Enlace Judío – Conversamos con el profesor Michael Davidson, presidente del Centro Médico de Alzheimer en Israel y Nitay Eliash, director ejecutivo de la organización sin ánimo de lucro fundada por donaciones. Ambos visitarán México el 1 y 2 de noviembre para asistir a la Feria de Salud en la Comunidad Monte Sinaí.

En una entrevista para Enlace Judío realizada por Zoom, el profesor Davidson explica que la demencia es la expresión clínica de Alzheimer, como la pérdida de memoria, desorientación y disminución de la capacidad de razonamiento. Puede haber varios tipos de demencia, la enfermedad de Alzheimer es uno de ellos y es el más común.

¿Habrá una cura o medicamento contra el Alzheimer?

Muy probablemente no habrá una cura absoluta para la enfermedad de Alzheimer. Como cualquier enfermedad compleja con múltiple factores, habrá soluciones, métodos para disminuir los síntomas y tratamientos para síntomas específicos pero no habrá una solución absoluta para la enfermedad como un antibiótico trata una infección o en forma de una vacuna para prevenirla.

“A diferencia de lo creíamos hace 25 0 30 años que el Alzheimer es la única causa de demencia, la enfermedad probablemente deriva de varias razones que interactúan entre ellas. En el futuro podremos curar algunos contribuyentes o causantes del Alzheimer, pero no todos, similar a la investigación del cáncer”, señala Davidson.

“Comprender cómo se multiplican las células en el cáncer es mucho más sencillo que entender cómo funciona el cerebro. Esto explica por qué la investigación del Alzheimer es lenta comparada con la del cáncer”, agrega.

¿Qué está haciendo Israel en la investigación del Alzheimer?

Como en muchos países desarrollados, Israel está muy involucrado en la investigación neurocientífica en general para comprender nuestras funciones cerebrales y específicamente en la enfermedad de Alzheimer.

En las décadas de 1980 y 1990, la comunidad de científicos creía que el Alzheimer se relaciona con la ausencia de un neurotransmisor llamado acetilcolina. Se crearon medicamentos que incrementan la presencia de este neurotransmisor. Resultó que en realidad estos fármacos solo frenan un poco el avance de la enfermedad.

El siguiente paso fue visualizar depósitos de una proteína llamada beta-amiloide en el tejido cerebral de pacientes con Alzheimer y la investigación de anticuerpos que la atacan. Hasta hace poco se creía que esta proteína afecta al tejido cerebral. Resulta que los anticuerpos lograron disminuir esta proteína pero no mejoraron los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Biológicamente, los anticuerpos producen lo que deben producir pero esto no ayuda porque probablemente este amiloide es solo un espectador de lo que llamamos marcador biológico pero no es la causa de la enfermedad. Probablemente la causa del Alzheimer es multifactorial.

Uno de los estudios más prometedores se realiza actualmente en el Instituto Weizmann por la profesora Mijal Schwartz. Su enfoque intenta abordar una serie de factores que pueden estar involucrados en la enfermedad de Alzheimer. El estudio sugiere que si incrementamos el proceso inmune que lucha contra los desechos del cerebro, si introducimos células inmunes activas al cerebro podríamos mejorar la enfermedad.

¿Cómo preservar la dignidad humana de pacientes con Alzheimer?

Davidson destaca esta cuestión fundamental e indica que para preservar la dignidad de los pacientes con Alzheimer es importante hablarles con naturalidad y no dirigirse a ellos como si fuesen niños o personas con retraso mental.

“Esto tiene un efecto tanto en ellos como en el interlocutor, la persona que interactúa con los pacientes. Además, sus actividades deben estar adecuadas a sus habilidades. Deben estar limpios, bien alimentados y tratar de que no sufran dolor. Los pacientes tienden a agitarse al no poder expresar dolor. Por lo tanto, es imperativo atender sus necesidades en todo momento”, comenta.

“Veo a mucha gente que acude a nuestro centro, principalmente personas mayores que temen padecer Alzheimer porque olvidan dónde dejan sus llaves, dónde estacionan su auto o cualquier otro objeto. Esto es completamente normal, especialmente cuando tratas de hacer varias cosas simultáneamente. Además, es normal que a través del tiempo la memoria vaya deteriorando. Es parte del envejecimiento”, expresa Davison. ְ

A partir de los 60 años, una persona puede estar totalmente sana y aún así, tener un deterioro significativo de la memoria y otras habilidades.

¿Podemos reducir el riesgo de padecer demencia?

El riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular está vinculado con el riesgo de contraer Alzheimer. Por lo tanto, controlar el nivel de colesterol, la presión arterial, el sobrepeso y la actividad física reduce el riesgo de padecer Alzheimer, así como una enfermedad cardiovascular.

“Hay muchos otros elementos que se mencionan en la literatura”, agrega Davidson. “Existen factores intermedios. Por ejemplo, un reciente estudio indica que la cirugía de cataratas en personas con discapacidad visual y el uso de un dispositivo auditivo para personas con pérdida auditiva reducen el riesgo de Alzheimer”.

Personas con un alto nivel socioeconómico tienden a tener un mejor cuidado de su salud que personas menos educadas con un bajo nivel socioeconómico. Por lo tanto, es más probable que personas con un alto nivel socioeconómico usen un dispositivo auditivo o se sometan a una cirugía de cataratas si lo requieren. Estos son factores intermedios que reducen el riesgo de padecer Alzheimer.

Al comentar qué podría ayudar a prevenir el Alzheimer, Davidson habla de la casualidad inversa. Es decir, tendemos a incrementar nuestra actividad intelectual porque no somos dementes. A su vez, esta actividad reduce el riesgo de padecer Alzheimer.

Por otro lado, lo que realmente ayuda no es lo que hacemos cuando envejecemos, sino con qué reservas cerebrales llegamos a la mayoría de edad, que son reforzadas por nuestra actividad intelectual a través de los años.

El Centro Médico de Alzheimer en Israel se estableció en 2001 en Ramat Gan, tras un proceso de recaudación de fondos que comenzó en 1994, con el objetivo de fomentar la investigación de la enfermedad y ofrecer mayores alternativas para pacientes y sus familias.

El centro ofrece asistencia a los pacientes y sus familiares durante todas las etapas de la enfermedad, desde visitas de médicos y enfermeros en el hogar a través de un centro de llamadas que funciona las 24 horas del día, 7 días a la semana, hasta hospitalización y diagnósticos realizados por especialistas en el campo.

Eliash destaca que el hospital tiene una “relación única” con la comunidad judía de México. Sus médicos ofrecen consultas y orientan a pacientes con Alzheimer en México y sus familiares a través de Zoom en hebreo, inglés y español.

Desde México, las personas pueden contactar al centro por correo electrónico y fijar una cita por Zoom en cualquiera de los tres idiomas.

Actualmente se construyen nuevas instalaciones del centro en Be’er Sheva que incluirán siete salas para satisfacer las necesidades de la población en el sur de Israel.

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