Enlace Judío – A un año de la formación de la coalición de gobienro en Israel, presidido por Naftali Bennett, quien ha enfrentado constantes amenazas internas, principalmente de la oposición del ex primer ministro Benjamín Netanyahu y sus aliados para que caiga la coalición, logró estabilidad política del país. Entre los miembros de la heterogénea coalición está Ra’am, un partido islamista, criticado constantemente por Netanyahu quien ha alegado, con cierta razón, que ese partido apoya el terrorismo.

En el presente la funcionalidad de la coalición se encuentra en una encrucijada por la renuncia de varios de sus miembros, situación que amenaza en volver al caos político.

En este ámbito, el ministro de Justicia acusó a los partidarios de la oposición de irresponsables por estar dispuestos que con sus golpeteos dejen “arder” a el país. Netanyahu, no obstante que está acusado de corrupción y de ser un líder arrogante, mantuvo “a raya” a los palestinos terroristas y fue audaz en mantener también a Irán, penetrando en el corazón de sus instalaciones nucleares y destruyendo parte de ellas.

Asimismo, junto con Estados Unidos, Netanyahu estableció en 2020 los Acuerdos Abraham que estipularon inicialmente la normalización de la paz y las relaciones de Israel con los Emiratos Árabes Unidos y Baréin a los que han seguido los Acuerdos firmados por Sudán y Marruecos.

Los Acuerdos representan una importante ruptura geopolítica y un paradigma en el mundo árabe, en el cual la causa palestina no parece actuar como elemento ideológico e Israel ha dejado de ser el principal enemigo. Por lo demás, otros países árabes podrían dar el paso adelante, especialmente Arabia Saudita que internamente todavía no lo ha consensuado y es posible que se aplace hasta el final del mandato del rey Salman.

En el entorno del declive de la coalición que encabeza Bennet una encuesta reciente mostró que la oposición de Netanyahu está ganando entre los votantes y acercándose a poder asegurar una mayoría en la Knéset. En dicha encuesta Netanyahu ganaría 59 escaños si nuevas elecciones se celebran ya. Asimismo, la encuesta reveló que la mayoría de los israelíes piensan que el gobierno actual colapsará dentro de 6 meses y que más israelíes apoyan a Netanyahu para primer ministro que a cualquier otro candidato.

Analistas políticos piensan que Bennett de 50 años de edad podría seguir desempeñando un buen papel como primer ministro, tiene antecedentes políticos de alto nivel, entre otros: ministro de Asuntos de la Diáspora (2013-2019); ministro de Educación, (2015-2019); ministro de Defensa (2019-2020). Asimismo, su experiencia en el servicio militar es amplia. Sirvió en el Ejército en unidades de las fuerzas especiales: Sareyet Matkal, al frente de muchas operaciones de combate.

Posteriormente en 1999 Bennett se convirtió en brillante empresario: en software de la compañía estadounidense Cyota que opera en el espacio antifraude, centrada en el fraude bancario en línea, el fraude de comercio electrónico y phishing (suplantar la identidad); esta compañía fue vendida en 145 millones de dólares en el 2005. También se ha desempeñado como CEO. Por otra parte, Bennett se desempeñó como CEO de Soluta, que da servicio de computación de la nube de Israel, vendida en 130 millones de dólares en el 2013. Adicionalmente tiene una licenciatura en Derecho en la Universidad de Jerusalén.

La trayectoria de Bennett en el gobierno de Israel, su experiencia aplicada en las operaciones militares de las Fuerzas de Defensa de Israel, sus principios éticos basados en la religión judía y su vasto pecunio personal, que lo alejan de cualquier tentación de fraude o sobornos, junto con el vigor de su juventud hacen de él un valioso elemento para mantenerse como primer ministro de Israel.


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