Enlace Judío- El pasado martes 24 de enero, se llevó a cabo la Conmemoración Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, por parte del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), en las instalaciones del Museo Memoria y Tolerancia en el Centro Histórico de la CDMX.

El acto contó con la presencia de la Mtra. Geraldina González de la Vega, Presidenta de COPRED, el Embajador de Israel en México, Zvi Tal;  Elías Achar,  Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México;  Alberto Romano, Presidente de Tribuna Israelita; Prof. Nina Medrez, Presidenta de la Asociación Yad Vashem de México; Mily Cohen Vicepresidenta y cofundadora del Museo Memoria y Tolerancia.

También participaron en la actividad Claudia Stella Curiel de Icaza, Secretaria de Cultura; Jaime Rubén Morales Beltrán, Director general de diversidad sexual y Derechos Humanos, y como invitado especial León Majzner, hijo de sobreviviente del Holocausto.

Para comentar el Holocausto, no bastan las palabras. Eso fue parte de lo que se dijo en este evento:

Milly Cohen

“A 78 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, aún hay muchas lecciones por aprender. El Museo Memoria y Tolerancia está comprometido con la educación en valores y la memoria histórica para fomentar una cultura de paz”.

Con lágrimas en los ojos comentó que en su investigación sobre este trágico suceso de la historia de la humanidad, encontró un libro que contiene una recopilación de cartas escritas en los meses posteriores a la liberación, por sobrevivientes aún turbados , debido al horror vivido en los campos de concentración.

 Geraldina González de la Vega

Este enero, como cada año, nos reunimos a honrar la memoria de las víctimas de la Shoá.

Ya he dicho en otras ocasiones que esta fecha nos debe mover a recordar el Holocausto como un continuo de la humanidad y no como un momento en el pasado, una línea que nos permita entender que las víctimas y sobrevivientes , tenían una vida un pasado y un futuro que les esperaba antes de estos actos calamitosos que no solo marcaron vidas si no cambiaron el rumbo de la humanidad  que hicieron que comprendiéramos nuestra naturaleza humana de forma radicalmente distinta.

Ese sentido de pertenencia, de verse reflejada en los demás, de entender que miramos las mismas estrellas se perdió durante la Shoá. Ustedes, nosotras, todas las personas soñamos sentimos temores, esperanza, frio, ternura, sonreímos, lloramos sentimos furia, angustia, felicidad, euforia, estamos hechos de carne y hueso.

Creernos distintos, pensar que la diversidad nos clasifica, es precisamente el error que cada 27 de enero recordamos al honrar la memoria de quienes perecieron a manos del odio y la indiferencia.

Zvi Tal

En la Asamblea de las Naciones Unidas el 1ro de noviembre del 2005, se aceptó la propuesta liderada por el Estado de Israel y copatrocinada por 104 estados miembros que designa el 27 de enero como día de conmemoración del Holocausto.

Esta resolución rechaza cualquier negación del Holocausto, e insta a los Estados a desarrollar programas educativos que instruyan a las generaciones futuras sobre los horrores del genocidio, y con él todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación y violencia contra personas o comunidades, basadas en su origen étnico o creencias,

También exige la preservación activa de los sitios del Holocausto, incluidos los campos de exterminio, las prisiones nazis, el establecimiento de un programa de la ONU sobre el recuerdo del Holocausto.

El tema de este año “Hogar y Pertenencia” debería recordarnos nuestra responsabilidad con la humanidad hacia las víctimas de crímenes atroces, contrarrestar el discurso de odio y prejuicios, así como hacer todo lo posible para evitar que se sientan las bases para un próximo genocidio.

Para conocer más sobre lo expresado allí, vea el video adjunto a la nota.

Como parte del acto se encendieron unas velas en memoria de todos aquellos seres humanos que sufrieron este terrible episodio de la historia, y se guardó un minuto de silencio en símbolo de respeto y luto.

El jazán Ari Litvak entonó, para concluir, el Himno de los Partisanos.

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