Enlace Judío – Hace tres semanas, Amelie Esquenazi recibió una llamada telefónica. Era José María del Corral, uno de los líderes del proyecto Scholas Occurrentes, viejo conocido suyo.

—Te espero en Roma —dijo el hombre al otro lado de la línea.
—¿Cómo que me esperas en Roma —respondió ella, sorprendida.
—Sí, vamos a tener un encuentro con el Papa Francisco.

El 19 de mayo, Esquenazi y su esposo se encontraban en el Vaticano, en un salón repleto de niños y jóvenes, embajadores de muchos países y hasta Bono, el vocalista de la banda irlandesa U2, quienes esperaban poder estrechar la mano del líder de la Iglesia Católica.

Horas antes del encuentro, Esquenazi aún se preguntaba si este ocurriría realmente. Por motivos de salud, Francisco había cancelado citas con dos presidentes, también había pospuesto un viaje e incluso se había ausentado de la misa de Pascua.

Sin embargo, esta era una cita inaplazable para un hombre que ha convertido la educación y el contacto con los jóvenes en los principales ejes de su ministerio.

“Llegó muy feliz, llegó al encuentro con los niños. Estaban los embajadores de sus países y nosotros, como ORT mundial, ¡adelante de los embajadores!”, narra una entusiasmada Esquenazi, en entrevista exclusiva con Enlace Judío.

“Fui del segundo grupo que pasó, junto con David, mi esposo, a darle la mano al Papa”, agrega. Cuando se le pregunta si está emocionada, responde que, más bien, “estoy como agotada, porque fue una tensión fuerte, este asunto.”

Un acuerdo, un encuentro y una esperanza para el futuro

La razón por la que Amelie Esquenazi viajó al Vaticano no fue el encuentro con el Papa en sí. La coordinadora para America Latina de Trabajo en Red de ORT Mundial fue invitada a firmar un acuerdo con Scholas Ocurrentes para que, una vez más, chicos judíos de la red ORT se reúnan con muchachos de múltiples nacionalidades, religiones y culturas, esta vez, en Miami, Florida, para participar en un seminario de liderazgo.

“Yo ya he estado con ellos en cuatro encuentros. El primero fue en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Luego en el Vaticano, en Argentina, en México y ahora va a ser en Miami el quinto encuentro.”

Luego de su paso por la dirección del Colegio Hebreo Sefaradí (la “Sefa”), Esquenazi fue invitada a integrar parte del equipo de ORT Mundial, una red educativa global fundada en 1880 y que actualmente reúne a más de 200,000 miembros en 36 países, con el fin de “liberar el potencial de los jóvenes para que puedan llevar vidas plenas y tener un impacto positivo en el mundo que los rodea.”

“La persona que hizo el primer acuerdo con José María y con el Papa Francisco fue Darío Werthein, que en ese momento era el presidente del Board of Directors del ORT Mundial. Y entonces, yo he estado trabajando de la mano con Darío y con José María todo el tiempo.”

En las fotografías que Esquenazi le hizo llegar a Enlace Judío, luce sonriente mientras estampa su firma en el documento que sella el acuerdo para celebrar “el nuevo encuentro, en Octubre, con niños de colegios ORT y niños de todas partes del mundo, de diferentes estratos sociales, de todos.”

La idea es “tener un encuentro interreligioso, intercultural e histórico, por supuesto, en donde los niños tengan la oportunidad de dialogar por un mundo mejor, para hacer propuestas, no solamente de paz sino del cuidado del planeta.”

Con múltiples fuentes de financiamiento altruista, que incluye a miembros de la comunidad judía y a empresarios de diversos orígenes, estos encuentros persiguen un fin loable.

“Lo que queremos hacer en este encuentro es crear líderes con consciencia, para que puedan ser ellos los que hagan propuestas para que este mundo esté mejor, para que hagamos Tikún Olam que es, a final de cuentas, una de las columnas de ORT mundial.”

En octubre, en Miami, se reunirán “25 niños de colegios ORT y otros 25, de países latinoamericanos, de Mozambique, vamos a traer niños de Bulgaria, niños de Israel, de Sudáfrica.”

Luego de ese encuentro de una semana, los chicos trabajaran a distancia con los miembros de Scholas Occurrentes para darle seguimiento a su proceso y, un año más tarde, presentarán proyectos en sus países de origen.

La obsesión de Bergoglio

Como cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio tenía una obsesión: la formación y el trabajo con los jóvenes. Así creo los programas “Escuelas de vecinos” y “Escuelas hermanas”, que buscaban generar ideas que luego pudieran convertirse en acciones de cambio.

“Esta ‘Escuela de Vecinos’ tenía niños, igualmente, de todos los estratos y las clases sociales que se juntaban ahí para hacer propuestas para mejorar el mundo. Y muchas de esas propuestas sí pasaron al gobierno y sí se llevaron a cabo”, nos cuenta Esquenazi.

“Cuando lo nombran Papa él dice que le pueden quitar todo en la vida menos el contacto con los jóvenes, porque para él es muy importante. Y nombra a José María del Corral y Enrique Palmeyro” para que lideren el que probablemente sea el proyecto más importante de Francisco: Scholas Occurrentes.

“Entonces, ya no se quedó solamente en buenos Aires sino empezó a abrirse al mundo, y con esta apertura al mundo fue que ORT Mundial también formó parte de este mundo.”

En cuanto a José María del Corral, Esquenazi comparte con nosotros una historia que le contó en una visita a México:

“Él me dijo que iba en un colectivo cuando le dijeron que su amigo Jorge Bergoglio era Papa. Se bajó y empezó a caminar y empezó a llorar. Y la gente le preguntaba que por qué lloraba y decía que el mundo había conseguido un gran Papa pero él había perdido un gran amigo.”

Sin embargo, “la realidad es que no perdió a un gran amigo, el gran amigo se lo llevó a trabajar con él en todo lo que es educación pero (además) en todo lo que es ayuda para los jóvenes.”

El proyecto imaginado por el Papa Francisco ha germinado en una red que integra a medio millón de organizaciones educativas en 190 países de los cinco continentes.

Amelie Esquenazi

Un bolígrafo y una súplica

El 19 de mayo, en el Vaticano, Esquenazi y su esposo, David, eran dos de los tres judíos presentes. Había, además, “niños de todas partes, particularmente latinoamericanos. Yo tuve la oportunidad de estar en el cierre del encuentro y bueno, los niños llegaron a conclusiones de ayuda, de hacer un verdadero Tikún Olam, de cambiar al mundo para bien y de hacerle propuestas al Papa.”

El tercer judío era un enviado de una empresa israelí que venía a presentarle al Papa una máquina potabilizadora de agua. Mientras lo hacía, “dos de esos potabilizadores estaban ya en camino para calmar la sed de la gente que no tiene agua potable”, en una provincia argentina.

En un lapso de dos horas, el Papa escuchó a los jóvenes cantar, leer poemas y expresar sus ideas sobre cómo mejorar el mundo. Le hablaron sobre su preocupación por la guerra, por la contaminación ambiental y por los problemas sociales.

“Lo que él hacía era recibir. Recibir lo que los muchachos pretendían”, dice Esquenazi. “Que no haya guerra, que cuidemos de los ríos, que cuidemos el agua, que cuidemos el planeta…”

Físicamente mermado pero feliz de ver ahí a tantos chicos reunidos, el Papa Francisco reunió las energías necesarias para dirigirles un breve mensaje.
“El Papa como que recibió todo lo que los niños le dieron y, al final, dijo: ‘no tengan miedo de enfrentar al mundo, y luchemos todos para que haya un mundo mejor’.”

Pero para Esquenazi, el momento más emocionante llegó cuando al fin fue su turno de saludar a Francisco. Le habían advertido que solo contaría con un minuto para hacerlo, así que fue concisa:

“Le dije: ‘Santo Padre, usted nos ha pedido siempre que recemos por usted, y yo aquí traigo una pluma con el Shemá Israel inscrito en letras hebreas, para que sepa que todos estamos rezando por usted. Y, entonces, se conmovió muchísimo y me dijo: ‘reza por mí, hija, reza por mí’.”

Dos días más tarde, Esquenazi conversa con Enlace Judío. Comparte los detalles del encuentro, nos adelanta que el 10 de octubre se realizará un partido de futbol en Roma, donde grandes estrellas jugarán para beneficio de Scholas Occurrentes y, finalmente, dice lo que poco antes había declarado para una cadena de televisión del Vaticano:

“La impresión que me llevo del papa es de ser un hombre preocupado por el mundo, preocupado por siempre tener a los jóvenes cerca, por escucharlos, por ofrecerles la posibilidad de ser líderes de un mundo mejor, y pues comulgamos en todo con el valor de Tikún Olam que nosotros tenemos como judíos.”

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