Enlace Judío – Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) integrarán a mujeres en las brigadas de tanques del Cuerpo Blindado a lo largo de las fronteras del país, tras un exitoso programa piloto, informó The Times of Israel.
El ejército indicó que el jefe del Estado Mayor, Aviv Kohavi aceptó las recomendaciones del comandante de las Fuerzas Terrestres, mayor general Tamir Yadai y a partir de ahora, se les asignará el puesto de forma permanente.
Kohavi señaló que el ejército concluyó recientemente un proceso profesional y profundo para asignar más puestos de combate a mujeres.
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“Confío en que las mujeres soldado que sirven en el tanque llevarán a cabo la tarea de defender las fronteras con profesionalidad y gran éxito. Serán una parte importante del esfuerzo operativo de las FDI”, enfatizó.
La decisión se tomó en base a “consideraciones profesionales y operativas de acuerdo con las necesidades de las fuerzas armadas”, indicó el ejército y añadió que todas las mujeres soldado que completaron el programa cumplieron con todos los requisitos predefinidos.
El programa piloto duró dos años e incluyó un periodo de entrenamiento, así como un despliegue operativo de un año a lo largo de la frontera egipcia, en el que las soldados sirvieron como operadoras de tanques en el Batallón Caracal (Gato Salvaje), compuesto de hombres y mujeres. El programa abarcó tres ciclos completos de reclutamiento y entrenamiento, y varias de las mujeres completaron el programa como oficiales.
Caracal es una de las cuatro unidades de infantería mixtas del Cuerpo de Defensa de Fronteras de las FDI, a cargo de defender las fronteras con Jordania y Egipto contra intentos de contrabando y ataques terroristas por parte del Estado Islámico en la Provincia del Sinaí.
La compañía de blindados opera con tanques Merkava IV, equipados con las capacidades y los sistemas tecnológicos más actualizados del ejército.
por primera vez en la historia del Cuerpo Blindado, una mujer fue asignada para el puesto de comandante.
La mayor Or Livni, quien resultó herida durante un tiroteo con contrabandistas en 2014, fue nombrada próxima comandante de Caracal en julio, y será ascendida al rango de teniente coronel al asumir el cargo.
En un esfuerzo por liberar a las unidades de infantería pesada, las brigadas de Paracaidistas, Givati, Golani, Kfir y Nahal, que antes servían en estas fronteras, las FDI han desplegado unidades de infantería ligera del Cuerpo de Defensa de Fronteras: batallones Caracal, Bardelas, Leones del Valle del Jordán y Leones del Valle.
A diferencia de las brigadas de infantería pesada, estos batallones mixtos no se consideran “unidades de maniobra”, lo que significa que no están entrenados para adentrarse en territorio enemigo, sino para permanecer dentro de las fronteras de Israel y relativamente cerca de sus bases.
Esto significa que los soldados que sirven en estas unidades no necesitan cumplir los mismos requisitos físicos que las tropas de las brigadas de infantería pesada, que deben ser capaces de transportar equipos pesados a largas distancias, algo para lo que los hombres, por término medio, están mejor preparados físicamente que las mujeres.
Los críticos del servicio de combate femenino suelen señalar estos estándares más bajos como prueba de los peligros de la integración de género en el ejército, mientras que los defensores sostienen que estos puntos de referencia no son significativos, sino que están determinados por las necesidades operativas.
Los detractores de la integración de género en el ejército suelen tacharla de experimento social peligroso con posibles ramificaciones para la seguridad nacional, mientras que los defensores sostienen que es una medida necesaria desde hace tiempo, en línea con las políticas de muchos otros países occidentales.
Los detractores también destacan la disminución de los requisitos para mujeres en puestos de combate, que, según ellos, es una señal de que se está sacrificando la eficacia y que las mujeres en servicio sufren mayores lesiones por estrés.
El ejército insiste en permitir que más mujeres sirvan en puestos de combate por consideraciones prácticas, y no por una agenda social.
En junio, se pusieron a disposición más puestos de combate para mujeres, continuando la creciente tendencia de mujeres que sirven en unidades de combate y en otras funciones anteriormente ocupadas por hombres.
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