Enlace Judío – La Autoridad Palestina pidió un boicot internacional al nuevo gobierno de Israel por su agenda de línea dura y derechista, afirmando que supone “una amenaza existencial para el pueblo palestino”, informó The Times of Israel.
“El Estado de Palestina rechaza la orientación anexionista, violenta, racista y de incitación a la limpieza étnica del nuevo gobierno de Israel. El Estado de Palestina considera esta agenda una amenaza existencial para el pueblo palestino y sus derechos inalienables e inviolables”, decía el comunicado publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino el jueves por la noche.
La Autoridad Palestina instó a la comunidad internacional a “cumplir con sus responsabilidades y rechazar cualquier trato con un gobierno comprometido a llevar a cabo crímenes internacionales, incluyendo la anexión, la persecución política y la discriminación racial”.
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En la declaración se hace un llamamiento a la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para “garantizar la protección del pueblo palestino ante la actual campaña israelí de desplazamiento, colonización y anexión, limpieza étnica y persecución”.
El nuevo gobierno de Israel liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu incluye tres partidos de extrema derecha que buscan ampliar el control de Israel sobre Judea y Samaria (Cisjordania), que los palestinos reclaman para un futuro Estado.
La declaración se produce en respuesta a la toma de posesión del nuevo gobierno y un día después de que el entonces ministro de Defensa, Benny Gantz, llamara al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, para subrayar la importancia de los lazos desarrollados entre las autoridades políticas y de seguridad en el saliente gobierno con la Autoridad Palestina.
Gantz también advirtió a Abbas que las medidas adoptadas contra Israel en los foros internacionales, incluidas las que está impulsando la Autoridad Palestina, “perjudicarán al pueblo palestino y no harán sino alejar aún más cualquier proceso político en el futuro”.
El órgano de gobierno palestino ha presionado a la Corte Internacional de Justicia para investigar presuntos crímenes de guerra cometidos por Israel, mientras que Abbas afirmó a principios de año que Israel había cometido “50 holocaustos” contra los palestinos.
Ramala también pidió a la ONU a principios de mes incluir a Israel en su lista negra de países que maltratan a niños en conflictos armados, después de que una joven palestina de 16 años, Jana Majdi Assam Zakarna, muriera durante enfrentamientos de terroristas con tropas de las FDI que realizaban detenciones en Jenin.
Las reuniones y llamadas de Gantz con el líder palestino durante su mandato fueron duramente criticadas por los miembros del nuevo gobierno.
Ninguno de los socios de coalición de Netanyahu apoya una solución de dos Estados con los palestinos, algunos respaldan la anexión de Judea y Samaria (Cisjordania) sin conceder los mismos derechos a los palestinos de esas zonas, y muchos se oponen enérgicamente a la coordinación de seguridad o el fortalecimiento de la Autoridad Palestina.
Se espera que el gobierno de Netanyahu afiance el control de Israel sobre el territorio, con un vago compromiso de anexar Judea y Samaria (Cisjordania), la promesa de legalizar asentamientos no autorizados, así como la aportación de fondos para la construcción de carreteras y el transporte público en el área, todo ello incluido en sus acuerdos de coalición.
La agenda general del nuevo gobierno establece que “el pueblo judío tiene un derecho exclusivo e inalienable a todas las partes de la Tierra de Israel. El gobierno promoverá y desarrollará el asentamiento en todas las partes de la Tierra de Israel: la Galilea, el Néguev, el Golán y Judea y Samaria“.
Aunque no hay ninguna mención específica a los palestinos o al proceso de paz en la agenda publicada, se establece que “el gobierno trabajará para promover la paz con todos nuestros vecinos preservando al mismo tiempo la seguridad, los intereses históricos y nacionales de Israel“.
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