Enlace Judío – La larga caminata de protesta que en las próximas horas iniciarán unidades selectas de reservistas, el concertado apagón de luces que probablemente tendrá lugar el próximo jueves durante diez minutos a las 20:00 horas, las afiladas declaraciones de destacadas figuras que se distinguieron en la defensa y en la cultura del país: algunos hechos que obligan, en mi opinión, al presidente Yitzhak Herzog a asumir una excepcional actitud.

Hasta aquí Herzog se ha limitado, conforme a las restricciones de su cargo, a solicitar un par de semanas en las que tanto miembros de la coalición gubernamental como de la oposición dialogarían con equilibrio sobre el dramático viraje exigido por el actual ministro de Justicia con el franco apoyo de Benjamín Netanyahu.

Solicitud que fue rechazada sin argumento alguno.

En estas circunstancias si Yitzhak Herzog aspira a probar fidelidad tanto a sus distinguidos abuelos y padres como al espíritu democrático que hasta aquí nos ha presidido en tiempos difíciles cuenta, a mi ver, con dos opciones: unirse a la pública y ascendente protesta o renunciar a su cargo.

Este es el mensaje que amplios sectores del país le hacen llegar en estas horas con palabras o con elocuente silencio.

Y algo más: ¿acertarán las diásporas a asumir la vertical actitud que Israel hoy reclama?

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