Enlace Judío México e Israel – La Universidad Ben-Gurión del Néguev no es una más entre las grandes instituciones académicas israelíes: es la que mejor representa la visión y los ideales del exprimer ministro del que toma su nombre. Para saber más sobre esta institución, conversamos con su vice presidente, Jeff Kaye, en exclusiva. 

Podría pensarse que la Universidad Ben-Gurion del Néguev fue nombrada así para rendir tributo al gran líder israelí, como se nombra una calle o un vecindario. Pero al escuchar la historia de ese nombre, contada por Jeff Kaye, videpresidente de la institución, queda claro que no es así. La antigua Universidad del Néguev entraña la visión, los ideales y el espíritu de Ben-Gurión.

En 1953, mientras volvía en auto desde Eilat a Tel Aviv, Ben-Gurión vio por la ventana a un grupo de jóvenes que trabajaban en el campo y le pidió al conductor que se detuviera. Se acercó al grupo y les preguntó qué estaban haciendo ahí. “Estamos aquí por usted. Usted nos pidió que desarrolláramos el Néguev y aquí es donde tenemos que estar.” El mandatario, sorprendido, les preguntó: “¿Y cómo va todo?”, a lo que el grupo de jóvenes respondió: “¿bueno, es muy difícil pero creemos en lo que estamos haciendo, creemos en la misión.”

El grupo estaba edificando un kibutz en el desierto. Una misión imposible que, sin embargo, era posible. Inspirados por las palabras del líder, habían decidido hacer posible lo imposible. Ben-Gurión, por su parte, también se sintió inspirado por el valor y la tenacidad de aquellos jóvenes. Incluso, dice Kaye, se sintió celoso.

“‘Nunca en mi vida me había sentido celoso de nadie hasta ahora. Estoy celoso de esos jóvenes. Quiero mudarme ahí’. Entonces fue con sus esposa, Paula —que realmente no quería ni siquiera estar en Israel, quería ir a Estados Unidos— y le dijo, ‘¿qué crees? Nos vamos a mudar a Sde Boker‘. Y ella le dijo: ‘Sobre mi cadáver’, pero él perseveró y se mudó al Néguev porque era un hombre de palabra. Él decía que las palabras sin hechos son completamente inútiles, y sus hechos fueron mudarse al Néguev.”

 La visión de Ben-Gurión era que el Néguev era el único lugar hacia donde Israel podía expandirse, tanto por razones políticas como por la dinámica poblacional. “Y lo primero que dijo cuando estuvo ahí fue ‘necesitamos una universidad, necesitamos científicos que vengan aquí y desarrollen ciencia relacionada con vivir en el desierto, usar la energía del sol, desalinizar el agua, hacer cultivos en el desierto’.”

Como si se tratara de un escritor de ciencia ficción, Ben-Gurión anticipó lo que se convertiría en el pilar de la economía israelí: la innovación, la ciencia y la tecnología aplicadas a la resolución de problemas geográficos, sociales y políticos propios de un país sitiado por enemigos, carente de recursos naturales y diminuto. La Universidad del Néguev fue el hecho detrás de las palabras, la realidad detrás de la visión, y su misión es, hoy en día, vital para el desarrollo de esa nación.

Cuando murió Ben-Gurión, en 1973, la universidad adoptó su nombre. “Tenemos tres campus: en Be’er Sheba, en Sde Boker, que es donde él vivió en sus últimos años y donde hacemos investigación sobre el desierto, y en Eilat. Entonces, por eso tenemos ese nombre. Pero tengo que decir que, cuando nos levantamos por la mañana, nos recordamos a nosotros mismos que no somos solo una universidad. Hay algunas maravillosas universidades en Israel: la Universidad de Haifa, la Universidad de Tel Aviv, la Universidad Hebrea… y ellos hacen un gran, gran trabajo. Pero su trabajo es ser universidades. Nuestro trabajo es doble: ser una universidad en el Néguev y cumplir la visión de Ben-Gurión de hacer posible lo imposible.”

La vida en el desierto

“Vivir en el desierto define todo lo que hacemos”, dice Kaye. “Hemos hecho avances por más de 50 años en áreas de sustentabilidad y cambio climático; estamos aprendiendo cómo usar la energía solar y (el Néguev) fue uno de los primeros lugares donde se desarrolló (esta tecnología); estamos lidiando con la tecnología de desalinización. De nuevo, (esta universidad) fue uno de los primeros lugares donde eso pasó… y un montón de otras cosas. Pero tenemos otras áreas de expertise que no están necesariamente conectadas con el desierto.”

