4 prácticas judías que nos ayudan a ver constantemente a D-os

Enlace Judío – Muchas veces el mundo te dice de formas muy feas “no sirves” o se presentan frente a ti situaciones que rebasan por completo tu capacidad, donde todo parece oscuro y el camino de enfrente se ve como un gran tropiezo. En esos momentos siempre es importante recordar las cosas que amas de ti y del mundo, los momentos de plenitud que hacen que la vida tenga sentido para siempre; incluso en los lugares más oscuros. Para mí esos momentos en su mayoría están definidos por el acceso a una conexión con algo más profundo, con la totalidad de la existencia, con D-os. Son momentos que me permiten ver la realidad como se presenta frente a mí, aceptar su belleza y verme como parte de la misma. Por eso quiero hablar de cuatro tradiciones judías que en la cotidianidad nos permiten ver a D-os y nos recuerdan Su Presencia.

El Shabat

Durante siglos el Shabat fue la tradición que más observancia recibió entre los grupos judíos, y hasta la fecha se considera una de las más importantes. Para muchos filósofos es el centro de la práctica judía, el pacto que une de forma indistinguible a Israel con D-os. Y la verdad es una tradición muy bella, consiste en recordar la Creación y la participación de D-os en ella a lo largo de un día. Desde el atardecer del viernes hasta el anochecer del sábado nos abstenemos de hacer acciones creativas (que alteren de forma definitiva la realidad que nos rodea) y celebramos con comidas y rezos el haber sido creados.

Su belleza radica en ver el mundo tal y como se nos presenta frente a nosotros, durante un día entero no cambias nada de la realidad que te rodea, y celebras su estado actual, sea cual sea; eso te obliga a aceptarla y aceptarte a ti en ella. También te demuestra que D-os se encuentra en las cosas más sencillas, en el tiempo y te da la oportunidad de tener una cita semanal con lo que sea que tú llames espiritualidad.

La mezuza

La mezuza es un pergamino que colgamos en las puertas de nuestras casa. Éste tiene el Shemá Israel, un rezo que nos recuerda la Unidad de D-os. En la Torá y dentro del mismo texto se nos dice que colguemos dichas palabras en las puertas de nuestras casas y es la razón por la que lo hacemos. Sin embargo, al mismo tiempo es una mitzvá (un mandato) que nos trae mucha paz y enseñanzas: separa el espacio público del privado, nos permite poder hacer de nuestra casa un santuario, recordarnos que estamos llegando a ella. Nos hace valorar a las personas con las cuales compartimos nuestro día a día, con las cuales construimos ese espacio; y nos ofrece una suerte de consuelo, pues da la sensación de estar protegidos.

Las berajot

Las berajot son formulas que decimos para agradecer a D-os antes de recibir un placer del mundo. Decimos berajot cuando nos levantamos, cuando comemos, cuando olemos una fragancia rica, cuando observamos algo extraordinario o cuando hacemos una mitzvá. Nos ayudan a tomar conciencia del momento en que nos encontramos y a disfrutarlo con mayor profundidad. Que sean tan cotidianas hace que de manera constante encontremos razones por las cuales sentir agradecimiento y razones por las cuales alegrarnos.

La tefilá

La tefilá es el rezo viene de la raíz palel que quiere decir contemplar, pensar. En varias formas, es decir para varios rabinos, se ve como que la conciencia es lo que más nos une a D-os, es nuestro lado más inmaterial y más abstracto. Ésta incluye tanto a la razón como a las emociones, y es la que nos permite interpretar el mundo que nos rodea como una Unidad y ver sentido en él. Rezar es el acto de percibir a D-os, no es en sí la expresión verbal como tal, sino la unión entre lo veo fuera de mí, y lo que siento en mi interior. Rezar diariamente es una práctica judía.