Enlace Judío México e Israel – El lunes 29 de agosto a las 19 horas, “El Museo Ramón López Velarde”, última morada que habitó el poeta jerezano, antes de fallecer a la prematura edad de treinta y tres años –Tintanueva EDITORES con 25 años de continua labor a favor de las letras, a cargo del incansable poeta y narrador, además de editor Federico Corral Vallejo– se entregó el “Premio de poesía infantil Becky Rubinstein” en la versión 2020 y 2021.

Los ganadores del premio dedicado a la LIJ, a la literatura Infantil y Juvenil, resultaron Fernando de Jesús Martínez Quintal, oriundo de Campeche, y Antonia Robles Aragón (1958) originaria de Nachihui, Oaxaca.

“Una temporada en el castillo”, de Martínez Quintal, es una “crónica poética” inspirada en el “refugio” del poeta, su hogar, donde estuvo confinado en época de pandemia: cada poema posee una referencia espacio-temporal salpicada de humor e ironía. Martínez Quintal, logró metaforizar a los habitantes del “castillo”, en realidad, su propia familia, quienes convivieron lo mejor posible a pesar de sus diferencias, a pesar de su respectivo rol en casa que fueron dirimidas, solventadas, gracias al empeño y buena voluntad de sus integrantes.

Por su parte, el poeta agradeció el apoyo de su parentela. Y ahora un ejemplo de su obra: “Nada más impredecible. Inexplicable. Como un gallo, un elefante y un tigre/ vivieron tanto tiempo juntos”. El autor cuenta con treinta años cumplidos. Y bien que promete: también fue galardonado con el “Premio de poesía Saúl Ibargoyen” en memoria del desaparecido y muy apreciado escritor.

A la hora del discurso, cabe mencionar, el joven poeta agradeció que el concurso fuera convocadas a través de las redes sociales. No siempre –aseveró– se tienen los medios para enviar los trabajos por medio del correo. El joven habló sobre el talento de la Península.

Ahora pasamos a Antonia Robles Aragón, autora de “Un tren de doce vagones”, egresada de la destacada SOGEM, además de narradora y compositora. Desaparecida en tiempos de epidemia, su hija recogió la presea en compañía de sus seres queridos, de sus nietos.

Cabe mencionar su trayectoria poética en editoriales como Praxis, Fontamara y “La tinta del alcatraz”… Asimismo, trabajó en diarios y revistas, como Ovaciones, El Financiero y Alforja. Entre sus reconocimientos, resultó merecedora de la Mención Honorífica en categoría poesía de los “Juegos florales”, en su terruño Oaxaca. Su voz se permea en su laureada obra, de la cual rescatamos, en calidad de muestra, una estrofa del poema “La ruta del caracol”: “En el bullicio nocturno/ son trenecitos sin rieles/ bordando sus caminitos/ sin agujas ni alfileres”.

Especialmente, cabe mencionar el arte de Hugo Arquímides, escultor de oficio, destacado ilustrador, nacido en Ciudad Juárez, Chihuahua. En el país hay de sobra talento, como para presumir.


 

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