Cita como ejemplo la ciberseguridad. “Be’er Sheba es la capital israelí de la ciberseguridad. Una de las cosas que hacemos es sacar ventaja del hecho de que tenemos un hospital. muy grande, el Hospital Soroka, al lado de nuestra universidad, y ellos están lidiando con cómo manejar la big data en el mundo de la salud. Y una de las cosas que hemos descubierto es que tienes que proteger tu ciberseguridad. Tienes que entender que tus historiales médicos que están en línea son vulnerables. Entonces, la universidad está desarrollando técnicas que garantizan la protección de ese historial porque un montón de cosas malas pueden pasar si alguien logra entrar a tus sistemas.”

Otra área en la que la Universidad Ben-Gurión está dando pasos importantes es en el estudio del autismo. Ahí se encuentra el Centro Nacional de Estudio del Autismo. “Y la razón es, nuevamente, porque somos expertos en ciencias de la computación. Tenemos este hospital muy grande que integra a todas las poblaciones: judías, beduinas y todas las que viven en el Negev, y podemos entender las estadísticas detrás de los niños de los que se sospecha que tienen autismo y “conectarlas” a un sistema computacional para entender las causas del autismo, tanto genéticas como conductuales y otros aspectos médicos que estamos midiendo, y podemos compartirlo con el resto del país y, de hecho, más allá.”

Compartir ese conocimiento con el resto del mundo es también parte fundamental de la visión de Ben-Gurión y, por lo tanto, de la universidad que lleva su nombre. “Él habló de ser una luz entre las naciones porque entendía que nuestras probabilidades de ser aceptados por otras naciones en nuestra vecindad inmediata y alrededor del mundo serían mucho más grandes si éramos vistos como un país que contribuye al mundo en áreas que podían ayudar a la humanidad.”

Así que “todo lo que hacemos en la universidad lo compartimos de inmediato con otros países, con otras instituciones, con otras sociedades que se pueden beneficiar de nosotros, y así, convertirnos en embajadores en otros lugares donde los medios a menudo relacionan a Israel con el conflicto con los palestinos y las relaciones negativas con nuestros vecinos.”

Para el vicepresidente de la Universidad Ben-Gurión, este se percató, hace décadas, de que entablar buenas relaciones con los países árabes sería fructífero para el país. Una vez firmados los Acuerdos de Abraham,  “tendremos gente de Abu Dabi, Marruecos, los Emiratos y Baréin en la Universidad Ben-Gurión diciendo ‘ustedes tienen 50 años viviendo en el desierto. Compartan con nosotros ese conocimiento’, y eso fue lo que Ben-Gurión vio.”

Pero, además, BenGurión pidió que lo enterraran en Sde Boker porque sabía que su tumba atraería a muchos israelíes hacia del Néguev. “Entonces, fue enterrado ahí y a la universidad se le donó su archivo. Tenemos absolutamente todo lo que él escribió: sus diarios, que él escribió cada día, meticulosamente; todas sus cartas, toda la correspondencia… Y acabamos de construir este hermoso edificio con su archivo en el campus, en el que la gente puede venir y estudiar a BenGurión el hombre, a BenGurión el político, a Ben-Gurión el líder judío, todo en el contexto de nuestro campus.”

Una relación con Israel, una relación con el planeta

Sobre cómo está intentando la Universidad Ben-Gurión del Néguev conectarse con los jóvenes de las comunidades judías alrededor del mundo, Kaye parte del hecho de que muchos de ellos están enfrentando ciertos conflictos identitarios. “Los jóvenes no están necesariamente, digámoslo así, enamorados o complacidos por la política. En el país en el que vivan, están desilusionados. Y si les preguntas qué les importa, te dirán que el futuro de nuestro planeta.”

Kaye considera que es justo ahí donde su universidad puede contribuir a cambiar la mala opinión que tienen muchos acerca de Israel. “¿Te preocupa el cambio climático o los gases de efecto invernadero? Puedes conectar con Israel a través de ese tema que es importante para ti. Aquí, en México, estamos reviviendo una asociación que estuvo activa por muchos años pero como que se volvió pequeña. Yo diría que la generación que nos apoyaba se mudó o, en algunos casos, murió. Pero estamos creando una organización muy de base, dirigida a jóvenes que quieren venir y lidiar con cosas que les importan, que son relevantes para sus vidas, pero a través de esta conexión con Israel.”

La misión de Ben-Gurión, dice Kaye, no era solo sobre Israel. “Esta es nuestra contribución a la comunidad judía. Queremos que las comunidades judías se sientan orgullosas de lo que son y orgullosas de Israel y conectar con ellas. Entonces, tenemos una asociación local aquí y nos encantaría que la gente escuchara este mensaje y viniera y fuera parte de nosotros, que participara en programas, que nos visitara en Israel si es posible, y que fortaleciera su identidad a través de su relación con la Universidad Ben-Gurión.”

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío