Enlace Judío – El primer ministro Naftali Bennett aclaró que la principal razón de darle fin a su gobierno y llevar a Israel a nuevas elecciones fue la incapacidad de su inestable administración para aprobar en la Knéset la renovación de una polémica ley sobre Judea y Samaria (Cisjordania).

“Ciudadanos de Israel, nos encontramos frente a ustedes en un momento difícil, pero con el entendimiento de que tomamos la decisión correcta para Israel“, dijo Bennett en un mensaje a medios desde la Knéset.

El primer ministro dio a conocer que el viernes pasado tuvo una serie de conversaciones con altos funcionarios respecto a dicha ley y señaló que el fracaso para sacarla adelante antes de su expiración el próximo 30 de junio afectaría a Israel.

La ley, que está en vigor desde 1967 y se renueva cada 5 años, extiende normas civiles y penales del sistema legal israelí a los habitantes de los asentamientos en Judea y Samaria, por lo que es considerada importante para este sector de la población israelí en los territorios.

No obstante, la coalición de gobierno, inmersa en una dura crisis política con diputados rebeldes y una oposición que se niega a respaldar sus votaciones, fracasó a inicios de junio en aprobar la renovación y las expectativas para lograr ello eran muy bajas desde entonces.

Ante esta situación, la decisión de disolver la Knéset, lo que implica la caída del gobierno en turno y la postulación a nuevas elecciones, en cambio, permitirá que la ley se renueve automáticamente sin necesidad de una votación.

“Durante las últimas semanas, hicimos todo lo que pudimos para salvar a este gobierno, no por nosotros, sino por el beneficio del país. Sostuve muchas conversaciones y entendí que si la Knéset no se disolvía en 10 días, la seguridad de Israel se vería gravemente dañada”, indicó Bennett en referencia a la renovación de la ley.

Bennett comparó la situación con el juicio bíblico del rey Salomón, en el que cada una de las dos mujeres afirmó ser la madre de un bebé y el rey sugirió cortar al bebé en dos para otorgar a cada mujer la mitad de un bebé, y luego dictaminó que la mujer que no estaba dispuesta a tolerar el daño al niño era la verdadera madre. “Elegimos ser la madre que salva la vida del bebé”, dijo.

“A diferencia de la oposición, que convirtió al Estado de Israel en una herramienta política, no acepté dañar la seguridad de Israel. Esta vez, también, decidimos asumir la responsabilidad y no habrá perjuicios al Estado de Israel“, aseguró.

Además de aclarar los motivos de la caída de su gobierno, Bennett se jactó de sus logros conseguidos en el año y días que su administración se mantuvo en pie.

“Juntos sacamos a Israel del hoyo. Conseguimos logros importantes: nos movimos a la cultura del nosotros, juntos. Israel volvió a tener liderazgo, demostramos que podemos trabajar por el Estado. Trabajamos por un propósito mayor”.

Al confirmar que Lapid asumirá como primer ministro en el interinato hasta el establecimiento del nuevo gobierno que surja tras las próximas elecciones, Bennett lo elogió.

Yair encarna la responsabilidad y la justicia, y representa a un gran sector de Israel. Tuvimos desacuerdos, pero actuamos y lideramos solo en beneficio del Estado de Israel. En los próximos días lo asistiré en una transición ordenada. Estaré a su lado y lo ayudaré en todo lo que requiera”, expresó.

En su respectiva intervención, Lapid agradeció a Bennett por lo que calificó como su “responsabilidad” y por “anteponer al país antes que sus intereses personales”.

El canciller aseguró que entre ambos se desarrolló una profunda amistad que pese a los obstáculos que se presentaron salió adelante. Bennett “es un líder israelí importante, original y valiente”, afirmó.

Lapid aseguró que Israel enfrenta muchos retos por delante, como los altos costos de vida, las amenazas de Irán y los grupos terroristas palestinos, y lo que llamó “las fuerzas que amenazan con hacer de Israel un Estado antidemocrático”, en aparente alusión a Benjamín Netanyahu.

Al concluir sus breves palabras, el canciller hizo un llamado a los israelíes en pro de la unidad y los exhortó a que “no dejen que las fuerzas de la oscuridad nos desmantelen desde adentro”.

Se tiene previsto que la próxima semana se vote la disolución de la Knéset y que las próximas votaciones en Israel se realicen el próximo mes de octubre

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