Enlace Judío- Desde hace tres semanas la cara de una mujer de rasgos indígenas y un tocado azteca con un crucifijo en el centro aparece por todos lados de la capital española.

 

BENJAMÍN TROYSE

En autobuses urbanos, anuncios espectaculares, quioscos de ventas de periódicos y más lugares, encontramos los anuncios del espectáculo musical Malinche, de Nacho Cano, el fundador e integrante del grupo Mecano.

El estreno se anunció para el 15 de septiembre, el Día de la Independencia de México, en un pabellón del Recinto Ferial de Madrid, IFEMA.

Las reseñas cuentan que este proyecto le llevó 12 años a Nacho para concretarlo y es la historia musicalizada de Doña Marina, Malintzin, La Malinche, la mujer que fue la pieza central del mestizaje entre los habitantes nativos de lo que hoy es México y los colonizadores españoles.

Criticada y odiada por muchos, admirada por otros y mayormente desconocida por casi todos,  su existencia, sin embargo, fue determinante para que México, Latinoamérica y probablemente el mundo sea como es hoy, habiendo sido mucho más que la interprete entre los aztecas, mayas y tlaxcaltecas frente a los españoles, además de haber concebido un hijo de Hernán Cortés.

 

Malinche, el musical
Malinche, el musical

Malinche

Desde la llegada al IFEMA, la experiencia es de un nivel colosal. A la distancia se ven unas carpas blancas gigantes que cubren todo el complejo de 5,000 metros cuadrados construido para el espectáculo. Al acercarnos a la entrada comenzamos a escuchar la música que nos envolverá por las próximas horas.

Desde ahí comienza la decoración tropical y al trasponer una cortina de lianas, nos recibe un relieve de más de 3 metros de altura de la cara de la Malinche.

Detrás de esta encontramos lo que llaman la zona de ocio, el Templo Canalla y los Jardines de México, en donde se puede disfrutar desde dos horas antes del inicio de la función, durante el intermedio y hasta dos horas después de finalizada, de un festín gastronómico fusión mexicano y español. Encontramos tacos, guacamole, chapulines, margaritas, tequila y mezcal combinado con jamón ibérico, queso manchego, croquetas y vinos españoles de todas las gamas.

Todo esto ambientado por música en vivo, DJ’s e integrantes del elenco bailando y cantando entre el público.

El plato principal, la obra, es una experiencia electrizante de casi tres horas, en dos partes con un intermedio.
La vista y el oído son inundados por una energía constante que rodea e impregna a los asistentes.

En la primera parte asistimos a la infancia de Cortés en el momento en que Colón inicia su viaje de descubrimiento hacia Las Indias para luego vivir el proceso de selección de los conquistadores, sus tripulaciones y sus ejércitos, viajar con ellos en un navío a escala casi real mientras conocemos los orígenes de la indígena que llegaría a ser la madre del mestizaje, vendida como esclava por su madre cuando era una niña.

En la segunda parte nos encontramos frente a una pirámide de casi 30 metros de altura y 20 metros de ancho, que se abre y se cierra a lo largo de la obra. También hay pequeños lagos en donde los actores nadan, presenciamos escenas acrobáticas aéreas y una verdadera jungla en el escenario.

La experiencia es abrumadora y sale uno sintiendo haber recibido una intensísima descarga que lo deja a uno electrizado por días, con el tema musical principal: México, centro del Universo. México grande, libre. México Mágico en la mente.

 

David Hatchwell en video promocional de Malinche
David Hatchwell en video promocional de “Malinche”

David Hatchwell

Esto es el espectáculo que presencia el público, la punta del iceberg, pero detrás está el músculo, el motor que hace que esto funciona. Este motor se llama David Hatchwell.

David y Nacho son amigos desde hace muchos años. Hace seis años, David decidió formar parte del proyecto que ahora nace.
Sus rasgos de empresario exitoso se sienten por todas partes. Es un proyecto que irradia solidez y visión a largo plazo.

El teatro cuenta con poco más de 1,300 butacas lujosas y cómodas. El escenario tiene 30 metros de largo y 20 de alto y cuenta con todo el equipamiento mecánico, sonoro, de iluminación, proyección y de seguridad en un lugar que compite favorablemente con cualquier teatro de Broadway, Las Vegas o Londres.

Cincuenta y cinco actores bailan, cantan, vuelan, nadan, bailan zapateado flamenco, luchan y tocan violines, chelos, guitarras e instrumentos aborígenes aztecas.

David comenta que confía en superar la marca de permanencia de El Rey León que se presenta en Madrid desde el año 2011.

El día del estreno se le veía por todas partes, con una camiseta con la efigie de La Malinche, supervisando, saludando y viendo que todo marchara bien. Su entusiasmo e involucramiento se puede ver en el inició de uno de los videos promocionales, en el que aparece actuando como elemento de seguridad conteniendo a una muchedumbre.

No solo es un proyecto artístico y empresarial ambicioso, que promete ser muy exitoso; además, es evidente que es una fuente de inmenso gusto y, porque no, diversión para David.

La filosofía de fondo es el resaltar la relevancia la fusión de dos culturas y la creación de una nueva, enriquecida por la aportación de ambas, haciendo énfasis en lo que las une, no en lo que las separa.

Firma de acuerdo San Pedro Garza Garcia y Fundacion HispanoJudía

Soy hijo del mezcal, de la espada y del flamenco.

Pero aún hay más. Este no el primer ni el único proyecto de reunificación de culturas de David. Es el fundador y dirigente de la Fundación Hispano Judía, creada en 2016 con la mira de dar luz a la historia común de las culturas judía e hispana, recuperando ese pasado para fortalecer la identidad y pensar en un futuro con mayor integración.

En agosto de 2021 David sostuvo una audiencia con el Papa en representación de la Fundación.

En este año 2022 la Fundación celebró en la Ciudad de México la conmemoración de los 500 Años de Presencia Judía en México.

En octubre de 2022 la FHJ está llevando a cabo la “Semana Hispanojudía en México” que contendrá una serie de actividades en la Ciudad de México y en Monterrey, con la presencia de importantes personalidades del ámbito nacional e internacional.

Esto es Tikun Ha Olam en su máxima expresión; Hechos son amores y no buenas razones.

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