Enlace Judío- Casi la mayoría de las personas de este mundo han tomado el nacimiento de Jesús como el inicio de la era común para la humanidad. Sin embargo, pocos saben que ese dato es un gran error cometido en el siglo VI por un monje.

Pero para entender esto, primero debemos de saber que, los cristianos nunca contaron “un año”, “segundo año”, ni tampoco el año 400, 500, 523, 524, porque no había nadie quien llevara esa cuenta, excepto el calendario hebreo.

Durante el reinado del emperador Claudio, los romanos comenzaron a contar desde su coronación, y de esa manera el pueblo era informado cuando debían cambiar de año y volver a empezar la cuenta con el nuevo emperador.

Mientras que los cristianos llevaban la cuenta de los años según la Era Diocleciana, iniciada en el año 284, cuando el Cesar Diocleciano asumió como emperador.

Cuando el Papa Juan I supo que Diocleciano había perseguido a los cristianos, le pidió al monje y matemático Dionisio que elaborase un nuevo calendario que partiera desde el nacimiento de Jesús.

Dionisio creo una nueva manera de contabilizar el paso del tiempo, calculando según su cuenta, la fecha del nacimiento de Jesús.

Sin embargo, resultó que este se había equivocado a la hora de calcular el año del nacimiento. Según sus cálculos, aunque erróneos, Dionisio estableció que el año en que ahora ellos estaban, era el 525, ya que, según su cuenta, había nacido  525 años antes.

Sin embargo, uno de los errores de cálculo más grande de Dionisio fue que nunca contó el año cero

De hecho, ni siquiera se conocía el numero cero, porque los antiguos griegos y romanos, no lograron dar un nombre a “la nada”, por lo tanto, nunca introdujeron el numero cero en sus cálculos.

En Europa recien se conoció el cero en el siglo XII.

Para Dionisio, no existía el año cero, ni el año 10, 20, 30, 100, 110, 150, 200, 300, 400, 500, ni ningún año que lleve el numero cero.

No obstante, este hombre decidió que el año 3761 de los judíos sería para los cristianos el primer año.

Entonces, el Papa Juan I ordeno que, a partir de ese momento, ese año seria el 525, y de ahi en adelante continuarían contando los años correlativamente. Eso quiere decir que, hasta ese momento, el mundo no cambiaba la numeración de cada año, sino que se comenzó a hacerce a partir del siglo VI, en un momento ya muy tardío, después de 500 años.

Sin embargo, la fecha fijada por Dionisio fue muy discutida por muchos sacerdotes. Y hasta el día de hoy, muchos historiadores opinan que Dionisio se equivocó por varios años.

Pero la cuestion no termina aquí.

Incluso ese nuevo sistema de cómputo impuesto luego de 500 años, quedó en el olvido, y no fue adoptado sino hasta 225 años más tarde, en el siglo VIII, cuando el sacerdote inglés, Beda, lo consideró una estimación más o menos confiable.

Por lo tanto, recién a partir del siglo VIII, en parte de Europa se adoptó ese modo de contar los años.

Y por si esto fuera poco, más adelante, en el siglo XVI, se percataron que ese calendario llamado “juliano” tenía muchos errores.

Por lo tanto, el Papa Gregorio XIII, decretó la sustitución del Calendario Juliano por otro nuevo.

De esa manera, en el año 1582, se introdujo un nuevo calendario llamado en su honor “Gregoriano”, y es el que utilizamos actualmente.

Con ese fin, el Papa declaró que el jueves 4 de octubre de 1582, se convertiría en el 15 de octubre de 1582. O sea que, de repente, y como por arte de magia, desaparecieron once días del calendario. Aunque solo España, Italia y Portugal aceptaron este nuevo calendario impuesto por el Papa Gregorio en 1582, mientras que los paises protestantes no estuvieron de acuerdo en cambiar el calendario.

Gran Bretaña y sus colonias americanas, no lo modificaron sino hasta 1752. Los rusos lo hicieron recien en 1923, y los griegos lo adoptaron recien en 1929.

Por lo tanto, no es  que la cuenta de este calendario secular ha sido llevada año tras año y que ahora comenzamos el año 2023.

Sin embargo, nuestro calendario hebreo nos fue entregado directo de Hashem, y es el único calendario en el mundo que ha sido llevado y transmitido sin interrupciones de generación en generación, (sin un “antes de…. o un después de….) desde la creación de Adán, el primer hombre en la tierra, hace 5783 años, y hasta nuestros dias.

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