Enlace Judío – Como nos dice la protagonista de la película escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson: “Licorice Pizza es una historia que explora qué sucede cuando dos personas que no pueden estar juntas, no pueden evitar estar cerca uno del otro.” Cuenta la historia de Alana Kane y Gary Valentine, y la amistad que desarrollan durante la década de los 70’s. La primera es una joven de 25 años, que trabaja como asistente en una empresa de fotografía y tiene mucho conflicto para ordenar sus sentimientos y deseos: odia su trabajo, sabe que no le gusta la vida que esta llevando, pero no tiene ni idea de que cambios hacer en ella, ni hacia donde dirigirla; si tuviera que describirla con tan solo algunas palabras diría que se presenta en pantalla como una masa de energía, fuerza y frustración mal manejada. Mientras que Gary es un adolescente de 15 años que actúa y ha filmado un par de programas o películas, intenta hacerse millonario de muchísimas formas y tapa sus inseguridades con arrogancia y pretensión.

Se encuentran por azar en la escuela de Gary cuando la compañía para la que trabaja Alana es contratada para tomar las fotos escolares. Gary se enamora de ella y la invita a salir, Alana acepta no sin mucha reticencia, de esa noche en adelante empiezan formar una relación en donde funcionan como equipo para apoyarse en proyectos juntos. No es que salgan, sean novios, ni siquiera amigos propiamente, pero viven en la misma zona se encuentran constantemente y tienen intereses similares; por una razón extraña, aunque no soportan estar juntos y pasan el tiempo insultándose el uno al otro funcionan como equipo: logran hacer proyectos juntos y se protegen, por alguna razón les funciona trabajar juntos.

Él necesita a un adulto que lo acompañe a los eventos que no se le permite acceder por su edad y en muchas ocasiones Alana no sólo es la persona que le ayuda a solucionar los problemas burocráticos, sino la que muestra una fuerza extraordinaria y habilidad de solución de problemas cuando las acciones irresponsables de Gary se salen de control. Por otra parte aunque a veces paga los platos rotos del adolescente, ella también se enriquece del ímpetu que él tiene para emprender, de su seguridad y de su creatividad. En cierta forma se complementan y se ayudan mucho a lo largo de la trama.

Y aunque es claro que se quieren y se gustan no lo pueden expresar y no se permiten estar juntos por el espejo que ven en el otro. Ambos son gente muy ambiciosa y aspiran a pertenecer a una vida que no es suya, quieren dinero y fama; ven a la gente que los rodea y envidian el destino que no es suyo. En cierta forma cuando ven al otro miran el espejo de sus propias faltas, de sus propias inseguridades y sienten un poco de desprecio a sí mismos por estar juntos, ésa es la razón por la que no los vemos formalizar una relación. A lo largo de Licorice Pizza los dos personajes van aprendiendo a conocerse y aceptarse y entienden que el mundo que los rodea está lleno de vacíos y mentiras.

Licorice Pizza a la vez que nos hace enamorarnos de los protagonistas, sus ilusiones, su fortaleza, su hambre de éxito y el trabajo tan duro que ponen en lo que se proponen nos regresa al Estados Unidos de 1970. Los carros, el vestuario, la escenografía y la mentalidad de los personajes extrañamente le dan a la atmósfera un toque de novedad y tranquilidad, como si pintaran un mundo donde los errores fueran menos caros que hoy en día. Gary puede soñar y ser ingenuo, e intentar cosas nuevas todo el tiempo porque el mundo en el que vive le da esa facilidad y lo impulsa a hacerlo. En la película vemos varios elementos que se renuevan en el ambiente, vemos llegar las máquinas de pinball, las camas de agua y ciertos parámetros sociales relajarse; aún así la película no es una apología del momento.

Vemos la dificultad que tiene Alana para hacerle frente a las estructuras sociales tan restrictivas del momento, la dificultad para encontrar trabajo, incluso por la falta de tecnología, las fallas gubernamentales que llevan a crisis y la discriminación pasiva que hay hacia ciertas minorías. El judaísmo de la protagonista se vive de forma tangencial. No es glamuroso y se nota en los detalles que rodean su vida, pero a excepción de ciertas escenas no hay un peso sólido en su identidad como judía; más bien es parte tanto del sentirse inadecuada en situaciones sociales, como parte de la fortaleza que la construye y le ayuda a afrontar situaciones de emergencia. El krav maga, el deseo poco perseguido de conocer un hombre judío y la situación familiar que la rodea son partes de lo que conforman el carácter de la protagonista.

Licorice Pizza ganó varios premios en distintos festivales de Estados Unidos y el mundo y fue nominada a tres Premios Óscar por Mejor director, Mejor película y Mejor guion original.