Enlace Judío – En la primera quincena de octubre de 2022 se registró una baja en la inflación general que se explica por completo de la disminución del componente no subyacente ante la caída de 5.1% en el precio del gas LP.

Sin embargo, la baja en el precio de un solo bien y en una ocasión no empieza a resolver el gran problema de la inflación, que es de aumentos generalizados y sostenidos en los precios. En un contexto de alta inflación continua el descenso del precio de un bien no atenúa la compleja situación general del alza de los precios.

En general las presiones inflacionarias son más severas en el componente de las mercancías, cuya inflación es de dos dígitos, impulsada por los elevados precios de los alimentos procesados y no procesados. Mientras la inflación de alimentos procesados fue de 13.9% anual en la primera quincena de octubre, la de los no procesados, fue de 15.5% anual, su mayor nivel en más de dos décadas.

Los alimentos y bebidas no alcohólicas, que registraron una variación anual en sus precios de 14.9% contribuyeron con cuatro puntos de la inflación general de 8.5%. Esta situación resulta preocupante ya que en México 38.3% de la población se encuentra en condiciones de pobreza.

Es ese porcentaje de la población cuyo ingreso laboral es insuficiente para comprar los bienes de la canasta alimentaria no se puede cantar victoria mientras la inflación subyacente se mantenga al alza ante las presiones en los precios de mercancías, particularmente de las alimenticias.

 


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío. Reproducción autorizada con la mención siguiente: @EnlaceJudio