Enlace Judío.- El recién instalado presidente de la Agencia Judía, Doron Almog, dijo que los judíos rusos estaban “angustiados” por temor a un regreso de las políticas de la era soviética que prohibían la inmigración a Israel a la luz de los esfuerzos del gobierno ruso para cerrar su organización en el país, publicó The Times of Israel.
En la primera entrevista tras asumir la presidencia, Doron Almog dice a radio Kan que espera que la batalla legal de Moscú contra la organización se resuelva pronto.
Almog dijo que su organización está trabajando para ayudar a los cientos de miles de personas de ascendencia judía que pueden optar a la ciudadanía israelí.
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El mes pasado, el Ministerio de Justicia ruso inició un proceso para poner fin a las actividades de la Agencia Judía, que fomenta y facilita la inmigración a Israel y ejecuta programas educativos para judíos rusos. La semana pasada hubo una audiencia no concluyente, y hay otra programada para el próximo mes. Hasta entonces, los abogados de la Agencia Judía y representantes del gobierno israelí están trabajando con funcionarios rusos para llegar a un compromiso que permita a la organización continuar operando en Rusia.
“Hablamos con ellos a nivel profesional, de abogado a abogado, para satisfacer sus demandas”, dijo Almog.
Según Almog, la organización continúa con sus operaciones en Rusia con normalidad y tiene contacto constante con la gente sobre el terreno.
“Nuestras actividades educativas son muy, muy importantes. Recuerde que en Rusia hay 600.000 judíos”, dijo. (Aunque se estima en aproximadamente 600.000 los rusos elegibles para la ciudadanía israelí, que requiere al menos un abuelo judío, las personas consideradas judías bajo la ley judía ortodoxa es mucho menor, entre 150.000 y 200.000).
“Tenemos un gran centro de llamadas en Jerusalén. Reciben un montón de llamadas. [Los judíos rusos] están preocupados por todo lo que ha estado sucediendo desde el comienzo de la guerra en Ucrania. Intentamos brindar algún tipo de ayuda”, dijo Almog.
Almog no cree que haya una desaceleración en la inmigración. “Estamos sintiendo la angustia de los judíos que nos contactan. Tienen una gran preocupación por el regreso de los días de la Cortina de Hierro. Pero nuestras operaciones continúan”, dijo.
Se refería a las políticas de la Unión Soviética durante la Guerra Fría que bloquearon la Agencia Judía, impidiendo la inmigración judía a Israel y, en general, prohibiendo la vida comunitaria judía significativa en el país.
Respecto a las operaciones de la Agencia Judía en países que no tienen vínculos abiertos con Israel o que tienen abierta hostilidad con él, Almog dijo que “también tenemos actividades allí. Israel está comprometido con todos los judíos en la Tierra”. La Agencia Judía, por ejemplo, ha ayudado a los judíos yemeníes a inmigrar a Israel en los últimos años, a pesar de que Sana’a no reconoce al Estado judío.
Almog, un ex general de las FDI y soldado de operaciones especiales, recordó haber participado en una operación encubierta de un año para traer judíos etíopes a Israel a través de Sudán.
“Hay cosas de las que no deberíamos hablar porque les puede hacer daño y esto es cuestión de vida o muerte”, dijo.
En la entrevista, Almog intentó aliviar las tensiones en torno al Muro Occidental, tras la invasión de un grupo de extremistas ortodoxos en varias ceremonias de bar y bat mitzvah en la sección igualitaria del lugar sagrado. El incidente provocó feroces condenas de grupos judíos estadounidenses e internacionales, incluida la Agencia Judía, cuya junta aprobó una resolución para que la organización tome medidas que garanticen la seguridad de cualquier judío que vaya a rezar allí.
“No podemos abandonar a ningún judío o comunidad porque eligieron ser reformistas o conservadores y a otras personas no les gusta”, dijo Almog.
Sin embargo, minimizó la importancia del evento, pintándolo como no representativo de la sociedad israelí en general.
“Israel es un crisol… Las FDI son un crisol. Hay ultraortodoxos y drusos y judíos y beduinos y reformistas y conservadores. Y hay oficiales, altos oficiales, que son parte del movimiento Reformista y Conservador”, dijo Almog.
En los últimos años, la Agencia Judía de 93 años, establecida antes que el Estado de Israel, ha sido calificada de anacrónica. Sus detractores argumentan que el gobierno, que es responsable ante el público, está mejor preparado para la tarea de supervisar la inmigración que la Agencia Judía, que funciona como una organización sin fines de lucro.
Almog sostuvo que la organización era un puente necesario entre los judíos fuera de Israel y el gobierno israelí.
“El Estado de Israel es una asociación entre el Estado y todos los judíos del mundo”, postuló.
“Recuerde que cuando tenemos elecciones, y en los últimos años han ocurrido con demasiada frecuencia, solo votan los ciudadanos israelíes, pero hay otros 7,5 millones de judíos en el mundo”.
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