Enlace Judío México e Israel – Tui es una ciudad de la zona española de Galicia, en el noroeste de país, en la provincia de Pontevedra, pegada a la frontera con el norte de Portugal y su ciudad Valença do Minho, con sólo atravesar alguno de los dos puentes sobre el río Miño que las comunican. La zona fue habitada desde tiempos prehistóricos y la presencia judía parece ser también muy antigua, del tiempo de los romanos, aunque los primeros documentos que lo atestiguan datan del siglo XIII, cuando ya constituyen una comunidad estable y contribuyen a las obras públicas.

Sin embargo, al haberse perdido la documentación municipal es difícil encontrar su rastro por escrito ya hasta el XV, y tiene que hacerse en el archivo episcopal y los archivos de otras ciudades que, obviamente no son fuentes tan ricas como lo podría haber sido el municipal. Por ejemplo, se encuentran referencias a la Aljama (el barrio judío) de Tui en un documento de 1420 a través del cual el rey nombra recaudador de ciertos impuestos a un tal Diego Fernández de León y se advierte de ello, entre otros, a «las aljamas de los judíos et moros de las dichas çibdades de Santiago et Tuy». Idéntica formulación se usaría, un año después, para confirmar los derechos del mismo Fernández de León.

Unos años más tarde volvemos a encontrar una frase similar, en este caso en una carta fechada el 8 de julio de 1437 en la que el rey Juan II reconoce que un judío llamado Salomón Baquix había pagado unas fianzas y esto se comunica al arzobispado de Santiago, al obispado de Tui y, de nuevo a «las aljamas de los judíos e moros de las dichas çibdades de Santiago et Tuy».

Además, se encuentran también bastante referencias personales, algunas tan curiosas como las que hay en los años treinta del siglo XV a unos plateros sefardíes, «Abraan y Jaqó», para que elaborasen en primer lugar un cáliz y años después una cruz, ambos de plata y ambos para la catedral. Estos mismos Abraan y Jaqó, que era yerno del primero, tuvieron otro negocio con el cabildo catedralicio: prestarle casi 6.000 maravedíes que la institución necesitó en esos mismos años. Estos dos plateros son un ejemplo de las numerosas menciones que existen a ciudadanos sefardíes de la ciudad, en ocasiones plateros, como hemos visto, pero también mercaderes o médico.

Incluso después de la expulsión en 1492 es relativamente habitual la aparición en los documentos de personas de origen judío, obviamente ya cristianizados. No obstante, estas referencias probablemente son sobre una comunidad que ya ha iniciado un periodo de cierta decadencia, fruto de una segunda mitad del siglo XIV con tensiones antisemitas, y tras verse envuelta la ciudad en varios conflictos, incluso siendo conquistada por el rey de Portugal en 1389 y reconquistada por Juan I de Castilla un año después.

En algunos casos, es la documentación posterior la que hace referencia a elementos de la aljama de Tui. Por ejemplo, en el siglo XVI se encuentran referencias al cementerio judío, señalando su ubicación en un monte cercano, junto al camino real que llevaba de Tui a Bayona, en Francia. La sinagoga, por su parte, aparece mencionada también en documentos del siglo XVI, cuando ya se había convertido en unas caballerizas. Esta mención posterior indica con toda probabilidad que mantuvo su uso hasta 1492, mientras que su ubicación junto a las murallas sería propia de un templo levantado en los siglos XII y XIII. También hay varias referencias documentales en el siglo XVI a una «pila» que por las características con las que es descrita y su ubicación cercana a la sinagoga era con toda probabilidad un mikvé que, lamentablemente, fue destruido posteriormente.

Finalmente, también está documentada la existencia de una carnicería -de hecho la única carnicería judía de la que se tiene noticia en Galicia- que se relaciona con la «Casa de Pero Judeu» en la rúa Triparia.

Si bien tradicionalmente se ha tendido a estimar que los judíos de Tui no vivían en un espacio concreto de la ciudad sino que se habían desperdigado por ella, los estudiosos creen que eso no ocurrió sino hasta el siglo XV, con la decadencia de la comunidad, y que antes el núcleo original de una judería estaba en las cercanías de la sinagoga, en la calle Oliveira -actual calle de Las Monjas-, y posteriormente en la cercana calle de Canicouba, que es la actual del Obispo Castañón. Estas dos calles mantienen en buena parte intacto el trazado y el encanto medievales. Un tercer núcleo estaría en lo que hoy es la calle Tyde, está sí con serias modificaciones respecto a su trazado medieval.

En esta calle está hoy en día el hotel A Torre do Xudeu (la Torre del Judío, en lengua gallega), que recuerda la torre con ese nombre en la muralla de la ciudad. En estas zonas se conservan viviendas que, si bien transformadas posteriormente, guardan aún relación con un pasado sefardí, como el caserón de los Sarmiento-Celaya, edificado en el solar de la sinagoga, que probablemente se conserva en buena medida en la bodega.

En la calle Obispo Castañón es posible encontrar la casa de Salomón, que según las fuentes documentales sería propiedad del mercader Salomón Çaadia justo en los años anteriores a la expulsión. La tipología de la casa, abierta alrededor de un patio, es muy poco habitual en Galicia y más propia del centro y el sur de la península, probablemente lugar de origen del propio Salomón Çaadia. Uno de los elementos más curiosos de la herencia sefardí de Tui es una menorá grabada en una de las piedras del claustro de la catedral, que reflejaría que ya en el siglo XIII existía una comunidad judía organizada y capaz de contribuir a esta importante edificación.

Precisamente, es en el Museo Diocesano donde encontramos algunas de las piezas más significativas de esta herencia sefardí. Por ejemplo, el llamado cáliz gótico, obra de los ya mencionados «Abraan y Jaqó», y otra pieza, el llamado relicario de coco, que sería obra de Aaron Amín.

No obstante, el más singular de los tesoros relacionados con el pasado sefardí de Tui -aunque esta sea una relación bien triste- son los sambenitos que se conservan en la catedral, únicos en toda Europa. Son una colección de cinco lienzos en los que se nombra a 14 penitenciados entre los años 1617 y 1621. Dos de ellos son aún más especiales, si cabe: los de Antonia Henríquez y su hijo Andrés Duarte Coronel, que huyeron de la acción inquisitorial y por tanto fueron quemados en estatua y en el sambenito aparece un amenazante rostro ardiendo.

El autor es Director de Radio Sefarad


 

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