– La inflación de la segunda quincena de diciembre fue de 0.10%, que se compara positivamente con 0.39% de la primera quincena.

– Sin embargo a tasa anual, la de la segunda quincena fue de 7.85%, que se compara desfavorablemente con 7.76% respecto a la primera quincena del mes. Así, las cifras anuales no mejoraron todavía en el curso del mes pasado.

– La inflación subyacente (que excluye alimentos y energía) del mes de diciembre fue de 8.35%, por lo que finalmente bajó luego de 2 años completos de incrementos continuos. No obstante, sigue a tasas muy elevadas, lo que hace muy poco probable que pueda haber algún cambio en la política monetaria a corto plazo.

– La inflación general fue de 7.82%, ligeramente por debajo del máximo al que se llegó en el mes de septiembre, cuando alcanzó 8.7%. El problema es que las mercancías alimentarias tuvieron un incremento a tasa anual de 14.4%, por lo que la percepción de la gente que destina una parte importante de sus gastos a los alimentos y bebidas es que no hay mejoría.

– El índice de precios al productor en diciembre tuvo un descenso de -0.19% y a tasa anual su incremento fue de 4.88%, lo que expresa ya una clara tendencia a la baja, lo que todavía va a tardar algunos meses en reflejarse claramente sobre el comportamiento de los precios al consumidor.

– Es visible que la inflación ya no se está incrementando, pero también lo es que su reducción va a ser lenta. La combinación de la caída de los precios de algunas materias primas, junto con el efecto de los costos del dinero y la desaceleración de la actividad económica, va a conducir a que dure todo el 2023 la tendencia a la baja.

– Se espera que la inflación cierre el 2023 con una tasa de 5.0%, lo que implica una caída importante del ritmo de crecimiento de los precios, pero muy por arriba de la tasa objetiva de Banxico.

– En este ámbito no hay que esperar una caída de los precios. Lo que se tendrá es una desaceleración de su crecimiento. Por lo mismo la política monetaria no se va a relajar. Es probable que los incrementos de las tasas de interés sean menores a los que se vieron el año pasado, pero van a seguir por un tiempo y luego tardarán varios meses más en bajar, quizá hasta 2024. Para los ahorradores e inversionistas 2023 será un año en que las tasas de interés se mantendrían a niveles elevados y pagarán rendimientos mayores que los del año pasado, en la medida que la inflación vaya gradualmente bajando mientras que no sucederá con las tasas de interés.


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