuestros antepasados que estaban en Egipto es que nosotros tenemos la Torá y ellos no. Es cierto que nuestros Sabios dicen que conservaron su estilo único de vestir y que hablaban la lengua hebrea en casa, pero eso no fue suficiente para preservar su identidad. Sólo la Torá puede lograrlo. (Haggadah Shel Pesach Ha’shir Ve’hashevach p.105)

Fuente: torah.org