Enlace Judío – Científicos israelíes están desarrollando una inmunoterapia oral contra el cáncer, y esperan que sea el primer medicamento de este tipo disponible para su uso, informó The Times of Israel.

Actualmente, existen algunos tratamientos de inmunoterapia oral para alergias, pero hasta ahora, la inmunoterapia contra el cáncer, se ha administrado por vía intravenosa.

Esto implica que para recibir la inmunoterapia, los pacientes con cáncer tienen que acudir al hospital.

El principal obstáculo para las dosis orales, que podrían tomarse en casa, es que los anticuerpos que forman los fármacos de inmunoterapia no sobreviven en el intestino.

Científicos de la Universidad de Tel Aviv y de la Universidad de Lisboa desarrollaron una molécula sintética que, según dicen, realiza la misma función que la inmunoterapia basada en anticuerpos. El avance es uno de los varios intentos de inmunoterapia oral contra el cáncer.

El equipo de Israel y Portugal probó con éxito su molécula in vitro y en un tumor humano en un modelo especial de laboratorio. Su estudio fue publicado en la revista Journal for ImmunoTherapy of Cancer.

El medicamento aún requiere un mayor desarrollo seguido de pruebas en humanos, pero una de las investigadoras, la profesora Ronit Sacthi-Fainaro, directora del Centro de Investigación de Biología del Cáncer de la Universidad de Tel Aviv sostiene que la investigación teórica es significativa.

“Es importante, ya que las nuevas moléculas tienen muchas ventajas. Pueden administrarse por vía oral, son más baratas de producir y penetran en más regiones infiltradas por el tumor que los anticuerpos”, dijo.

Inmunólogos que no participan en el estudio afirman que es prometedor.

“Se trata de un estudio apasionante realizado por grupos pioneros, en línea con otros, que muestra las promesas de la inmunoterapia oral contra el cáncer”, comenta el profesor Cyrille Cohen, director del laboratorio de inmunología de la Universidad de Bar Ilan.

“Estoy deseando ver su aplicación en ensayos clínicos que comparen la eficacia de estos nuevos fármacos con los anticuerpos actuales en pacientes con cáncer. Si son eficaces, no me cabe duda de que acelerarán una nueva revolución en el tratamiento del cáncer”, dice Cohen.

La inmunoterapia indica al sistema inmunitario cómo combatir el cáncer. Sin embargo, con demasiada frecuencia, las proteínas del organismo ordenan a las células inmunitarias conocidas como células T, que no ataquen el cáncer.

Los médicos han creado la inmunoterapia para reconstruir el sistema inmunitario. Una de las inmunoterapias más comunes evita que el sistema inmunitario sea suprimido por dos proteínas específicas, PD-1 y PD-L1.

Las moléculas creadas por Satchi-Fainaro y sus colegas interactúan con las proteínas que normalmente suprimirían una respuesta inmunitaria contra el cáncer y las reprograman para provocar la respuesta inmunitaria deseada. Su equipo publicó una imagen generada por computadora de las moléculas que se encuentran con las proteínas que interactúan.

La inmunoterapia utiliza anticuerpos que no resisten el entorno duro y altamente ácido del intestino humano, son costosos de producir y demasiado grandes para llegar a todas las partes de un tumor.

Satchi-Fainaro explica que los anticuerpos no sobreviven al tracto intestinal. Se degradan antes de llegar al tumor. En cambio, estas moléculas sintéticas se han diseñado especialmente para ser resistentes y no degradarse en el intestino, lo que abre la posibilidad de administrarlas por vía oral.

Las moléculas sintéticas son mucho más pequeñas que los anticuerpos.

“Los anticuerpos tienen dificultades para llegar a algunas regiones tumorales, y el problema es su tamaño. Siempre se quedan cerca de los vasos sanguíneos y, por lo tanto, no pueden llegar a partes del tumor que están lejos de ellos”, indica Satchi-Fainaro.

“Nuestras moléculas no tienen esta limitación y pueden llegar a cualquier parte del cuerpo, difundiéndose por él en lugar de requerir vasos sanguíneos para desplazarse”, agrega.

“Es una cuestión de tamaño. Los anticuerpos tienen una masa de 150.000 dalton frente a 500 de las moléculas pequeñas. Por lo tanto, los anticuerpos son el equivalente a los camiones que requieren vías anchas, o en su caso vasos sanguíneos, para desplazarse. Las moléculas pequeñas son el equivalente a los peatones, que pueden encontrar su camino incluso en ausencia de carreteras, una acera o incluso un camino marcado”.

Según Satchi-Fainaro, las moléculas sintéticas podrían aumentar la accesibilidad de la inmunoterapia.

La inmunoterapia basada en anticuerpos requiere una infraestructura compleja y fondos considerables para su producción, con un costo de unos 200,000 dólares al año por paciente.

Una vez producidas a gran escala, las moléculas sintéticas serán menos costosas y podrían reducir el precio de la inmunoterapia a “una fracción del costo”, afirma Satchi-Fainaro.

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