Enlace Judío.- La caravana del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya no tenía banderas israelíes en su visita a un hospital palestino en el este de Jerusalén el viernes, a pesar de asegurar que la parada no era una declaración sobre la soberanía israelí en su ciudad capital, publicó The Jerusalem Post.

El gobierno de Biden se negó a permitir que funcionarios israelíes lo acompañaran en la visita al hospital, donde anunció una ayuda de 100 millones de dólares para la red médica.

“La visita de Biden al este de Jerusalén sin el acompañamiento oficial de Israel es un movimiento destructivo hacia Israel, aunque se hiciera con sonrisas y apretones de manos”, comentó Orit Struck, legislador del Partido Religioso Sionista. “Biden sabe muy bien que un líder extranjero nunca permitiría eso en Washington y entiende cuánto hiere el orgullo nacional de Israel, hacerlo en Jerusalén”.

Señales habladas y no habladas

Ese rechazo fue visto por muchos en Israel como una señal de que no reconoce la soberanía israelí en esa parte de la ciudad. Sin embargo, cuando se le preguntó en rueda de prensa el jueves si así debe entenderse, dijo que no.

Las imágenes de hoy de su limusina camino al este de Jerusalén, sin la bandera israelí que ha estado ondeando en su timón hasta ahora, resaltan el mensaje que está tratando de enviar: que la soberanía de Jerusalén, la capital eterna de Israel, está sobre la mesa. para la negociación“.
El presidente mundial del Likud, Danny Danon

En el comunicado de la Casa Blanca sobre su reunión con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que tuvo lugar después de la visita al hospital, “el presidente Biden reiteró la posición de EE. UU. de que Jerusalén es la capital de Israel y que sigue siendo la política de EE. UU. que los límites específicos de Jerusalén deben resolverse mediante negociaciones sobre el estatus final entre israelíes y palestinos”.

Sin embargo, las banderas de “la Bestia”, el vehículo blindado del presidente de los EE. UU., enviaron un mensaje diferente sobre las fronteras municipales de Jerusalén.

La Bestia tenía una bandera estadounidense y otra israelí en las paradas anteriores de Biden, como se puede ver en un video llegando a la residencia del presidente en Jerusalén el jueves.

Sin embargo, cuando Biden llegó al hospital Augusta Victoria, la Bestia tenía dos banderas estadounidenses, lo que aparentemente significa que no quiere hacer una declaración sobre si el sitio, cerca del Monte de los Olivos, es israelí o palestino.

El automóvil de Biden tuvo banderas estadounidenses y palestinas durante su visita a Belén.

 

Respuestas israelíes

Desde el principio, quedó claro que el presidente Biden, el primer precedente estadounidense en visitar instituciones simbólicas de la Autoridad Palestina en el este de Jerusalem, estaba indicando que la soberanía de Israel en Jerusalem estaba en tela de juicio”, dijo el presidente del Likud Mundial, Danny Danon, en un comunicado el viernes. Las imágenes de hoy de su limusina en su camino hacia el este de Jerusalén, sin la bandera israelí que ha estado ondeando en su timón hasta ahora, resaltan el mensaje que está tratando de enviar: que la soberanía de Jerusalén, la capital eterna de Israel, está sobre la mesa de negociación”.

La limusina de Biden con bandera israelí

Sobre esto, le digo al Presidente; Presidente Biden, esta medida solo propaga falsas esperanzas y siembra discordia en lugar de paz. Así como ningún líder pediría que se dividiera Washington o cualquier capital mundial, así también Jerusalén, la capital del pueblo judío, permanecerá unida para siempre”.

Tensión diplomática por fronteras y consulados

La administración Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel en 2018, sin delimitar las fronteras municipales. Biden dijo que mantendría ese reconocimiento.

La administración Biden también ha tratado de reabrir el consulado de EE. UU. para los palestinos, que estaba ubicado en el oeste de Jerusalén y se convirtió en una unidad de la Embajada de EE. UU. en Israel después de que la administración Trump reconociera la capital. Sin embargo, Israel se ha negado a autorizar la medida.

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