Enlace Judío- Mientras Tel Aviv se enfrenta a una crisis de vivienda con alquileres en espiral disparados por el aumento de los precios de las propiedades, un profesional emprendedor ha ideado una alternativa, vivir en yates, lo que podría ser la forma más frugal de vivir en la Gran Naranja, ahora la quinta ciudad más cara del mundo, informó The Times of Israel.

“Ella” le dijo a The Times of Israel que planea comprar un yate de nueve metros con aproximadamente la misma cantidad de espacio habitable que un apartamento de 16 metros cuadrados. El yate cuesta menos que un auto nuevo, entre 10 mil y 72 mil dólares, dependiendo de las especificaciones exactas. Y, por supuesto, siempre que Ella y su pareja puedan obtener un amarre, viene con una ubicación frente al mar.

Queremos mantenerlo en el puerto durante el primer o segundo año, aparte del viaje ocasional de fin de semana. Ambos trabajamos en Israel y necesitaríamos viajar a nuestros trabajos desde un puerto deportivo”, dijo Ella. “Después de eso, podríamos tratar de encontrar algún tipo de trabajo más flexible que nos permita viajar más lejos, pero no estaremos en condiciones de jubilarnos pronto”.

Recientemente, un estudio de 16 metros cuadrados en el sur de Tel Aviv salió al mercado por mil 160 dólares, sin contar las facturas. La cama, las instalaciones para cocinar y el baño están instalados en un espacio que mide solo cuatro metros por cuatro metros.

 

Los puertos se reactivan

Barcos atracados en el puerto deportivo de la playa de Ashkelon, el 18 de agosto de 2019. (Foto: Gershon Elinson/Flash90)

Se informa oficialmente que los alquileres en Tel Aviv aumentaron alrededor de 10 por ciento año tras año durante la primera parte de 2022; sin embargo, se les pide a un número significativo de inquilinos que renuevan los contratos de arrendamiento en la ciudad que cumplan con aumentos de 30-40 por ciento, según historias que circulan en las redes sociales, mientras los propietarios se ponen al día con los congelamientos de precios de la era Covid.

Los habitantes de Tel Aviv tienen un salario promedio 3 mil 700 dólares al mes antes de impuestos según las últimas estadísticas oficiales. Y estos se enfrentan al dilema de tratar de reducir los costos (de vivienda) en otros lugares para quedarse en la ciudad, o deben mudarse.

Actualmente hay ocho puertos deportivos en Israel. Si bien no están llenos, el año pasado, el gobierno trató de avanzar en los planes para seis nuevos puertos y enfrentó una amplia oposición de los activistas ambientales. De esos planes, solo se dio luz verde al desarrollo en Nahariya.

Pero en las últimas semanas ha habido indicios de que los planes para agregar puertos deportivos a Hadera, Netanya y Bat Yam, entre otros lugares, están a punto de reactivarse. También ha habido cierto entusiasmo por expandir los puertos deportivos existentes en Haifa, Hertzliya, Tel Aviv, Jaffa, Ashdod y Ashkelon.

El puerto deportivo de Tel Aviv puede manejar barcos de hasta 12 metros de largo. En los puertos de Israel, las tarifas de amarre comienzan en 295 dólares/mes para un yate pequeño. Esto es sustancialmente menos que cualquier alquiler de apartamento, particularmente en el vecindario Old North de Tel Aviv, el área residencial más cercana al puerto deportivo. Incluso con un mercado negro en los lugares de amarre que se rumorea que se desarrolla debido a la creciente presión para encontrar vacantes, vivir en un yate en el puerto podría significar ahorros sustanciales.

 

Los gastos en un yate

Los servicios públicos de agua y electricidad están disponibles en los puertos deportivos a precios muy razonables; incluso cuestan mucho menos de lo que costarían en un apartamento convencional. Hay algunos gastos y mantenimientos ocultos: seguro para vivir a bordo de un barco (que cuesta alrededor de 800 dólares al año); mantener los tanques de agua dulce llenos o algún tipo de sistema de filtración en funcionamiento; administrar las aguas residuales y el mantenimiento regular del barco contra el desgaste (posiblemente con valor de 10 por ciento del valor del barco anualmente).

Sin embargo, la suma total de todos estos cargos es similar, o posiblemente menor, a los costos anuales de los inquilinos en apartamentos convencionales.

Vivir en el agua puede no ser una solución para todos, y está lejos del sueño principal de subir la escalera de la vivienda. Pero para Ella y su pareja, en lugar de usar un porcentaje significativo de sus ingresos mensuales para vivir en un departamento pequeño, y mucho menos ahorrar para el pago inicial de una propiedad, invertirán su dinero en una casa que pueden mantener en el puerto hasta que están listos para zarpar.

 

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