Enlace Judío.- Un gran terremoto de magnitud 7,9 sacudió el centro de Turquía y el noroeste de Siria el lunes, matando al menos a 500 personas por derrumbe de los edificios en la región nevada y provocó una búsqueda de sobrevivientes atrapados entre los escombros.
El terremoto también se sintió en todo Israel, tanto en Tel Aviv como en Jerusalén la gente informó que se habían sentido los temblores.
Los medios estatales sirios dijeron que más de 100 personas murieron y decenas resultaron heridas allí, la mayoría en las provincias de Hama, Alepo y Latakia, donde se derribaron numerosos edificios.
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El sismo, que se registró en la oscuridad de una mañana de invierno, también se sintió en Chipre y Líbano.
Un funcionario de salud en la provincia siria de Alepo, muy afectada, dijo a Reuters que algunos residentes aún estaban bajo los escombros y que los heridos acudían en masa a los hospitales.
Las autoridades turcas enviaron equipos de rescate y aviones de suministro a la región alrededor de la ciudad de Kahramanmaras, mientras declaraban una “alarma de nivel 4” que pedía asistencia internacional.
En el terremoto que tuvo lugar en Turquía en octubre de 2020, Israel acudió en su ayuda, como ha ofrecido hacer también esta vez.
Las primeras declaraciones de los funcionarios sugirieron que el número de muertos era de al menos 23 en la provincia turca de Malatya, 17 en Sanliurfa, seis en Diyarbakir y cinco más en Osmaniye. Al sur del otro lado de la frontera en Siria, los medios estatales dijeron que 42 habían muerto.
“Nunca había sentido algo así en los 40 años que he vivido”, dijo Erdem, residente de la ciudad turca de Gaziantep, cerca del epicentro del terremoto, que se negó a dar su apellido.
“Nos sacudieron al menos tres veces con mucha fuerza, como un bebé en una cuna”.
“Nunca había sentido algo así en los 40 años que he vivido”,
Erdem, residente de Gaziantep
Todavía estaba demasiado oscuro para ver la naturaleza del daño, agregó.
“Todos están sentados en sus autos o tratando de dirigirse a espacios abiertos lejos de los edificios”, dijo por teléfono. “Me imagino que ni una sola persona en Gaziantep está en sus casas ahora”.
El presidente Tayyip Erdogan habló por teléfono con los gobernadores de las ocho provincias afectadas para recabar información sobre la situación y los esfuerzos de rescate, dijo su oficina en un comunicado.
El temblor duró alrededor de un minuto y destrozó ventanas, según un testigo de Reuters en Diyarbakir, 350 kilómetros (218 millas) al este, donde un funcionario de seguridad dijo que al menos 17 edificios se derrumbaron.
Las autoridades locales dijeron que en Sanliurfa colapsaron 16 estructuras y 34 en Osmaniye.
Las emisoras TRT y Haberturk mostraron imágenes de personas rebuscando entre los escombros de edificios, moviendo camillas y buscando sobrevivientes en Kahramanmaras, donde aún estaba oscuro.
“Nuestro trabajo principal es llevar a cabo el trabajo de búsqueda y rescate y para ello todos nuestros equipos están en alerta”, dijo a los periodistas el ministro del Interior, Suleyman Soylu.
“Debido a los fuertes vientos afuera, pensé que era la llegada de la tormenta Bárbara. Pasaron largos segundos antes de darme cuenta de que el terremoto estaba dentro de la casa”.
Residente de Haifa
Los temblores se sintieron en todo Oriente Medio y el Mediterráneo
En otras partes de la región, personas en las ciudades libanesas de Beirut y Trípoli corrieron a la calle y tomaron sus autos para alejarse de sus edificios en caso de que se derrumbaran, dijeron testigos.
En Israel, los residentes del área de Tel Aviv, Beit She’an y Jerusalén informaron haber sentido las réplicas del terremoto.
Un residente de Haifa relató la experiencia a Walla News y dijo que “debido a los fuertes vientos afuera, pensé que era la llegada de la tormenta Bárbara. Pasaron largos segundos hasta que me dí cuenta de que el terremoto estaba dentro de la casa”.
Estados Unidos dijo estar “profundamente preocupado” por el terremoto en Turquía y Siria y estaba monitoreando de cerca los eventos, dijo en Twitter el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
“Me he puesto en contacto con funcionarios turcos para transmitirles que estamos listos para brindar toda la asistencia necesaria”, dijo.
El presidente de los Estados Unidos, Biden, ordenó a USAID y otros socios del gobierno federal que evalúen las opciones de respuesta en las áreas más afectadas por el terremoto de Turquía y Siria, dijo el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan en un comunicado el domingo.
Estados Unidos está profundamente preocupado por los informes del destructivo terremoto, dijo.
Terremoto mide 10km de profundidad – GFZ
El Centro Alemán de Investigación de Geociencias (GFZ) dijo que el terremoto se produjo a una profundidad de 10 km (6 millas), mientras que el servicio de monitoreo EMSC dijo que estaba evaluando el riesgo de un tsunami.
El Servicio Geológico de EE. UU. (USGS, por sus siglas en inglés) reportó una serie de nuevos terremotos después del temblor inicial, que calculó en una magnitud de 7,8. Hubo un sismo de 6,7 en Gaziantep y otro de 5,6 en el área de Nurdag de la ciudad.
“Los cuadros se cayeron de las paredes de la casa”, dijo Samer, residente de la capital, Damasco. “Me desperté aterrorizado. Ahora estamos todos vestidos y en la puerta”.
Samer, residente de Damasco
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD) calculó la magnitud del sismo en 7,4 cerca de Kahramanmaras y la ciudad más grande de Gaziantep, cerca de la frontera con Siria.
Los medios estatales sirios dijeron que una gran cantidad de edificios se derrumbaron en la provincia de Alepo, mientras que una fuente en el servicio civil de Hama dijo que varios edificios se derrumbaron allí.
Los temblores también se sintieron durante la noche en Ankara, 460 km (286 millas) al noroeste del epicentro, y en Chipre, donde la policía no reportó daños.
El área es golpeada regularmente por fuertes terremotos.
“El terremoto golpeó una región que temíamos. Hay daños graves y generalizados”, dijo a Haberturk Kerem Kinik, jefe de la agencia de socorro de la Media Luna Roja Turca, al hacer un llamamiento para donaciones de sangre.
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