Enlace Judío- Dentro del marco de la Semana Hispanojudía Monterrey-México Octubre 2022, tuve el privilegio de estar con un grupo de mujeres empresarias en un desayuno que se organizó en las instalaciones del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, Nuevo León.

El mensaje que quise transmitir fue el de un reconocimiento al papel tan importante que las mujeres migrantes tuvieron en todo el proceso que hoy nombramos como criptojudaísmo. Me parece de suma relevancia reconocer el papel que tuvieron las valientes mujeres dentro del contexto particular de la conquista y la fundación de la Nueva España.

Comparto con ustedes las palabras que leí en ese momento, producto de una pequeña reflexión

Desde la trinchera de la historia, mi especialidad, se ha construído un nuevo abordaje al pasado: la perspectiva de género. Ésta ofrece una visión muy interesante al crisol de la historia y, a través de ella, podemos entender el papel de la mujer como un pilar de gran valía en la conformación de los procesos que hoy llamamos históricos.

Y como no va a ser, si dentro de la conformación de la historia es fundamental el papel femenino, comenzando por el hecho de que sin las mujeres la historia no comienza.

En la actualidad, vivimos en una sociedad judía que considera la transmisión de la identidad y de la judeidad a través de la madre. Desde tiempos talmúdicos, la mujer tiene la obligación de realizar tres mitzvot o preceptos divinos, en contraposición a las 613 obligaciones de los hombres.

¿La mujer es acaso más divina?

La respuesta es sí, ¿es uno de los privilegios de ser madre no?, bueno, eso y que te canten cada 10 de mayo, “señora señora señora” de Denisse de Kalafe.

La historia de Monterrey comienza con los conquistadores, pero también con las conquistadoras. Las mujeres que formaron parte del arribo de población europea a estas tierras.

Cómo no mencionar a las valientes conquistadoras que llegaron con Cortés en los primeros barcos. No se nos puede olvidar la figura de Malinalli Tenepal, o doña Marina, quien fuera lengua traductora de Cortés y pieza fundamental en la conquista.

Dicho evento no hubiera tenido el mismo fin favorecedor sin ella. Es fundamental reconocer el labor de mujeres que capitanearon los ejércitos de conquista como doña Beatriz Hernández quien lideró las tropas femeninas que defendieron la primera fundación de Guadalajara, y del otro lado aquellas que representaron la resistencia como Tecuichpotzin, misma que tras la evangelización tomó el nombre de Isabel de Moctezuma.

Mujeres casaderas para fundar el Nuevo Reino de León

Estas tierras no son la excepción. Luis de Carvajal el viejo trajo consigo a su hermana doña Francisca Rodríguez Matos y a más de una veintena de mujeres casaderas para con ello fundar el Nuevo Reino de León, pero particularmente en el contexto que les cuento, ellas tuvieron un papel fundamental.

Eran judías.

Francisca y sus hijas Mariana, Isabel, Catalina, Leonor y la pequeña Anica migraron desde la Vieja España, cruzaron los mares en barcos que no tenían ni siquiera camarotes, porque estamos acostumbrados a pensar el pasado bajo nuestras concepciones modernas.

¿Se imaginan el hecho de viajar dos meses en la cubierta de un barco, con la protección de una sencilla lona de manta gruesa, sin comida amable y expuesta a las chinches, pulgas, misoginia, machismo y abuso? Desgraciadamente hay algunas cosas que no han cambiado.

Con ese valor se movilizaron ellas también, a la par de ellos también, montando caballos, prendiendo fogatas, levantando casas y cultivando la tierra; y particularmente las Carvajal, manteniendo su fe judía bajo la sombra fresca que les otorgaba el Cerro de la Silla.

Las mujeres Carvajal

Francisca fue el pilar de la judeidad que vino desde Europa. Me gusta pensarla como un puente entre ambos mundos. Al ser enjuiciada por la Inquisición, ella mantuvo el talante y a pesar de las vejaciones a las que fue expuesta, continuó la práctica de la religión de sus padres.

Catalina llegó siendo una viuda, y se dedicó al cuidado de su madre al mismo tiempo que de sus hermanas. A través de los documentos observamos a una mujer melancólica y reservada. Isabel y Leonor fueron quizá las más importantes en la administración de los bienes familiares al llevar el cuidado de toda una red de haciendas mineras que detentaron el poderío económico de la familia.

Leonor especialmente se volvió una gran poeta y escritora religiosa, incluso a la par de su famoso hermano, Luis de Carbajal el joven o el mozo. Sus poemas son el reflejo de una vida llena de angustia, temor e incertidumbre, pero siempre confiando en el dios de Israel.

Los poemas aún se encuentran en el Archivo general de la nación y son de los primeros ejemplos literarios hispanos, femeninos y judios en nuestro país.

Por ellas estamos aquí

Mariana estuvo llena de valentía, cuando su familia fue asesinada por la inquisición, ella se salvó puesto que creyeron que estaba loca.

La censura eclesiástica le arrebató su familia, su libertad y también la dignidad de ser considerada una mujer cuerda, pero a pesar de todo esto ella fue la única de todo su clan que nunca negó el judaísmo, incluso en la hoguera, pues fue quemada viva en la pira.

La última de todas ellas, Anica, fue arrebatada de su familia y a partir de 1596 vivió observada por la iglesia. Envejeció y murió muchos años después como católica devota, pero tras su muerte, en el año de 1649 se descubrió una enorme red judía clandestina.

La líder de dicha comunidad había sido Anica, quien supo transitar entre un mundo de persecución y censura convirtiéndose en una luz para decenas de personas que quisieron mantener el judaísmo como identidad.

Ella jamás fue descubierta en vida, volviéndose para nosotros un símbolo de resistencia y fe.

Por ellas estamos aquí. Gracias a todas ellas somos individuos, somos familias, somos comunidad. Gracias a ellas y a las que les precedieron, hoy mantenemos la tradición y la cultura.

Soy orgullosamente descendiente de judios sefaradim que llegaron a esta tierra.

También llevo en mi sangre el orgullo de descender de los primeros esclavos negros de este Nuevo Reino de León y veo con gratitud mi presente libre, ya que tan solo hace 200 años dos de mis raíces eran pueblos perseguidos y sometidos.

Gracias a ustedes nos continuamos y el peso femenino del pasado es una gran responsabilidad que solo puede ser comparada con la responsabilidad del futuro en sus manos.

Hoy las mujeres dirigen, coordinan, lideran, tal y como siempre lo han hecho, pero ahora desde la libertad y no desde la clandestinidad o  la censura, al menos en esta realidad que nos tocó.

Nos mantenemos de pie sobre la memoria de nuestras antepasadas.

Señoras, gracias.

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