Enlace Judío – El Consejo de Seguridad de la ONU renovó el mandato de la fuerza de mantenimiento de la paz en el Líbano por un año y le pidió que continúe brindando apoyo logístico a las fuerzas armadas libanesas durante otros seis meses, informó la agencia AFP.

La fuerza de mantenimiento de la paz, conocida por sus siglas FPNUL, está en Líbano desde 1978. Compuesta por cerca de 10,000 soldados, está desplegada en el sur del país como amortiguador entre Líbano e Israel, que permanecen técnicamente en estado de guerra.

A petición de las autoridades libanesas, el Consejo de Seguridad decidió prorrogar su mandato hasta agosto de 2023, expresando su preocupación por las “violaciones” del alto el fuego que puso fin a los enfrentamientos entre Hezbolá e Israel en 2006 que fueron detalladas en un informe del secretario general de la ONU .

La resolución adoptada por unanimidad por los 15 miembros destaca en particular “el riesgo de que las violaciones del cese de hostilidades puedan conducir a un nuevo conflicto que ninguna de las partes o la región puede permitirse”.

Hezbolá e Israel han intercambiado amenazas en las últimas semanas, a medida que las tensiones siguen siendo altas por un yacimiento de gas en una zona marítima en disputa.

Estados Unidos ha estado negociando conversaciones entre Jerusalén y Beirut sobre su disputa fronteriza marítima y las negociaciones estarían cerca de una resolución.

El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha amenazado constantemente con atacar las instalaciones israelíes en alta mar. En julio, las FDI dijeron que derribaron tres drones desarmados lanzados por el grupo terrorista al yacimiento de gas de Karish.

La semana pasada, el ministro de Defensa, Benny Gantz, advirtió a Hezbolá que cualquier ataque a los activos israelíes podría desencadenar una guerra, luego de que el grupo terrorista amenazara con “cortar” las manos de Israel si va adelante con sus planes de extracción de gas.

En su informe al Consejo el miércoles, Antonio Guterres señaló que si bien los “impulsores subyacentes del conflicto no han cambiado drásticamente desde 2006, la FPNUL enfrenta nuevos desafíos en la conducción de sus operaciones”, incluidas las restricciones a su libertad de movimiento.

En momentos en que el país enfrenta una profunda crisis económica, también señala que todas las instituciones del Estado “están sobrecargadas por las condiciones financieras”.

Eso significa que el ejército libanés y otras fuerzas de seguridad son “especialmente críticas para la estabilidad del país y requieren un apoyo político y material renovado”, escribió.

El Consejo de Seguridad pidió a la FPNUL que apoyara a las fuerzas armadas libanesas por primera vez el año pasado.

Se renovó por seis meses, hasta el 28 de febrero de 2023, esta disposición para dotar de equipo no letal como alimentos, combustible, medicamentos y apoyo logístico.

Pero la resolución enfatizó que el apoyo fue “temporal” y “no debe ser considerado como un precedente… ni una solución a largo plazo”.

La semana pasada, la FPNUL se quejó de haber observado recientemente al menos cuatro campos de tiro ilícitos en su área de operaciones y ha informado al Consejo de Seguridad de la ONU.

Las Fuerzas Armadas del Líbano confirmaron a la FPNUL que no operaban los campos de tiro.

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