Enlace Judío.- En un evento con una organización judía en Nueva York, el ex primer ministro Naftali Bennett dijo que volverá a la política e instó a los judíos estadounidenses a continuar apoyando a Israel a pesar de las tensiones.
También dijo que, tras una serie de ataques contra Irán en los últimos días atribuidos a Israel, parecía que el nuevo gobierno continuaba con sus políticas hacia Teherán. Habló de las concesiones que Ucrania y Rusia acordaron durante las negociaciones que negoció al comienzo de la guerra, y expresó su preocupación por la polarización en la sociedad israelí.
Bennett se mostró dispuesto a regresar a la política. “En Israel, se nos puede reciclar, dijo. Nunca termina [Yitzhak] Rabin fue primer ministro del 74 al 77 y regresó.
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“Bibi fue primer ministro del 96 al 99 y ha vuelto”, dijo Bennett, refiriéndose al primer ministro Benjamin Netanyahu por su apodo.
“Así que volveré”, dijo al público en el Temple Emanu-El Streicker Center en Manhattan en un evento copatrocinado por la UJA-Federation of New York, la organización filantrópica local más grande del mundo..
Bennett se alejó de la política el año pasado cuando su coalición perdió la mayoría, provocando su colapso y las elecciones del año pasado. Permaneció como primer ministro suplente cuando Yair Lapid tomó las riendas del gobierno, pero en gran medida se mantuvo en segundo plano y al margen de la campaña.
Instó a la audiencia a seguir apoyando a Israel a pesar de las reformas judiciales propuestas por el gobierno de Netanyahu, los elementos antipluralistas y los legisladores de extrema derecha, que han tensado los vínculos con partes del establecimiento judío estadounidense. Bennett hablaba con el CEO de la UJA-Federación de Nueva York, Eric Goldstein, quien la semana pasada emitió críticas inusuales al nuevo gobierno.
“Mucha gente dice estupideces, dijo Bennett. Gran parte de eso no va a suceder. Nadie va a tocar a la comunidad LGBT en Israel”, aparentemente refiriéndose al partido Noam y su líder Avi Maoz, y Bezalel Smotrich de Sionismo Religioso, que son abiertamente anti-LGBTQ.
“Les insto a que no abandonen a Israel, aunque estemos pasando por una crisis de edad”, dijo Bennett. “Lo superaremos porque la mayoría del público quiere un Israel judío y democrático, quiere el judaísmo, no quiere coerción”.
“Cuando un familiar pasa por una crisis, no lo abandonas, al contrario, lo abrazas, lo ayudas en ese momento”, dijo.
Bennett apoya algunos elementos de la reforma judicial planificada, si bien dice que partes de los amplios planes de reestructuración del poder judicial, en su opinión, “van demasiado lejos”, como ceder el control de los nombramientos judiciales a los políticos.
Sospecha que habrá un compromiso sobre los planes judiciales y que las propuestas más extremas no se promulgarán. Cree que un “núcleo de responsabilidad” en el gobierno probablemente proporcionará un control sobre “la más radical de las sugerencias” respecto al sistema de justicia y las políticas religiosas como la Ley del Retorno.
A pesar de que Israel está prosperando en muchos sentidos, incluida su economía y su relativa seguridad, “estamos en un momento muy tenso”, dijo, señalando conflictos internos similares a los problemas que tuvieron lugar en los dos reinos judíos históricos en Israel en menos de 80 años.
“Dos veces no pasamos nuestra octava década. Ahora estamos en medio de nuestra octava década y tenemos que pasarla con éxito, y lo que pasó en las dos veces anteriores, no hubo un enemigo externo. Nos destrozamos”, dijo. “Estoy preocupado porque el discurso es muy tóxico. Básicamente son dos tribus que no se escuchan”.
Lo atribuyó a la “política de identidad” derechista por alimentar las divisiones, diciendo que no había diferencias sustanciales entre sus posiciones y las del partido Likud de Netanyahu, y que el nuevo gobierno estaba provocando “una reacción violenta significativa en Israel en las calles”.
Ucrania se compromete con la “doctrina del pulpo”
Bennett esbozó su “doctrina del pulpo” para tratar con Irán, y describió al régimen de Teherán como la “cabeza de pulpo” con tentáculos que se extienden por todo Oriente Medio hasta las fronteras de Israel.
Según informes extranjeros esta semana, Israel ha realizado ataques en Irán contra instalaciones de armas. Fue el primer presunto ataque israelí dentro de Irán desde que Netanyahu regresó al poder y puede marcar su continuación de la política del gobierno de Bennett, que intensificó los ataques dentro de la República Islámica.
Bennett decidió “crear una etiqueta de precio” y aumentar las actividades dentro de Irán tras sus intentos de “asesinar israelíes en Chipre y en Turquía” en 2022. Después del complot, el comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria [iraní] que dirigió los intentos de ataques fue “eliminado”, en referencia al asesinato del coronel Hassan Sayyad Khodaei en mayo pasado.
Según Bennett, el nuevo gobierno parece continuar con su política de “disuadir a la cabeza del pulpo” en lugar de luchar contra los representantes iraníes más cerca de casa.
“No deberíamos pelear con las yemas de los dedos, deberíamos ir a por la yugular”, dijo. “El mensaje resuena. No se metan con nosotros, no vamos a jugar en nuestras fronteras”.
Bennet confirmó que Israel tiene la voluntad y la capacidad para emprender acciones militares unilaterales contra Irán.
Respecto a la guerra de Ucrania, reconoció que Israel estaba en un aprieto debido al control de Rusia del espacio aéreo sirio, donde Israel actúa contra los envíos de armas iraníes.
“No puedo permitir que un piloto israelí caiga en Siria”, dijo.
Bennett fue el primer líder mundial en reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin tras su invasión de la vecina Ucrania. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, le había pedido mediar en las negociaciones y actuó en coordinación con la administración Biden y líderes europeos.
Encontró a Putin “muy razonable” y el Kremlin accedió a renunciar a sus demandas de cambio de régimen y desmilitarización en Ucrania. Zelensky acordó renunciar a la demanda de Ucrania de unirse a la OTAN.
Las conversaciones fracasaron debido a disputas sobre el territorio y las garantías de seguridad internacional, dijo.
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