Enlace Judío – El director del organismo de control atómico de la ONU llegó a Israel este jueves con el fin de tener conversaciones con el primer ministro Naftali Bennett y otros altos funcionarios, informó The Times of Israel.

La visita de Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, se produce cuando Israel expresa su creciente preocupación por las actividades atómicas de Irán y cualquier posible regreso al acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y las potencias mundiales.

Se cree ampliamente que Israel es el único Estado con armas nucleares en el Medio Oriente, pero nunca ha reconocido públicamente tener tales armas.

La oficina de Bennett dijo que se reuniría con Grossi el viernes.

A principios de esta semana, Israel acusó a Irán de robar documentos clasificados del OIEA y usarlos para engañar a los inspectores internacionales hace casi dos décadas. Dio a conocer lo que dijo que eran algunos de los documentos en cuestión. Irán ha desestimado las acusaciones como mentiras.

Israel era un opositor acérrimo del acuerdo nuclear de 2015 y dio la bienvenida a la retirada unilateral del acuerdo por parte de la administración estadounidense de Donald Trump, lo que provocó su colapso.

Sin embargo, un número creciente de funcionarios de seguridad actuales y anteriores han comenzado a decir que la retirada fue un error, ya que ha llevado a Irán a acelerar sus esfuerzos de enriquecimiento nuclear.

La administración Biden ha estado tratando de renovar el acuerdo, que levantó las sanciones a Irán a cambio de límites y supervisión de su programa nuclear.

Irán siempre ha dicho que sus actividades nucleares tienen fines puramente pacíficos, pero ha aumentado el enriquecimiento de uranio después del colapso del acuerdo nuclear a niveles cercanos al grado de armas.

Las agencias de inteligencia de Estados Unidos, las naciones occidentales y el OIEA han dicho que Irán llevó a cabo un programa organizado de armas nucleares hasta 2003. Ni Estados Unidos ni Israel han descartado el uso de la fuerza militar para evitar que Irán desarrolle un arma nuclear.

La junta de gobernadores del OIEA está programada para celebrar una reunión el lunes para la cual Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos han preparado un borrador de resolución “pidiendo a Irán que coopere en la cuestión de los sitios no declarados”, según una fuente diplomática europea.

“Responderemos con firmeza y de manera adecuada a cualquier acción no constructiva en la junta de gobernadores”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, en un comunicado de respuesta.

A principios de esta semana, el OIEA publicó un informe que estimaba que las reservas de uranio enriquecido de Irán habían aumentado más de 18 veces el límite acordado en el problemático pacto de 2015 conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto.

“Calculó que, al 15 de mayo de 2022, la reserva total enriquecida de Irán era de 3 809.3 kilogramos”.

El límite en el PAIC se fijó en 300 kilogramos de un compuesto específico, el equivalente a 202,8 kilogramos de uranio. El informe también decía que Irán continuaba con su enriquecimiento de uranio a niveles superiores al límite del 3.67% establecido en el acuerdo.

La reserva de uranio enriquecido hasta el 20 % ahora se estima en 238.4 kilogramos, un aumento de 56.3 kilogramos desde el último informe de marzo, mientras que la cantidad enriquecida al 60 % se sitúa en 43.1 kilogramos, un aumento de 9.9 kilogramos.

Se requieren niveles de enriquecimiento de alrededor del 90% para su uso en un arma nuclear.

Tanto los funcionarios estadounidenses como los israelíes han evaluado que Irán ahora necesita solo unas pocas semanas para acumular suficiente material fisionable para una bomba, en caso de que decida fabricar una, aunque necesitaría más tiempo para ensamblar los otros componentes del dispositivo.

Los informes se produjeron cuando las conversaciones en Viena para revivir el PAIC siguen atoradas después de estancarse en marzo.

Uno de los principales puntos conflictivos es la demanda de Teherán, rechazada por Washington, de que la Guardia Revolucionaria Islámica, el brazo ideológico del ejército de Irán, sea eliminado de una lista negra de terrorismo de Estados Unidos.

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