Enlace Judío.- Un dispositivo de grabación de una década fue encontrado en la oficina del primer ministro israelí hace tres años, durante el mandato del líder de la oposición Benjamin Netanyahu, pubblicó The Jerusalem Post.
El dispositivo, supuestamente instalado en 2008 cuando Ehud Olmert era primer ministro, pasó desapercibido para Netanyahu hasta hace tres años, lo que significa que registró 11 años de conversaciones del jefe de la oposición durante su reinado de 12 años como primer ministro.
Según los informes, el dispositivo de grabación encontrado en 2019 está conectado a dispositivos similares instalados en las oficinas del exjefe de personal de las FDI Gabi Ashkenazi y los ministros de defensa Amir Peretz y Ehud Barak durante sus mandatos en sus respectivos roles, como parte del asunto Harpaz.
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El asunto Harpaz se remonta a agosto de 2010 y comenzó como resultado de los enfrentamientos entre Barak y Ashkenazi por una variedad de cuestiones de seguridad y poderes. Las dos partes supuestamente se espiaron mutuamente y el oficial de las FDI, Boaz Harpaz, inició un complot elaborado para falsificar un documento y usarlo para socavar a Yoav Gallant, la primera opción de Barak para suceder a Ashkenazi como jefe de las FDI, a quien Ashkenazi se opuso.
Harpaz se declaró culpable del complot en 2018 como parte de un acuerdo de culpabilidad que lo condenó a 220 horas de servicio comunitario.
Cuando el dispositivo de grabación fue descubierto por el personal de la oficina de Netanyahu en 2019, causó mucho pánico en el campamento del ex primer ministro.
Se desconoce si el dispositivo, que potencialmente incluye grabaciones de todas las llamadas telefónicas y todas las reuniones celebradas por Netanyahu entre 2009 y 2019, fue destruido después de su hallazgo.
Teniendo en cuenta que la destrucción de las grabaciones constituiría un delito penal grave, se espera que las grabaciones sigan intactas de alguna forma.
A principios de año, se pensó que el presunto uso de tecnología espía por la policía sobre un testigo clave en el juicio contra Benjamín Netanyahu podría retrasar los procedimientos legales pendientes.
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