Enlace Judío – El primer ministro saliente de Israel, Yair Lapid arremetió hoy contra el mandatario electo Benjamín Netanyahu y sus aliados políticos afirmando que “arrastrarán al país a una peligrosa espiral antidemocrática” y socavarán el Estado de Derecho “por motivos personales”, informó Haaretz.

Durante su intervención en la conferencia anual del Instituto de Democracia de Israel, Lapid condenó las reformas judiciales propuestas por Netanyahu y sus aliados, entre ellas la aprobación prevista de la llamada cláusula de anulación que permitirá a la Knéset echar abajo las decisiones de la Corte Suprema y la modificación del proceso de selección de jueces.

Netanyahu quiere decidir quién será el fiscal en su juicio. Netanyahu quiere decidir cuál será la identidad de los jueces que escucharán su apelación. Netanyahu. quiere aprobar una ley que prohíba presentar cargos contra un primer ministro porque él es el primer ministro contra el que se han presentado cargos”, acusó Lapid.

“Esto no es una reforma legal. Esto no es ideología. Esto es delincuencia oportunista. Debemos detener esto, estamos decididos a luchar contra esto. No somos sus chivos expiatorios. No estamos aquí solo para pagar impuestos y enviar a nuestros hijos al ejército”, apuntó.

“El primer paso es explicarle al público no el ‘qué’, sino el ‘por qué’. Les diremos lo que realmente está pasando aquí: los están engañando, lastimando, desmantelando los cimientos de la democracia israelí, todo por motivos personales, no hay otro motivo”.

Preguntó retóricamente: “¿Por qué Benjamín Netanyahu se ha opuesto exactamente a estas reformas toda su vida, y ahora insiste en que sean lo primero que haga su gobierno? ¿Por qué de pronto esto es importante para [el presidente de Shas] Arieh Deri, que en todos sus años en la política nunca ha expresado interés en las reformas legales?”

“Solo hay una respuesta a esto: motivos personales. Es completamente personal. Están arrastrando al país a una espiral peligrosa y antidemocrática que perjudica la economía, perjudica la seguridad, nos traerá sanciones internacionales, solo porque tienen problemas personales”, señaló.

“Cuando no había cargos penales contra Netanyahu, él no creía que fuera necesaria una reforma. Fue primer ministro durante 15 años. Pero ahora sabe que si no aprueban estas leyes, se arriesga a ser el segundo mandatario de la historia de Israel en ir a la cárcel. No hay nada que no haga para evitarlo”.

“En cuanto a Deri, quien hace dos décadas cumplió una condena de 22 meses en prisión por aceptar sobornos como ministro del Interior y a principios de este año aceptó un acuerdo de culpabilidad por evasión de impuestos, tiene claro que puedes infringir la ley y si te pillan no tienes que pagar ningún precio, porque la ley se puede cambiar”, subrayó Lapid.

“Pónganse en el lugar de Netanyahu por un momento: su juicio desaparecerá. Simplemente desaparecerá. No habrá nada más. Los problemas terminarán. Se ahogarán en una discusión sobre la gobernanza y la reforma legal que a la mayoría de la gente no le interesa realmente”.

“Los socios religiosos y de extrema derecha de Netanyahu también se encontrarán por encima de la ley, afirmó Lapid.

Advirtió que el diputado de extrema derecha Itamar Ben Gvir, quien asumirá el cargo de ministro de Seguridad Nacional, “decidirá lo que la policía, que lo ha detenido tantas veces, puede o no puede hacer”.

Mientras tanto, dijo, “los partidos ultraortodoxos subordinarán la democracia israelí a sus rabinos”.

“No habrá ley de reclutamiento. No habrá estudios básicos. Los estudiantes de yeshivá recibirán más dinero que los soldados de las FDI. Todo lo que tienen que hacer es ayudar a Netanyahu a cambiar leyes que no les importan de todos modos”, advirtió el primer ministro saliente.

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