Cuatro costumbres de Janucá y su mensaje de esperanza

Enlace Judío – Siempre me ha gustado el invierno, quizás es porque vivo en un país donde casi no nieva y por lo cual la época del año no detiene mis actividades. Sin embargo, las noches largas, el frío, el cielo despejado y los juegos que surgen en esta época del año son cosas que siempre me han gustado. Además, algo hay en el invierno que hace nacer en las culturas cuentos de todo tipo y tradiciones que nos acogen en esos tiempos fríos. Casi todas las religiones tienen un rito para recibir el invierno y es un tiempo que tradicionalmente uno pasa con sus amigos y familiares. Janucá es una de las tres festividades de invierno que el judaísmo tiene y por mucho una de las más celebradas y conocidas del año. Es un momento ampliamente familiar, donde padres e hijos se sientan a la mesa, juegan y celebran juntos.

Hay varias tradiciones y significados que la rodean, la práctica más importante es el encendido de la Menorá, un candelabro de ocho brazos; se habla mucho de cómo simboliza la luz y la oscuridad que nos rodean. Entre todas las prácticas, historias y simbolismos que se encuentran presentes en la festividad, la esperanza es central en ellos y algunos que traen mensajes reconfortantes para tiempos difíciles. Los siguientes son algunos pensamientos que ciertas costumbres y tradiciones de Janucá nos ofrecen.

Cuatro costumbres de Janucá y su mensaje de esperanza

Maoz Tzur y la Redención

Tras el encendido de la Menorá es usual que la familia cante canciones de Janucá frente a la luces de la misma. Hay una gran variedad de temas en el repertorio; desde canciones didácticas para enseñar el significado de la festividad o letras que hablan de juegos infantiles hasta canciones muy profundas que le dan un nuevo sentido a la práctica. Dentro de estas últimas se encuentra Maoz Tzur, una canción o poema que fue escrito en la Edad Media y que pide a D-os por la Redención del Exilio [letra, música].

Es muy bella, habla del placer de poder bendecir y dar gracias; del anhelo que como judíos sentimos de recuperar el templo y la cultura que perdimos. Después de la primera, cada una de las estrofas hablan sobre los distintos exilios que vivió la nación de Israel y la redención que D-os dio a los judíos en cada uno de ellos; la canción cierra pidiendo la Redención para esta época. Su belleza radica en el mensaje de esperanza que esconde, fue escrita en tiempos de persecución el poeta observa la historia judía y ve a D-os en ella. Las redenciones pasadas le dan esperanza en el presente pues son la prueba de la compañía divina.

Menorá en la ventana

En familias tradicionales, la Menorá suele colocarse frente a la puerta de la casa dando a la calle o frente a una ventana. La razón por la que se hace así es para hacer publico el milagro que se vivió en tiempos de Janucá. Es una tradición bella, porque es una forma de reconocer el origen judío como nuestro cuando uno pone la Menorá en la ventana uno reconoce que se siente orgulloso de pertenecer a la historia judía, de ser parte de ese origen, cualquiera que sea el significado que el individuo le dé al mismo.

Una foto que se ha vuelto famosa en los últimos años es la de la familia Posner tomada en 1931; en ella aparece una Menorá y frente a la ventana se ve una bandera con la swastika en el centro colgando. En el reverso de la fotografía se lee: “la bandera dice: ‘muerte al judaísmo’, las luces dicen: ‘el judaísmo vivirá por siempre’”. Resume el mensaje que la Menorá en la ventana representa: el poder celebrar que este legado sigue vivo; el poder llamarnos judíos y celebrar que esas creencias son nuestras, y que no importa a donde vayamos en que época de la vida o de la historia nos encontremos, nos acompañan y son eternas. Las luces de Janucá son testimonio de esa historia.

La importancia de la familia. El dreidel y el guelt

En Janucá a lo largo de los años han surgido costumbres y actividades que se hacen en familia, una de las más conocidas es jugar con una perinola que se llama dreidel (sevivon en hebreo) y otra es dar monedas de chocolate o dinero en Janucá a los niños. Ambos recuerdan el estudio de Torá, del primero se dice que era la forma en que los niños judíos engañaban a los soldados griegos fingiendo jugar mientras aprendían; del segundo se nos dice que era la forma de incentivar a los niños a aprender. En cualquier caso hoy las dos tradiciones son centrales dentro de los festejos. El hecho de que la familia se reúna alrededor de estos elementos nos recuerda la importancia de la continuidad en el tiempo, como el cariño y la educación de los hijos es central dentro de nuestra tradición.

La historia de Yehudit y los lácteos

Otra tradición de Janucá es comer lácteos en estas épocas. Se hace en recuerdo a la historia de Yehudit que durmió al general griego dándole de comer quesos pesados. Recordarla a ella y recodar también a los macabeos, a la guerra de Janucá trae esperanza porque nos hace pensar en que siempre habrá gente valiente dispuesta a luchar por sobrevivir o por hacer lo correcto. Siempre podemos buscar dentro de nosotros la fuerza que nos lleve a pelear por lo que amamos y lo que es nuestro.

Aranza Gleason: Aranza Gleason se define a sí misma como una judía en el exilio. Nació con una raíz dividida como sus poetas favoritos; busca y ama al judaísmo, pero como a los personajes que lee, éste, también se le escapa de las manos. Estudió Lengua y Literatura Inglesa en la UNAM y ha trabajado en Enlace Judío desde el 2017. Le gusta leer, viajar y experimentar el mundo de forma libre.