Enlace Judío.- La pareja Eli y Natali Mizrahi son dos de las siete personas asesinadas a tiros en el ataque terrorista en el barrio Neve Ya’akov de Jerusalén.
El padre de Eli, Shimon, dijo que la pareja había salido para tratar de ayudar a los que habían recibido disparos y fueron asesinados por el terrorista a quemarropa.
Eli, de 48 años, y Natali, de 45 años, llevaban casados solo dos años.
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“Estábamos en medio de la cena, hubo varios disparos y mi hijo saltó. Le gritamos: ‘No vayas a ningún lado’”, dijo Shimon.
“Parece que estaba hablando con el terrorista, quien sacó un arma y lo mató. [Eli] y su esposa fueron asesinados”, dijo Shimon. ‘[El terrorista] estaba parado al lado de su auto y les disparó. Se subió al auto y se dio a la fuga”.
Aun no se conoce el nombre de las otras cinco víctimas que murieron cuando el terrorista abrió fuego el viernes por la noche.
Al menos otros tres resultaron heridos. El Hospital Mount Scopus de Hadassah dijo el sábado por la mañana que un niño de 15 años herido en el ataque ahora estaba completamente consciente y su condición se definió como moderada.
Sin embargo, un joven de 24 años permanecía sedado con un ventilador. Su estado es grave pero estable. Además, una mujer de 60 años también se encuentra en estado moderado.
42 personas fueron arrestadas en relación con el ataque, muchas de ellas familiares o conocidos del terrorista Alqam Khayri, de 21 años, residente de Jerusalén Este sin antecedentes relacionados con delitos terroristas.
Entre los convocados por la policía para ser interrogados está el padre del atacante.
La policía dijo el sábado que el nivel de alerta nacional se elevó al nivel más alto, mientras las fuerzas de seguridad se reforzaron en Israel a raíz del ataque.
El jefe de las FDI, Herzi Halevi, emitió instrucciones para aumentar las fuerzas en Judea y Samaria (Cisjordania) y a lo largo de su barrera de seguridad, y prepararse para una posible escalada en la región.
Altos funcionarios de la policía dijeron que aumentarían las fuerzas en todo el país, especialmente en Jerusalén.
También preocupan posibles ataques de venganza contra los árabes.
