Enlace Judío – Un concierto clandestino de neonazis se llevó a cabo de manera clandestina el pasado 29 de octubre en el corazón de la Ciudad de México, informó el periódico español El País.

De acuerdo con la publicación, el concierto, que llevó el nombre de “El imperio contraataca”, reunió a cerca de 300 neonazis que asistieron a la presentación de 2 bandas españolas y 3 mexicanas.

Una de las bandas, Batallón de castigo, ha ofrecido conciertos en España desde 1997 y su líder, Eduardo Clavero, es delegado del partido neonazi Alianza Nacional en Málaga.

La fecha del concierto, 29 de octubre, se elegió en conmemoración de la culminación de la Marcha sobre Roma de Musolini en 1922 y la fundación del partido fascista de la Falange en España en 1933.

“Una noche salvaje donde se corearon consignas de odio y se hizo apología del nazismo“, fue como la describió El País, que logró ingresar de manera subrepticia al lugar.

A lo largo del concierto, relató el periódico, se escuchó el saludo nazi de sieg heil entre los cantantes y el público, muchos de ellos con tatuajes de esvásticas, frases en alemán y rostros de Hitler.

El concierto se realizó en un salón de la colonia Santa María la Ribera en la alcaldía Cuauhtémoc y para ingresar se tuvieron varios mecanismos de seguridad entre los asistentes, debido al secretismo en el que quisieron mantenerlo los organizadores.

La ubicación del concierto se confirmó un día antes del evento, y la identidad de los asistentes era verificada con QR y una identificación oficial.

Toda la información relativa al concierto se difundió en páginas web y redes sociales de colectivos de extrema derecha mexicanos y alineados al neonazismo.

Las entradas, a ,1580 pesos, se adquirieron a través de la página web de la Editorial Heidelberg, con sede en Monterrey y que vende libros afines a la extrema derecha.

En comentarios a El País uno de los neonazis que asistió dijo que se se sienten perseguidos por los “antifascistas“, por lo que tienen que recurrir a la discreción.

“Si nosotros somos 300 acá, allá afuera fácil se juntan 1.000 antifascistas que nos quieren matar. Vienen a romper nuestros eventos, nos lanzan cócteles molotov, y si vamos solos por la calle y nos encontramos con un grupito de ellos, no van a dudar en partirnos la madre. Así como nosotros sabemos quiénes son, ellos también nos tienen vigilados”.

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