Enlace Judío- Alguna vez, Claude Behar, líder de Aguda Lemaan Hajayal, fue a visitar una base del ejército israelí y llegó a una sección donde entrenaban perros. Los entrenadores que estaban allí trabajaban sin tregua y tenían aspecto de no haber pasado buena noche. “¿Dónde duermen?” indagó Claude. “En el trailer”, le dijeron, señalando un camión.

Al siguiente año, los entrenadores de perros ya contaban con un recinto digno para pasar la noche, construido gracias al apoyo de Vaad Lemaan Hajayal México y al grupo de Claude Behar, unas mujeres que han hecho de la ayuda al soldado israelí la causa de su vida.

Claude Behar ha sido “madre” de los soldados de Israel. Durante 40 años, ha organizado eventos, visitado colegios, llamado a benefactores para servir a los jóvenes que dan su vida para que se defienda- y sobreviva- la nación judía. A su activo, casas de descanso y entretenimiento, ambulancias, refugios y otras instalaciones a favor del soldado, a lo largo y ancho de Israel.

Por ello, en una tarde de octubre, Salomón Blanga, presidente de la organización que hoy se llama Yajad Lamaan Hajayal; José Achar, ex presidente; y Amir Shalom, representante del Ministerio de Defensa de Israel en México, llegaron a casa de Claude Behar para conocer su trayectoria, felicitarle y pedirle que siga apoyando a “sus” soldados.

Con ellos, reconocimientos que se suman a la colección nutrida de Claude a lo largo de su exitosa trayectoria voluntaria, que inició con Amelia Grego, una mujer inolvidable.

“Viví 8 años en Israel y sé lo que es una mamá que no duerme en la noche porque no sabe dónde están sus hijos… y si van a volver”, dijo Behar, refiriéndose a los jóvenes israelíes quienes, a los 17 años, parten a hacer su servicio militar.

Behar incluso estableció contacto entre oficiales israelíes y jóvenes de colegios de México, quienes no parecían interesarse en estos héroes de Israel. Delegaciones de soldados llegaron a México a interactuar con los alumnos para una relación más cercana y personal. De hecho, un niño expresó: “Solo gracias a ustedes, podemos caminar con la cabeza erguida”.

“Personas como usted, Sra Claude, nos ayudan a seguir adelante y a amar lo que hacemos”, concluyó Blanga.